Un padre por contrato || Charlos

Capitulo 27

*Pues me enfermé y no me morí así que en los próximos capítulos van a sufrir (es broma, pero si quieren no es broma)*

Pasaron dos mese y la rutina continuó siendo la misma: el noviazgo de Charles y Carlos se hacía cada vez más fuerte y su felicidad no paraba de crecer. El la empresa todo marchaba con normalidad, pues el monegasco ya estaba adaptado y se desempeñaba con destreza. Su novio siempre iba a verlo a la empresa, muy orgulloso de su manera de trabajar y su desempeño.

Por otra parte, Isabella estaba muy feliz de que sus papás estuvieran juntos, a veces dormía con ellos en la habitación de Carlos o lograba escabullirse allí algunas mañana. Sin embargo, Charles aún no compartía habitación con su novio, pues prefería mantener cierta privacidad, a pesar de que dormía en su cama la mayor parte del tiempo.

De vez en cuando compartían algunos momentos picantes, pero casi siempre se basaban en caricias. Durante su último encuentro, Charles tuvo un mal presentimiento y unos recuerdos le llegaron a la mente, por lo que desde ahí no han vuelto a intentarlo.

Carlos estaba demasiado feliz: no necesitaba nada más en su vida por que ya lo tenía todo con su hija y su novio. Cada vez estaba mas contento de estar con su amado y no podía imaginarse una vida sin el ni en un millón de años. En ningún momento le paso por la mente volver a abrir su corazón, sin embargo, el destino dio un giro inesperado.

Si bien solía estar contento con las fiestas y las salidas nocturna, nada se comparaba con tener a Charles a su lado, pues cada vez estaba más seguro de que era el hombre de su vida. El era la persona con quien quería pasar el resto de su vida, y podía decir con todo su corazón que lo amaba.

De la misma forma, Charles sentía que estaba en un cuento de hadas, su vida había cambiado por completo y parecía tenerlo todo: un novio magnífico y una hija maravillosa. Jamas se había atrevido a imaginar algo así, pero estaba tan enamorado de Carlos, que no podía imaginar estar separado de él. Lo único que deseaba era poder ser suyo en cuerpo y alma, pero por mas que trataba de ser fuerte, por dentro estaba muy triste por no poder entregarse a su novio por completo.

Sin embargo, el castaño estaba feliz por que disfrutaba mucho de su trabajo, de su rutina diaria y del trabajo. Además, se había hecho amigo de Lando y algunas veces volvía a su anterior casa para pasar un tiempo con Checo, quien estaba de manera formal con Max y ya no peleaban tanto.

***

Era un día normal como cualquier otro y Charles estaba trabajando en su oficina, cuando Carlos fue a buscarla vio a su novio concentrado y lo besó en el cuello.

—Amor, ¿nos vamos?

—Si, deja que termine de guardar algunas cosas y te sigo.

—Okay, te espero abajo.

Cuando llegaron a la casa, Charles fue a la habitación para ducharse, pero Carlos lo detuvo.

—Ve a cambiarte que vamos a salir.

—¿Puedo saber a donde? —preguntó con ansiedad.

—No, es una sorpresa —le sonrió.

El joven subió las escaleras emocionado para arreglarse, mientras que Carlos fue a su cuarto a darse una ducha. Cuando el castaño estuvo listo, bajo a la sala y vio que su novio ya lo estaba esperando.