MADDIE
Me da tanta pesadez entrar a esta enorme casa que nunca me acogió, era mía porque existía un papel con mi nombre, pero jamás la sentí mía.
—Maddie ya han llegado —escucho la voz de Mia.
—Gracias Mia, ¿me ayudas con lo que te dije? —cuestiono.
—Por supuesto ¿pero estas segura? —cuestiona.
—Es lo mejor Mia, debo irme. —digo.
Ella me ve con pena, pero termina accedió.
Me adentré en la sala y me senté, mi madre fue la primera en entrar, tras ella iba mi padre, Lexie y los seguían, Santiago Ian y Adrián.
—¿Está todo bien? —cuestiona Lexie.
—Nada está bien Lexie hace años que nada está bien. —digo sin más.
—¿Qué sucede Maddie? —cuestiona mi madre.
—¿Aún quieres que responda tu pregunta? Mamá—cuestiono.
—¿Cuál cariño? —dice.
—¿Quieres saber porque no me fui cuando paso lo de Erick? —pregunto.
Ella solo asiente, todos se han sentado y me observan.
—Me fui huyendo de mis sentimientos mama, no solo por lo que creía sentir por Santiago, si no por todo...—guardo silencio un momento.
—Desde qué tengo memoria, me he sentido fuera de sí misma, algo nunca encajo, durante 15 años viví bajo la sobra de Lexie, la hija perfecta, la hermana, la novia, la amiga perfecta, la reina de los bailes— respiré profundo— tu y yo nunca tuvimos una relación estable de madre e hija, no salíamos por un café, nunca salimos a cenar o almorzar solas, no solías llevarme a lugares turísticos, al club o museos. No íbamos de compras, siempre eras tú y Lexie, ¿alguna vez te preguntaste porque Mamá? ¿Quieres saber por qué? Jamás tuve el valor Mamá, las únicas 2 veces que fuimos me sentí como un maldito bicho, las tallas eran pequeñas, los colores no asentaban con mi piel, no escuché que sugirieras alguna prenda para mí, ¿porque?, no lo sé, quizás no sabías mi talla, quizás no conocías mi gusto o simplemente no te importaba. NUNCA te sentaste a la orilla de mi cama a preguntarme si está bien. Todo era Lexie Mamá, Malia solía llevarme de compras y ¿sabes que hacía? Llama un día antes a la tienda y pedía que prepararán prendas de mis tallas, para que las primeras prendas que me diera la asesora me quedarán y no me sintiera mal, por pedir otra talla. Lo hacía porque ella me quería, me crío, me cuido, estuvo ahí, cuando los gritos de divorcio y peleas absurdas resonaban en esta enorme casa, cuando corría a mi habitación y me escondía en el armario, me llevaba comida, me acariciaba la mejilla, trenzada mi cabello y dejaba que durmiera en su regazo. ¿Puedes entender la magnitud de eso mamá? ¿Estás segura que puedes soportar escucharlo? —me detengo.
—Maddie...—dice.
—Porque yo no, yo no puedo mamá, Lexie nunca se sentó junto a mí, no fue a mi habitación a preguntar si estaba bien, si ya había cenado, jamás revisaron mis notas, cierto, nunca hubo necesidad de ello, era dedicada, inteligente, disciplinada, en fin, nunca tuve una hermana que se preocupara. Yo estaba enamorada o eso creía, era tan ingenua mama que me conformaba con pequeños gestos de cariño, creía en que la gente me veía con ternura cuando en realidad era por lastima. —explico. —me deje llevar, estaba tan vacía que pensé llenar ese vacío en la forma más absurda, buscaba amor en alguien a quien no le interesaba, la desilusión y la desesperación, invadió mi cuerpo, mi alma, quise escapar, huir de esta casa, de mi familia, de mis amigos y por eso hace diez años que decidí irme, sin decirle a nadie, con la excusa de tener un verano diferente, intenté escapar, de mis miedos, de mi flaquezas y de la enorme soledad que invadía de esta casa, la habitación en la que dormida y mi vida, quería irme lejos, no tenía deseos de saber de nada, pensaba: cuando acabe el verano y regrese todo estará bien— un quejido invadió aquel salón, las lágrimas rodaron sobre mis mejillas y el nudo en mi garganta se presentó, coloque mis manos sobre mi estómago, tratando de ocultar mi fragilidad, respire profundo.
—Maddie lo siento mucho —dice Lexie.
—Al llegar al campamento conocí a Erick, al igual que aquí, simplemente era una niña millonaria sin gracia. Él me vio tan frágil y sola, al principio todo era diferente, él era bueno, me "entendía" semanas después ya me había acostumbrado, y solo faltaban pocos días para regresar, llame a casa y Malia dijo que mi habitación estaba invadida de muebles viejos, ustedes habían remplazado mi ausencia con ellos. Así que Erick me convenció de terminar el bachillerato en el internado. Le tomé cariño, sentía que era lo único que tenía, solo fueron a visitarme unas cuantas veces y de lo único que hablan eran que Lexie se graduaría de la universidad, viajaría no se a dónde, que tenía un contrato de modelaje ... y en serio me sentía feliz, pero yo esperaba más, necesitaba más. —Lágrimas en abundancia invadían mi rostro con el delineado corrido y la nariz roja.
—En fin, ya sabes cómo termino todo, arruine todo con él, con Polh, con ustedes...—digo
—Yo nunca te entendí, y no porque no te amará, siempre supe lo diferente que eras, y no quería hacerte cambiar, por eso mantenía mi distancia, no justifico mi ausencia en tu vida ni la falta de cariño, pero yo soy tu madre Maddison y te ayudaría en lo fuera. Debiste buscarme. — hablo entre lágrimas. Aquella mujer fuerte que siempre había sido mi madre estaba ahí desconsolada por las palabras que acaba de escuchar.
—No todo fue tu culpa mama, mi padre también me abandono cuando más lo necesitaba, también rehízo su vida y yo me quede a un lado, incluso Lexie. —digo.
—Maddie, de verdad lo siento todo esto es nuestra culpa –habla mi padre.
—No, ya me cansé de culparlos, de hacerme la víctima, ya no quiero culparlos no puedo hacerlo más esto también es mi culpa, Arthur está muerto, Erick está muerto y nosotros... nosotros estamos rotos, así que no esto no es solo tu culpa madre, ni tampoco solo la tuya papa, ni siquiera la de Lexie, es mía y de nadie más. —digo.
—Maddie, tu nos necesitabas y no supimos estar allí, nosotros somos tu familia y debimos haber cuidado de ti. —dice mi padre.
—Puede ser, pero mis acciones no han sido buenas, por eso tome la decisión de irme, necesito sanar mi niña interior y hacer las cosas bien como una mujer de verdad. —digo.
—¿Te iras? —cuestiona Ian.
—Sí, pero no huiré a nuevo país, no voy a enfrentar las cosas sola y lejos de aquí, pero debía abrirle mi corazón y decirle lo que siento y también para disculparme con todos, perdón por traer caos a sus vidas, por arruinar tu propuesta de matrimonio Adrián, por engañarte y no saber valorarte Ian, por culparte y quizás tu ni siquiera tenías la culpa Lexie, perdóname mama por dejar que nuestra relación no fuera suficiente, perdóname papa por decepcionarte sé que esperabas mucho de mí, Santiago perdóname por amarte de obsesivamente. —digo.
Todos me observan en silencio, ven a mía llegar con mis maletas.
—Me voy porque necesito hacer las cosas bien, necesito estar bien y debo hacerlo sola, pero deben saber que valoro mucho todo lo que hicieron por mí, por el cariño y el amor. —digo.
Me acerco a mi madre y limpio sus lágrimas, nuestra relación estaba rota, pero era mi madre y la ama, mi corazón la había perdonado por su constante indiferencia. Abrazo a mi padre, él era mi adoración y yo la suya, pero recompensar mis errores solo me había provocado equivocarme más.
abrazó a Lexie, Adrián e Ian, me despedí y empecé a salir, dejándolos atrás.
—Te veo afuera—susurro pasando a lado de Santiago.
Abrazo a Malia tan fuerte, Maliaera alguien importante para mí, nunca nadie me entiendo como ella.
HOY TENGO EL CORAZON ROTO!!!
LES DEJO EL PRIMER CAP DE LA SEMANA!
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JUEGOS DE SEDUCCIÓN (+18)
RandomMADDIE regresa después de 8 años a casa, ella se fue huyendo de sus sentimientos y el regresar debería ser más fácil pero se ve envuelta en un sin fin de emociones y mentiras. Para su antiguo grupo de amigos ahora es una desconocida, regreso para co...