Capitulo 33

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—¿Esta enojado conmigo? —preguntó el monegasco con voz ronca, aun se le dificultaba hablar.

—No amiga, solo fue a airearse por un rato. Ya verás que va a volver.

—Quédate aquí.

—No me iré de tu lado.

Charles cerró los ojos tratando de descansar, entre tanto, Checo seguía sosteniendo su mano y su cabello, en cuanto se durmió, su amigo acomodó la máscara de oxígeno en su rostro y se quedó a acompañarlo.

Reyes siguió a su hijo hasta la salida, pues su padre se había quedado con Max en la sala de espera. Al llegar a la calle, Carlos se detuvo sofocado, y rompió en llanto ni bien sintió el abrazo de su madre.

—¿Como es posible que no se acuerde de mi, mamá? ¿Por que no recuerda quien soy?

—Cálmate cariño, tienes que entender. Casi se muere y, por ahora le quedo esa secuela. Esperemos que mañana se acuerde de ti y de todos nosotros.

—¿Y si me olvidó para siempre?

—Entonces volverás a conquistarlo. —contestó su madre sonriendo. —No te preocupes, el recordará todo. Por que se aman y esto es solo un obstáculo que tienen que superar. Charles acaba de despertar ¿quería que todo volviera a la normalidad hijo? Esta sufriendo, tiene un dolor muy grande y su cuerpo está pasando por muchas cosas, así que trata de comprender y darle fuerzas.

—Pero me mira como si fuera un extraño. ¿Como voy a actuar normal?

—Actuaras normal por que lo amas, para darle fuerzas y no dejarlo solo.

—Esta bien, lo intentaré.

—El estará bien, hijo.

Regresaron al hospital y Reyes lo llevó a tomar un café antes de volver a la habitación. Cuando vio entrar a Carlos, Checo se alejó de su amigo y le soltó la mano. El se acercó a su amado y le dio un beso en la frente.

—Te amo. Haré que me ames otra vez aunque me hayas olvidado por completo. —Tras decir eso, se sentó a lado de la cama dispuesto a pasar la noche en vela. Su padre y Max decidieron irse a casa para descansar, mientras que Checo y Reyes se acomodaron en los sillones para descansar.

Charles se despertó en la madrugada y miró a su alrededor. Carlos se levantó y se acercó a el que se estaba quitando la máscara de oxígeno.

—¿Estas bien? ¿Tienes algún dolor? —preguntó el.

—Agua. —susurro Charles.

—Un momento. —tomó un vaso que estaba en la mesa y se lo acercó, aunque tuvo que ayudarle a beber. —¿Algo más?

—Checo. —dijo el.

—Mi amor, ¿todavía no te acuerdas de mi?

—Lo siento.

—Esta bien. No puedo culparte por eso, esperare a que te recuperes.

—¿Me da la mano para que me pueda dormir?

—Claro. —Carlos sonrió y se sentó a su lado.

Una enfermera entro para cambiar las bolsas y luego se fue. Entre tanto, Carlos no había dejado de mirar al chico que yacía dormido en la cama. Al cabo de un rato, Checo se despertó y se acercó a ellos, después de mucho insistir, cambiaron de lugar y Carlos se acosto en el sillón para dormir.

Al día siguiente, el doctor entró a la habitación y despertó a Checo, que estaba acostado sobre las piernas de Charles.

—Necesito llevarlo a hacerle unos exámenes.

—Esta bien.

Charles se despertó en ese momento y su amigo le sonrió mientras las enfermeras lo trasladaban a una camilla. Checo fue al baño a lavarse la cara y, cuando regreso a la sala, Carlos estaba despierto.

—¿Donde esta Charles?

—Acaban de llevarlo a hacerle unos análisis.

—Ah, bueno. —se tranquilizó.

—Vamos a comer Carlos. A Charles no le gustará saber que estas alterado y sin comer.

—Ni se acuerda de mi.

—Ya se acordará. Vamos. —fueron a la cafetería y pidieron dos desayunos completos, a los pocos minutos apareció Reyes. —Perdone que no la llamé, quise dejarla descansar un poco.

—No hay problema. ¿Donde esta Charles?

—Lo están examinando. —Contestó el joven.

Reyes pidió un desayuno para ella y comieron juntos, pero Carlos estuvo en silencio durante ese tiempo. Mas tarde llegaron el señor Sainz y Max a desayunar con ellos. Después, les informaron que Charles había sido trasladado a terapia intermedia, por lo que se dirigieron a la habitación nueva. Cuando entraron, el chico estaba durmiendo, así que Carlos se sentó junto a el y le acarició el rostro, sin embargo, el joven se alejó y le apartó la mano.

—¿Que haces? —dijo el indignado y con el ceño fruncido.

—¿Ya te acordaste de mi?

—No quiero verte.

—Mi amor, no hagas esto. Se que te mentí, pero tengo una explicación. —suplicó Carlos. Charles aún no podía alzar la voz pues le dolía la garganta, así que se limitó a girar el rostro. Algunas lagrimas comenzaron a caer por sus mejillas, así que todos salieron para dejarlos solos. Carlos lo tomó del mentón y lo obligó a mirarlo. —Lo siento, se que te mentí.

—Fuiste a verla en la madrugada. Me dejaste para ir con ella.

—Es no es cierto, amor. ¿De donde lo sacaste?

—Lo se todo. Confié en ti, pero nunca vas a cambiar Carlos.

—Mi amor, al parecer sabes cosas de mi que ni yo se. Me levante en la madrugada, si, pero fue para tomar medicamentos para el dolor de cabeza. ¿De verdad crees que te dejaría para irme con otra persona? ¿Estás loco? Te amo, nunca haría eso.

—Igual mentiste. Preferiría haber muerto a vivir todo esto de nuevo, vete.

—No digas eso tan a la ligera, no sabes lo que pase viendo prácticamente muerto en esa habitación, viendo como te morías y los médicos te revivían. No sabes lo que se siente, así que no hables así. —declaró. —No te mentí por que nunca me acosté con ella. Un día hice una fiesta en esa casa y me pase de copas, todos dormimos en la sala y en la madrugada yo me desperté para ir a la cocina, Julie me ayudó a subir a la habitación y me dio un beso, pero yo la empujé por que estaba sufriendo por otra. Nunca te mentí, ella si lo hizo. Te juro por mi vida que nunca la toque, cuando me levante en la cocina no la viz

—No estoy de humor para esto. —se sentía débil y harto de llorar.

—Mi amor, no me alejes de ti te lo ruego. Sufrí mucho Charles, verte morir y olvidarme me dolió. No me alejes y créeme por favor. —suplicó Carlos con lágrimas en los ojos. Charles lo abrazó y el hombre sacó todo lo que tenía guardado y comenzó a llorar desconsoladamente. —Por favor, no me dejes... no te mueras... no me abandones. Te necesito para vivir, te amo mas que a nada mi amor. Perdóname por ocultarte algo así, no quería que te sintieras inseguro o enojado.

—Shhh, tranquilo.

—No quiero que te mueras, no me dejes sin ti. —decía el español mientras sollozaba.

—No me voy a morir. —aseguró el.

—Me duele tanto recordarte en esa cama h ver como luchabas por sobrevivir. Me duele pensar que te pude haber perdido por una estupidez.

—No lo pienses. Ya paso.

—Te amo mucho Charles, intensa, infinita y desesperadamente. Perdóname, por favor. Perdóname.



Nota de autor:

Bromita 🤗🤗 *la funan*

Por cierto quería agradecerles por todo el apoyo qie le dieron al OS chestappen, los amo mucho. 😭💗

Un padre por contrato || CharlosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora