JUEGOS DE SEDUCCIÓN (+18)

COACHELLA

Y aunque el verano aun no esté cerca, cada uno ha seguido su vida laboral, las fiestas cada fin de mes pararían, Emma, Santiago siguieron su segunda carrera, al faltarme casi 4 semestres de finanzas decidí seguir, así que aun pude escribirme a la misma universidad. Lexie quien ya tiene su propio Bufete de abogados ha estado llena de trabajo, ella y Adrián hacen buen equipo.

—¿Ya subieron todas tus maletas? —interroga Lexie.

—si tranquila, mejor date prisa que vuelo salen en dos horas y aun pasaremos a comer algo —digo

—de acuerdo ya terminé, ¿Arthur nos llevará? —cuestiona

—si mama dijo que él nos llevara —digo rondado los ojos, Lexie solía estresarse en cada viaje.

Emma, Ian y Santiago ya se encontraban en el aeropuerto, solo esperábamos a Adrián quien había trabajado en un caso el medio día, el festival empieza en dos días, pero decidimos irnos antes para no correr a última hora.

Pasamos casi cinco horas en llegar al Indian Wells Resort Hotel donde nos hospedaríamos.

—¿quieren comer algo? —pregunta Santiago.

—yo la verdad si tengo hambre, así que iré a ducharme y bajamos al restaurante. ¿les parece? —sugiere Emma

—si yo también necesito una ducha —digo

—Bien, subamos a ducharnos, luego nos vemos en el restaurante. —dice Ian.

Todos pedimos habitaciones separadas a excepción de Adrián y Lexie. Me duche el clima aquí sin duda era más cálido, me coloque un vestido corto a las rodillas, color rosa claro, zapatos abiertos con trasparencia blancos, un bolso blanco, y un blazer a juego con los zapatos, me maquille y baje.

Cenamos, pasamos hablando sobre qué haríamos los próximos días.

MADDIE

Es el siguiente día, casi medio día Emma y Lexie han salido de compras, adrián, Ian y Santiago se relejaban por el hotel

Yo, yo me había quedado en la cama hasta tarde, ya me había duchado y arreglado con unos jeans, tenis y una camisa over size. Saldría a comer algo, tomo mi bolso al momento que lo hago escucho pequeños golpes en la puerta asumo que es la de limpieza.

—Adelante —Digo sin darme la vuelta —puede empezar por la habitación por favor —Indico.

—¿De verdad? —escucho su voz. Me volteo espantada, mientras él sonríe.

—lo lamento pensé que era la señora de limpieza, pasa por favor —digo colocándome el ultimo pendiente.

—¿quieres que te ayude con eso? —dice señalado el collar.

—por favor —digo dándole el collar

Me doy la espalda y me hago el cabello a un lado. Sus manos rozan mi cuello lo que me provoca un pequeño escalofrió, termina de abrochar el collar, pero su respiración sigue muy cerca de mi cuello. Siento que el corazón se me detiene ¿Cómo un pequeño gesto puede encenderte tanto?

Deja un beso en mi cuello, cierro los ojos apretados por la sensación explosiva dentro de mí.

Me volteo y quedamos frente a frente, me sonríe tan suavemente, lo observo por unos segundos, me veo reflejada en sus ojos, ¿Qué es esta sensación que tengo dentro de mí? Después de tantos años ¿aún sigo enamorada de él? Estos casi cuatro meses que llevo aquí me he dicho que no, que después de casi ocho años ese amor ya no existía.

—lamento interrumpir, limpiare la habitación. —escucho la voz de la camarera.

—adelante, empiece con la habitación, gracias —digo tragando aquel nudo de pensamientos.