Alexander
— ¡Suéltame! ¡Suéltame! .— grita, Raúl.
No hago caso, someto mi agarre y lo intensificó.
El se continúa quejando.
— Alexander, ya suéltalo .— indica mi papá.
Suelto por fin a mi amigo.
El se levanta del piso y mueve su brazo derecho, el que se lo torci para mantenerlo sometido.
— Te pasaste esta vez. Ve como me dejaste mi brazo, parece matraca.
— Dijiste que me ibas a ganar, ¿que paso? .— me burlo.
— Me agarraste desprevenido.
— Si claro.
— Bajen de ahí .— nos dice mi tío.
Raúl y yo hacemos caso y nos acercamos hacia los dos hombres que tenemos enfrente.
— Andan muy bajos de rendimiento, ¿puedo saber la razón? .— nos habla papá.
— No lo se. Quizás, ¿por qué nadie quiere entrenar en la jodida madrugada? .— contesto.
— Ni si quiera es tan tarde.
— Papá, son las seis de la mañana.
Papá voltea verse el reloj para voltear a verme otra vez.
— Si, bueno, es de suma importancia.
— Pudimos haber entrenado en la tarde.
— No íbamos a poder. En la tarde dejo el puesto oficialmente.
— Sigo sin entender por qué lo hace .— le dice mi amigo.
— Me quiero comenzar a enfocar en algunas cosas que son más importantes. Sobre todo, ustedes .— nos señala —. Ya sabían que no iba a quedarme tanto tiempo en el puesto.
— Si, pero se lo estás dejando en bandeja de plata a Jayden.
— Jayden no pasará jamás al mandato .— aclara mi tío.
— ¿Que nos lo asegura? Prácticamente toda la familia lo quiere al mando.
— La familia no tiene gran voto en este asunto, solo son gente de relleno. Así que no te preocupes, que por mi van a tener que pasar si quieren dejar a Jayden en mi lugar.
Esto no está bien. Para nada bien y soy consiente de que se puede ir al carajo todo.
— No piensen en eso, mejor ya vayan a descansar, regresen aquí por la tarde. Sean puntuales si no quieren que Adrik les vuelva a jalar las orejas .— nos dice, Vladimir.
— Advertidos están .— complementa, papá, cruzado de brazos.
Raúl y yo salimos de aquella sala y caminamos en silencio hacia la salida.
Pero antes de salir, detengo mi paso.
— ¿Que sucede? .— me pregunta.
— Vete tu, yo me quedaré un rato para pensar en un par de cosas.
— ¿Estás seguro? Llegamos juntos, ¿cómo te irás a casa?
— Le pido un coche prestado a papá.
— No te va a querer prestar nada. No después de que casi te matas con uno de sus más costosos carros.
Olvidaba eso.
— Mejor quedate las llaves del mío, y yo le pido a Vladimir que me preste uno .— me dice.
— ¿Seguro?
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Matrimonio Por Contrato
Fiksi UmumSamantha, una sencilla mujer con un futuro brillante por delante, y sueños de esperanza. Se verá obligada a casarse con un hombre egocéntrico que detesta la vida, para así salvar su pequeño emprendimiento de las garras de su ex marido. La conviven...