Observo las olas del mar, siempre he admirado la belleza de él, amo el mar y aunque le tengo miedo, no le quita lo interesante y maravilloso que es.
Quizás Ian era como el mar, aunque ayer no estuvo en mi cumpleaños, no significa que no le importe, eso no le restaba lo maravilloso que es, era un simple cumpleaños qué más da.
Sigo perdida parada en aquel barandal, la brisa acariciando, tenía muchos sentimientos encontrados.
—¿Maddie? —escucho la voz que reconozco perfectamente.
—Santiago, buenos días —digo saludando.
—Buenos días ¿Qué haces tan temprano aquí, con este clima? —cuestiono.
—Necesitaba pensar —respondo sin más.
—¿No has dormido verdad? —cuestiona.
Llegando a mi lado, yo solo niego con la cabeza.
Permanezco en silencio, hablaba enserió cuando dije que quería pensar.
—Nunca imagine verte sufrir por mi mejor amigo— Dice.
Sus palabras me dan curiosidad
—¿Y por quién sí? ¿Por ti? —cuestiono posando mi mirada en él.
—No, claro que no, yo no podría hacerte daño Maddie— dice.
Regreso mi mirada al mar, pues no confiaba en él sus palabras decían algo, pero sus actos me dejaban mucho que pensar.
—Lo decía porque también eres mi mejor amiga— dice.
Solo asiento sigo en silencio porque no quiero hablar, no quiero ser grosera, pero tampoco me incómoda.
—¿Maddie? — llama mi atención.
Finalmente me doy vuelta a hacía él.
—No debes sufrir por él, ni por nadie Maddie— no estoy sufriendo —Corrijo.
—¡Por Dios Maddie! No tienes que hacerte esto, está bien admitir que a veces las cosas no salen como quieres— Habla.
—¿Qué quieres decir? Mmmm— encaro caminando y haciendo que dé pasos atrás.
—Maddie, por favor escucha sé que estas frustradas y quizás decepcionada, pero...— pero ¿qué? ¿Quieres que admita que me equivoque que no debí escogerlo a él si no a ti? — interrogó molesta
No sé por qué me siento llena de coraje y enojo
—Yo jamás dije eso— Habla desconcentrado.
—No hace falta sé que lo piensas, ¿te haría sentir mejor si estuviera así por ti? — cuestiono.
Niega rotundamente con la cabeza.
—Olvídalo Maddie— habla caminando a su auto.
Tomo su mano impulsivamente
—Déjame decirte que eres un mal amigo, con Ian y conmigo. — escupo, el me observa en silencio— No deberías decirme esto— me observa y traga en seco.
—Maddie, Ian—
— Ya déjame en paz Santiago, estoy abrumada de acuerdo, ¿porque diablos quieres hacerme creer que fracase? Eres un egoísta, ya supérame de una vez por toda, entiende que no te le elegí y que quiero ser feliz y no es contigo— digo aquello eufórica.
Él me ve desconcentrado y nostálgico
Suelto su mano y me paso la mano por el rostro me arrepiento de lo que he dicho.
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JUEGOS DE SEDUCCIÓN (+18)
AléatoireMADDIE regresa después de 8 años a casa, ella se fue huyendo de sus sentimientos y el regresar debería ser más fácil pero se ve envuelta en un sin fin de emociones y mentiras. Para su antiguo grupo de amigos ahora es una desconocida, regreso para co...