• Enamorada del diablo • EDD1

~ Dudas, intento de acercamiento y... ¿Me considero tan malo como lo creo? ~

>>Sólo debía esperar a que sucediera. Ella vendría a mí.

Y claro que lo hizo. Aún no sé su nombre; no sé nada de ella. ¿Cómo se supone que la tomaré y la llevaré hasta mi padre?

Mi mente funcionaba a mil, ideando las mejores (y las peores) formas de convencerla, de atraerla a mi lado y terminar con esto de una maldita vez.

>>Debo actuar bien. No debo apresurarme.<< Me regañe mentalmente.

>>Juega un poco con ella, conocela, seducela, y acaba con esto.

Ahí estaba la otra parte de mí. La parte que algunas veces odio. La parte de mí que a veces me agrada. Las dos caras de una moneda.

Irónico.

***

Una parte de mí se mantuvo concentrada en ella. Estudiándola de lejos. La vi y la sentí. Todo junto.

Pero...
Por más que intentara alejarla de mi mente...

-¿Alguna novedad?

Miré para todos lados antes de responder. Maldito sea Logan. Un demonio lamebotas de mi padre. Genial.

-Vete de aquí.- Gruñí en voz baja.

La sola idea de que aparezca delante de mí, a la vista de miles de chicos en la cafetería, no me agradaba.

Aunque... sólo yo podía verlo.

Se hizo visible delante de mí. Estaba de brazos cruzados, vestido de negro, y sus piernas se alzaban reposando sobre la mesa.

-Si alguien te viera así...

-No-me-evadas, Schmidt.- Negó con la cabeza.

-¿Me ves haciendo sociedad con alguien?- Señalé a mi alrededor.- Aquí no tengo ninguna clase de "amistad", tal como dicen los humanos. Es más. En lo posible me esquivan. Y creo que es lo mejor para ellos.- Esboce una media sonrisa sarcástica.

-Y... ¿Porqué tu mente está en las nubes?- Preguntó curioso.

-Nada que te importe.- Permanecí inmutable. No iba a permitirle que se metiera en mi cabeza.

-La encontraste.- No era una pregunta.

-Serías el primero en enterarte.- Me encogi de hombros restándole importancia.

-¿Porqué siento que no te creo?

-¿Y porqué no-desapareces-de-mi-vista?- Hice rechinar los dientes.- No estoy de humor.

-Te estás convirtiendo en ellos.- Señaló a la multitud a mi alrededor.- Su... humanidad te está consumiendo. Por ende, eres débil.

Me estaba provocando. Quería que le respondiera.

De acuerdo.

Reuní la suficiente fuerza para jugar un poco con ellos. La energía corría por mi mente hasta un grupo de chicos.

Aquello no sería nada agradable. Obligué a dos chicos a que pelearan entre sí. Discutían alto, sobre cosas sin sentido.

Y en el último intento...
Uno de ellos le derramó la sopa caliente en el otro en su pecho.

Los gritos de dolor y agonía llenaron todo el silencio de la cafetería. Cerré los ojos, mientras inhalaba aquel miedo y dolor punzante sobre su pecho.

Inhale y exhale a gusto.

Le dirigí una mirada malévola a Logan. Con eso me dejaría en paz.

-Creo que me equivoqué.- Se rascó la cabeza, un tanto nervioso.