NUESTRO FIN

8 1 1
                                    

MADDIE

Mia ha subido las maletas al coche y está esperándome afuera, me he sentado a esperar a Santiago en el jardín, con la charla era diferente.

—Estoy aquí —habla a mi espalda.

—Siéntate por favor —digo.

—¿Qué pasa? —cuestiona.

—Durante muchos años te he amado Santiago, tanto que me obsesione contigo, te culpe por irme por no quererme, no entendía muchas cosas, pero ahora lo hago Santiago. —digo.

—¿A qué viene todo esto? —habla con la voz ronca.

—A que este es el fin Santiago, nuestro fin —digo viéndolo directamente a los ojos.

—Maddie yo no...—murmulla.

—Aquella tarde cuando me drogaste para que huyéramos entendí muchas cosa, luego ver que arriesgaras tu vida por mí un ay otra vez lo comprendí, estamos Santiago nuestro amor es tan absorbente que nos hace daño, nos hundimos uno al otro, nos mentimos, nos traicionamos y huimos uno del otro pero siempre terminamos regresando al mismo lugar y nos hacemos daño, yo te amo Santiago y sé que me amas, lo sé porque veo la manera en la me miras, el cómo cuidas de mí y las atenciones que me das, pero también tu obsesión por estar conmigo. Y nada de eso es sano, porque yo daría mi vida por ti, tu darías tu vida por mí, ¿ves el patrón—cuestiono.

El solo me observa, tengo un enorme nudo en la garganta, despedirse y dejar ir a la persona que amas nunca era fácil.

—Una parte de mí siempre te amara y te va a pertenecer, sin mencionar nuestra infancia juntos y por eso mismo te ruego Santiago déjame irme, por favor yo necesito soltarte y tú también —suplico.

—No sé cómo hacerlo Maddie, yo te amo, te amo de una manera tan intensa que siento volverme loco, no puedo imaginar mi vida ni mi futuro sin ti, tu eres parte de mí, mi corazón te busca en cada espacio, mis ojos anhelan desesperadamente verte, mis manos ansían tomar las tuyas y no soltarlas nunca, mi cuerpo tiene ansia por cada centímetro de tu piel, cada vez que te veo Maddie siento como mi corazón deja mi cuerpo y salta al tuyo—habla con dificulta.

Lo observo me duele verlo así, pero no podía permitir que ese amor lo siguiera hundiendo.

—No puedo permitir que sigas hundiéndote por mi Santiago, te amo demasiado para permitirlo, ambos nos amamos pero no sabemos hacerlo de forma sana porque nadie nos enseñó, ambos venimos de hogares rotos, tu madre te abandono a ti y a tu padre y aunque no lo sabias eso abrió una herida en ti, mis padres destruyeron nuestro hogar y nos dejaron a la deriva a Lexie y a mí, ella pudo cambiar eso pero yo no, aún no he podido, es por eso que no controlamos lo que sentimos, el amor Santiago, el amor es complicado y valiente es audaz y complementario, pero también es consumidor, nos ha venido consumiendo poco a poco y nos hemos podido estar juntos porque hemos cometido tantos errores por el amor que nos tenemos. —trato de explicarle.

Reniega mientras pisotea el césped, finalmente se pone de pie, inhala una y otra vez.

—Lo entiendo Maddie, realmente lo hago sé que estamos mal y que ambos merecemos seguir, emperezar de nuevo, aunque eso signifique estar separados. —dice.

—No puedo ser egoísta contigo Santiago, no puedo pedirte que te quedes a mi lado después de todo lo que ha pasado no sería justo y aunque tú quieras hacerlo no puedo dejarte, te he arrastrado a mis problemas, te he lastimado con ellos y sin mencionar que ambos tenemos sangre en nuestras manos Santiago, ambos sabemos que Arthur no mato a Erick, tu y yo guardaremos ese secreto para el resto de nuestras vidas, sin importar que y el resto seguirá creyendo que fue Arthur, porque él lo quiso así, lo hizo por ti, por mí. Por eso y muchas cosas más Santiago no podemos dejar que nuestros sentimientos sigan destruyéndonos. —termino aquello.

Me observa en silencio, entiende las cosas, sabe que tengo razón y aunque nos duela lo mejor es dejarnos ir.

—¡Déjame ir! Por favor —suplico.

Me acero a él, ambos acercaos nuestros rostros, nuestras frentes se tocan, veo sus lágrimas deslizándose por sus mejillas al igual que las mías.

—Quiero ser egoísta Maddie, quiero aferrarme a ti, pero ya no se puede, no está bien, no estamos bien. —murmulla.

—Lo sé—digo entrecortadas.

—Te dejo ir Maddison, te dejo ir —deja salir aquello de una vez por toda.

Siento mi corazón romperse en mil pedazos, siento es piernas tambalearse.

—¡Déjame ir Maddie! —murmulla...

—TE DEJO IR. —respondo.

Permanecemos así por varios minutos nuestras palabras ya se habían despedido pero nuestros corazones aún no se soltaban.

—Siempre te perteneceré—susurra.

Besa mi frente y suelta mi mano.

—Perdóname —digo besando su mejilla.

Me doy media vuelta y empiezo a salir de aquella casa dejándolo todo atrás, dejando a mi familia, amigos y a mi gran amor.

Ha pasado un mes de que me mude, Malia vive conmigo mi madre pensó que era buena idea y lo ha sido, he seguido con mi vida, he seguido con mi vida, con la única que he hablado casi los días es con Mía, nuestra amistad se vuelto más fuerte y honesta.

—Quería comentarte algo—dice con precaución

—¿Qué pasa? —cuestiono.

—He....—Guarda silencio.

—¿Mía que sucede? —Cuestiono.

—Santiago se va esta tarde e iremos a despedirlo pro si quieres venir —dice lo último en bajo.

—¿cómo que se va? —Pregunto confundida.

—Si se muda a Inglaterra —me hace saber.

—¿Por cuánto tiempo? — carraspeo

—Se muda— responde.

—Mmm ya, bueno me alegro por el — digo.

—¿No iras a despedirlo? — cuestiona.

—No Mía, es mejor así— digo sin más.

—De acuerdo — responde.

—Gracias, por decirme —digo con media sonrisa.

Ella asiente y sale de la oficina.

Algo dentro de mí se conmovió, el saber que se iba me dolía, aunque que quería salir corriendo tras él no lo haría, no iba a evitarlo, era necesario



HAY COSAS QUE SE HACEN POR AMOR, Y BATALLAS QUE SE PIERDEN POR AMAR TANTO!!! 



SOLO ME QUEDA DECIRLES QUE ESTAMOS EN LA RECTA FINAL DE ESTE CAMINO, ESTAMOS A DOS CAPITULOS DEL FINAL!!

JUEGOS DE SEDUCCIÓN (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora