Alexander
Ordene que llevarán a Samantha a casa después de verla algo rara.
Después de asegurarme de que se fue, fui a buscar a Jayden.
—¿Que le dijiste a Samantha que se veía rara después de que tú te la llevarás? .— le pregunto apenas lo veo.
Jayden voltea a verme con una sonrisa.
—Nada, primito, pronto lo sabrás .— me pega en el hombro y se aleja de mi.
Frunzo el ceño.
Samantha está rara, lo ha estado últimamente. Y siempre lo e dicho. Algo se está escondiendo y no me lo quiere contar.
Voy en busca de Raúl después de pasar tiempo ahí parado sin hacer nada.
Mi mejor amigo se encontraba aqui, había vendió con Tessa.
— Necesito hablar a solas contigo .— le digo, irrumpiendo en su oficina.
Tenía a Tessa sentada en su regazo y estaban muy pegados.
— ¿Sabes tocar la puerta? .— me pregunta, irritado y con el ceño fruncido.
— No. Tess, ¿nos das un momento?
Tessa asiente y se levanta del regazo de mi amigo para salir. Raúl me ve con los brazos cruzados. Se que no le gustó nada el hecho de que interrumpí un momento, si se le puede llamar íntimo con su pareja.
Me observa con los brazos cruzados y aún permanece sentado en su silla.
— ¿Ya llegaron los británicos?
— No. Aún no llegan, me dijeron que estaban en su vuelo .— me dice.
— Bien.
— ¿Por qué estás tan serio? Digo, no creo que hayas venido aquí a interrumpír mis cosas con Tessa solo por qué si.
Lo observo.
Me siento en una silla delante de su escritorio.
— En realidad si hay algo más. Algo que me está martillado la cabeza hasta más no poder.
— ¿Que es o que?
— Es sobre Samantha.
— ¿Que tiene Sammy?
— ¿No la has visto rara estos últimos días?
— Sam es rara, pero definamos, rara.
— No seas idiota, Raúl.
— ¿Que? ¿Ahora que dije?
— Esto es serio.
— Bueno, pues.
— Siento que Samantha me oculta algo pero no me lo quiere confesar.
— Será por algo.
— ¿Y por qué sería según tu, don sabio? .— me recargo en el respaldo de la silla y lo observo de brazos cruzados.
— Pues no lo sé. A lo mejor y es algo muy privado de ella. Tampoco la puedes obligar a confesarte todos sus secretos. Tu tienes muchos que aún no le platicas a ella por qué dices que son bastante delicados y personales como para contárselos.
— Aún así, me parece raro la actitud que últimamente a estado tomando. No es una actitud mala. Si no una actitud más desafiante. ¿Recuerdas como era antes de que le enseñaramos lo de la defensa personal y eso?
— Si.
— ¿No te da la sensación de que ahora parece no tenerle miedo a eso?
— Está bien. No sospeches idioteces, Ale. Sammy está cambiando y lo hace para bien. Tampoco te martilles la cabeza pensando que es algo malo. ¿O por qué lo dices? ¿Te han dicho algo malo de ella?
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Matrimonio Por Contrato
General FictionSamantha, una sencilla mujer con un futuro brillante por delante, y sueños de esperanza. Se verá obligada a casarse con un hombre egocéntrico que detesta la vida, para así salvar su pequeño emprendimiento de las garras de su ex marido. La conviven...