Abandono la puerta seguido por dos de sus guardias, montaban en sus caballos y seguían la calle principal en dirección al palacio donde en esos momento debían estar los miembros del consejo reunidos por la noticia de la llegada del ejército, en las calles muchas personas se encontraban cerrando las puertas y ventanas de sus casas, muchos hombres y mujeres salían en dirección la plaza central, seguramente a la espera de un comunicado ahora que tenían al ejército en las puertas de la ciudad, en la ciudad ahora había una cantidad enorme de gente, muchas mas de la que Pelinor había visto nunca, tenían mucha comida como para resistir un asedio, eso era verdad, pero no estaba seguro de poder resistir un asalto de esas fuerzas, el consorte de Alban había traído a un ejército mucho mayor del que había imaginado, esperaba que sus fuerzas estuvieran diezmadas luego de aquella gran batalla de la que les habían informado hacía unas semanas, pero ahora tenía una ventaja terrible sobre ellos.
Al llegar al palacio encontraron las puertas abiertas y varios hombres de los cinco clanes montando guardia fuera, al llegar lo dejaron pasar sin hacer preguntas, en el interior del gran salón de juntas encontró a los cinco señores de los clanes reunidos, pero en un silencio sepultura, seguramente esperaban algún informe y era justamente Pelinor el que debía encargarse de transmitirlo a ellos.
Cuando entró las miradas de todos se clavaron en él y se aproximo al centro del gran círculo de mármol, los cinco jefes lo observaron.
- El ejército de Whitewood está fuera - dijo con rapidez - deben ser más de treinta mil hombres.
En ese momento muchos de los presentes comenzaron a susurrar entre ellos.
- ¿Como puede ser eso posible? - preguntó Griselda del clan Ravnuk - se supone que tenia poco mas de diez mil y que se enfrentó a casi veinte mil de los glaumos del norte, ¿como pudo triplicar sus números?
- Tendríamos que haber marchado con los demás - dijo enfadado Glauco del clan Norwen - si nuestras fuerzas hubieran participado seguramente habríamos acabado con Whitewood.
- Eres mas estúpido de lo que creía - dijo Edelina con rapidez - lo superaban dos a uno y aun asi líquido a sus enemigos, realmente crees que si hubiéramos llegado a tiempo podríamos haber hecho algo y ni siquiera habríamos llegado a tiempo - continuo Edelina implacable como siempre - tardaríamos una semana en llegar y seguramente nos hubiéramos enfrentados a Whitewood en campo abierto solos y contra su ejército completo, nos habría aniquilado.
- Y ahora estamos aquí encerrados como ratas - dijo agresivo Honorio - está en nuestra tierra y con el poder suficiente como para tomar la ciudad.
- No tiene flota - dijo uno de los capitanes de barco - seguramente podremos hacer algo.
- ¡Tengo más noticias! - dijo con fuerza Pelinor mientras tomaba la espada y golpeaba con la empuñadura en una de las butacas de madera del centro, eso llamo la atención de todos - he hablado con Andros Whitewood en persona.
Los jefes se callaron y todos lo observaron con atención.
- Se acercó solo con una bandera blanca - dijo antes de que nadie pudiera decir nada - y ha dicho cuales son sus términos.
- ¿Qué es lo que ofrece? - preguntó su abuelo tomando la palabra desde su asiento.
- Ha dicho que quiere la paz con nosotros, pero a cambio de que le juremos lealtad, quiere que nuestras espadas nunca vuelvan a dirigirse en contra de Alban o Reindlad - dijo mientras observaba las expresiones de todos - podremos seguir gobernandonos nosotros mismos, no tocara nuestras tierras ni nuestras propiedades, nuestras costumbres y religión serán respetadas, pero debemos jurarle vasallaje, tenemos un día según sus palabras para responder, si no lo hacemos atacara la ciudad con todo su poder.

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La Nueva Sangre
FantasíaTercer Libro y ultimo de la saga. Primero Leer El Consorte y La Reina, después Legitima y finalmente este libro. La Reina Maria dedica sus esfuerzos a restaurar su reino luego de la guerra contra el Usurpador y consolidar la paz, mientras que Andros...