El consejo se estaba reuniendo casi todos los días, los cinco clanes estaban nerviosos, desde que había llegado la noticia de que un ejercito había entrado en territorio glaumo bajo el liderazgo del consorte de Alban, el pánico se había convertido en lo típico, los comerciantes temían salir de la ciudad para ir a comerciar con los pueblos, los barcos traían noticias de que se reunía un ejercito en el norte para hacer frente al invasor y cada día llegaba la noticia de mas clanes que eran derrotados por el ejercito del consorte.
- En el norte se esta reuniendo un ejercito que reúne a todos los clanes - dijo el explorador ante el consejo - pero el ejercito del consorte no parece marchar a su encuentro.
El silencio se apodero de la sala mientras los miembros de cada clan susurraban entre ellos.
- Debemos hacer algo - dijo Honorio en ese momento que se le concedió la palabra - los exploradores que hemos enviado afirman que Whitewood avanza hacia la costa, me parece mas que obvio cual es su objetivo, nosotros.
La verdad era que todos tenían miedo, en tan solo dos mese el consorte no solo había repelido a los clanes que habían asaltado las montañas, también había incursionado en su territorio y derrotando a todo clan o señor en varios cientos de kilómetros al interior del territorio, se decía que el gran Polos Espada de Sangre se había rendido sin luchar y que ahora sus guerreros marchaban al frente de la formación del ejercito del consorte.
- ¿Que propones Honorio? - pregunto Zegno que era un anciano de barba y cabellera blanca.
- Debemos actuar, comenzar a reunir a nuestro ejercito y fortificar nuestras defensas - dijo con decisión, era militar, joven y valiente, jefe del clan Norwen, uno de los cinco clanes que gobernaba Glaumiria.
- Nosotros no fuimos partícipes del ataque perpetrado contra Alban - dijo entonces Griselda la representante del clan Ravnuk, una señora que ya llegaba a los cincuenta años y que tenía una cabellera ya gris por las canas - si nos preparamos armando un ejercito, el consorte nos veria como una amenaza y tendría la excusa que necesita para atacarnos.
- Entonces ¿qué propones? - pregunto Glauco, el representante del clan Corven indignado - quedarnos sin hacer nada cuando sabemos que un ejercito extranjero se acerca a nuestras puertas.
La tensión se había estado acumulado por meses y ahora que el enemigo parecía tan cerca de ellos la dejaban salir sin miedo a las consecuencias. El pueblo no estaba mejor, las gentes de los poblados cercanos comenzaban a buscar la protección de los muros de la ciudad y causando aun mas pánico a los habitantes de Glaumiria.
- Lo que debemos hacer es buscar cualquier forma de impedir una guerra - dijo entonces Zegno - no tenemos un solo motivo por el cual luchar contra Alban, somos socios comerciales, nunca hemos alzado nuestras armas en su contra o ellos en la nuestra, los glaumos del norte se buscaron esto por si mismo, no pienso llevar a los hombres de mi clan a una guerra que no podemos ganar.
- Solo dices eso porque no tienes el valor de luchar - lo recrimino Glauco.
- Insulta de nuevo a mi abuelo - dijo uno de los jóvenes miembros del clan Magnaf - y te cortaré el cuello.
- Quiero ver que lo intentes mocoso - dijo Glauco levantándose.
- ¡Basta! - grito Zegno mientras se levantaba - ¡Pelinor no vuelvas a tomar la palabra sin permiso!¡Glauco dudo que a tu padre le guste saber que me insultes a mi, a tu padrino!
Pelinor se volvió sentar en su asiento y Glauco dejo ver la vergüenza una vez que volvió a tener control sobre si mismo.
- Lo lamento Zegno - dijo con un tono casi infantil - sabes que nunca diria eso si no...
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La Nueva Sangre
FantasyTercer Libro y ultimo de la saga. Primero Leer El Consorte y La Reina, después Legitima y finalmente este libro. La Reina Maria dedica sus esfuerzos a restaurar su reino luego de la guerra contra el Usurpador y consolidar la paz, mientras que Andros...