EL MIRADOR

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Han pasado dos semanas desde que llegue sin duda todo ha cambiado, mi madre y Lexie me han llevado de compras y aunque ahora me queden las tallas, la misma sensación de ser una extraña entre mi madre y mi hermana sigue apareciendo.

Mi teléfono vibro, lo tomé de la mesita de noche y vi la notificación de un mensaje de Santiago.

''Hola, ¿estas ocupada? - leí

Hola. No ¿Qué sucede? - envié

Salgamos algún lado a donde quieras- contesto

De acuerdo paso por ti en diez, ya sé dónde ir- envié

De acuerdo''

Estaba frente a su casa, mientras lo esperaba, terminaba de enviar un correo tenía un proyecto en mente y estaba ansiosa por llevarlo a cabo.

—te ves muy entretenida —dijo entrando al auto. —Hola ¿A dónde vamos? —hablo saludándome

—es un proyecto que llevaré acabo, e iremos a mi lugar favorito, pero primero pasaremos por pizza, vino y otras cosas. ¿no tienes problema con eso? Verdad —interrogue

—claro que no —sonrió abrochando su cinturón —lindo auto —alago

—lo sé—sonreí

Llegamos a un mirador, donde se veía toda la ciudad al otro lado, unas hermosas montañas, el clima era cálido, un viento leve, abrí la cajuela del auto y saqué una manta que Malia me había dado, la colocamos en el césped de aquel lugar, Santiago acomodo todo y se sentó a mi lado.

—Escogiste un bonito lugar —exclamo.

—Lo sé, es bonito y muy tranquilo —digo.

—si eso veo. —hablo, abriendo la caja de pizza frente a mí para que tomara una rebanada.

—Gracias —Agradecí

Comimos y tomamos un poco de vino, mientras contemplábamos aquel lugar, me recosté viendo al cielo.

—¿recuerdas cuando veíamos las nubes y solíamos decir que tenían formas? —Interrogue

—Si siempre solías confundir los elefantes con un unicornio—Hablo riendo.

—No es verdad, tu a las tortugas con pájaros —dije empujándolo.

—Siempre fuiste muy rara —Dijo en defensa

—Oye... estoy ofendida, pero tienes razón — admití.

—en serio, es genial este lugar ¿cómo lo descubriste? A penas llevas semanas aquí—Interrogó.

—Crecí aquí Santiago, no olvides eso, pero pase por la carretera y me intrigó así que conduje hasta aquí—Explique.

—Es verdad, que bueno que volviste Maddison—susurro.

Ambos guardamos silencio unos minutos el me observo el perfil.

—Maddie, no olvide lo que pasó la primera noche cuando regresaste, solo que no quería arruinarlo, por eso no he tocado el tema—hablo finalmente captando mi atención.

—Está bien Santiago, no pasa nada, solo fue sexo—Respondí.

—Lo sé, pero eres mi amiga y no quería hacerte sentir incomoda, yo no sabía que decir —aclaro.

—No pasa nada, descuida no tienes que decir nada, somos adultos no hay porque presionarnos —Añado.

—así es —dijo nada más

JUEGOS DE SEDUCCIÓN (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora