Matrimonio Por Contrato

Capitulo 18.

Alexander

La cabeza estaba a punto de explotarme. Y es que apartir de la bebida que Amanda me acerco perdí el control completo.

Samantha la corrió de la fiesta de una forma no muy agradable.

Le había pedido a papá que me diera algo que me pusiera algo sobrio, pero se lo fue a pedir al idiota de Raúl y no hizo más que emborracharme aún mas.

Ahora me encontraba sentado en mi asiento mientras veía a la gente bailar.

Yo ya estaba que me moría de la borrachera que me pegue y no sabía si podía aguantar más.

Del otro lado de la pista se encontraba Raúl besandose con quién creo que es Tessa, la mejor amiga de mi esposa.

Abrí los ojos en sorpresa al ver eso. Y como pude me pare de mi lugar e intente acercarme a ellos.

Pero mis tíos y primos me capturaron para meterme una botella de licor en la maldita boca.

Termine tomando casi media botella.

Esto ya era un desastre andante.

Mande todo a la fregada y me fui a acostar en una mesa. El sueño me estaba ganando.

Ya sabía yo que no tenía que emborracharme de más por qué mañana que Samantha y yo íbamos a Rusia no iba ni poder sostenerme.

Pero me valió un comino y bebi en exceso.

Desperté cuando alguien me hecho una cubeta de agua fría en todo el cuerpo.

— ¿Que paso? .- me paro de dónde estaba.

— Ya vámonos .- habla, Samantha frotándose los ojos. Tambien está borracha.

Volteo para todos lados y puedo notar que no hay nadie.

¿Pues cuánto tiempo me dormi?

— ¿Y mi papá? .- pregunto.

— Dando indicaciones. Ya todos se fueron.

— Vamonos.

Tomo mi celular y mi saco y me lo pongo.

Voy apoyándome de las mesas y pilares. Estaba muy borracho.

Logro ver a papá quien se acerca a nosostros.

— Vámonos a casa. Están demasiado tomados para irse solos, entonces pasarán el resto de la noche en mi casa y mañana temprano se van a Rusia.

Ambos asentimos y nos subimos en la camioneta negra que ya estaba esperando por ambos.

Apenas subo caigo rendido en sueño nuevamente.

•••

Esperaba al menos que a Samantha y a mi nos dieran habíaciones diferentes, pero al parecer eso sería imposible.

Ya que papá no estaba dispuesto a darnos una habitación a cada uno, tuvimos que compartir habitación.

Ella dormiría en la cama y yo en un sofá cama.

Mientras ella permanecía en la habitación, cambiándose, yo permanecía en baño intentando vomitar todo el alcohol que ingeri.

Abrí la regadera con el agua fría y rápidamente me metí.

Era para quitarme la borrachera y pudiera ser más conciente de lo que hacía.