Capitulo 43.

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                                      Dedicado a Alexandra

Samantha

Dormí con Alexander. No era la primera vez que dormimos en la misma cama. Solo que ahora se sentía bastante diferente y me gustó bastante.

Cuando desperté el ya no estaba, suponía que había ido a trabajar. Yo en cambio me iba a dar el día.

Iría a ver a Tessa a su nueva casa ya que no tenía nada mejor que hacer.

Lo que Alexander me había dicho esa noche, no dejaba de resonar en mi cabeza.

El me había hecho sentir diferentes cosas. Las cosas que me dijo en el club. Cuando me dijo eso, mi entrepierna comenzó a humedederse muy rapido. Con unas simples palabras como esas me puso en ese estado.

Me subí en mi auto y maneje hacia el hospital en donde antes a mi me atendieron.

Alida me había dicho donde se encontraba su hermana recibiendo tratamiento medico después de la paliza que le di.

Mis tacones suenan por la habitación en la que se encuentra Alba.

Alida está sentada, cruzada de brazos y piernas.

— ¿Cómo te encuentras? .— le pregunto a Alba.

— Estás demente . — me responde.

— Te pregunté cómo estabas más no si estaba o no loca. Dime, ¿te han tratado bien?

— Me rompiste la cara.

— Eso era para que pensarás en tus palabras antes de volver a meterte conmigo. Pero no estoy aquí para que hablemos de ti. Ten .- me acerco para extenderle un sobre que traía justamente para ella.

— ¿Que es esto?

_ Ábrelo y descúbrelo. Te va a gustar lo que viene ahí .— le digo sonriendo.

Ella frunce el ceño y voltea a ver a su hermana que continúa en la misma posición.

Alba saca el papel del sobre y lee con detenimiento. Una vez termina de leer, voltea a verme con los ojos bien abiertos.

Creo que no le agrado para nada la sorpresa que le teníamos.

— ¿Que es esto? .— su voz se entrecorta.

—¿Cómo que que es eso? Pues tu renuncia. No necesito más de tus servicios. Así que no te quiero volver a ver rondando por la base por qué te mato. Ya no voy a tener consideración contigo. Gracias por ayudarme a sacar lo que verdaderamente soy.

— ¿Sabes cómo van a reaccionar tus padres cuando se enteren e esto?

— Su opinión me viene valiendo más de lo que crees. Alba, te di la mano y me quisiste pisotear. Pudimos haber podido trabajar sin malos entendidos. Pero siempre querías tenerlos, no entiendo por qué me odias tanto.

— Por qué me quitaste todo lo que me pertenece. Eres una ladrona. Se supone que no debías aceptar el puesto. Si no fuera por ti, ya sería alguien importante frente a los ojos de Valencia.

Cuantas cosas no sabe Alaba.

— ¿Tu crees que yo estoy aquí por puro gusto? Que mal me conoces. Si por mi fuera, rechazaba todo esto. Pero como a ti no te amenazaron de muerte, te fue más sencillo juzgarme.

Se queda callada.

— Tu y los demás me han subestimado muy rápido. Todo lo que he querido hacer es llevar esto en buen camino cosa que tú jamás me lo haz puesto fácil.

Matrimonio Por Contrato Donde viven las historias. Descúbrelo ahora