~ ¿A dónde vamos? ~

178 21 10
                                    

Kate:











Ya no siento esa extraña opresión en el pecho. No me siento acongojada, ni mucho menos afligida. ¿Pueden creerlo? Es como si...
Kendall se hubiera llevado todos aquellos miedos infundados en mí.
¿Será que sólo se llevó eso y no mi alma?

Tampoco sé cómo me dejé convencer por Kendall de llevarme a un lugar remoto, varado en la nada.
Un lugar jamás conocido por ningún humano.

-Abrigate. Hará mucho frío.- Insistió con lo mismo por enésima vez.

-Como si fuéramos al polo norte o al sur.- Solté un bufido y lo fulminé con la mirada. Puse mis brazos en jarras. -¿Puedes decirme de una vez a dónde vamos? ¡Además! Deberías dar el ejemplo si quieres que me abrigue.- Hice comillas. Lucía tan malditamente atractivo como siempre.

Abofeteo mental por desearlo de esa manera.

-Kate, ¿en serio?- Se burló de mí. -¿Quién diablos te crees que soy?- Aquí vamos. -Exacto. -Leyó mi pensamiento.- A donde vamos, hace demasiado frío. Tú no lo soportarías. En cambio yo...- Se señaló con sarcasmo y elegancia. -Soy una criatura caliente. Soy el Diablo.

-¿Dónde está tu tridente, los cuernos y la... cola?- Señalé cada parte de forma evidente. Reí descaradamente.

-Oh, vamos, pequeña. ¡Burlate de mí!- Me señaló con descaro. Una sonrisa curvó la comisura de sus labios. -Eso es algo que no verás hoy.- Solté un bufido bajando los hombros. Maldita frustración. -No necesito abrigarme. Y te diré porqué.- Me miró de lado, mostrándome una sonrisa torcida. -Soy el Diablo. Soy caliente. Y además...- Hizo un gesto con sus manos. Y luego...

Di un salto hacia atrás, sumamente sorprendida. Llamas de un color naranja se hicieron visibles en la palma de su mano.

-A donde vamos, si no logro controlarlo simplemente... Una fortaleza de hielo será sepultada bajo mis pies.

»Una fortaleza de hielo.«

-Algo a lo que tú...- No lo vi venir. Me lanzó esa bola de fuego y grité de terror, tratando de cubrirme.

¿¡ESTÁ LOCO!?
¿¡CÓMO SE ATREVE...!?

El calor se alojó en mi palma.
No ardía.
No quemaba.
No nada.

Abrí los ojos y quedé en shock. Observé esa llama naranja en la palma de mi mano y, con una mueca de terror, miré a Kendall.

Iba a matarlo.

-Algo a lo que tú tienes tolerancia.- Sonrió pillo. -Algo que puedes controlar. Sorprendente.- Se rascó la barbilla.

-Vete al diablo. ¡Casi me matas!- Gruñí inconscientemente sacudiendo las llamas de mi mano.

-Oh, cariño...- Me tomó desprevenida desde la cintura, atrayéndome hacia él.

-¿La ropa que llevo puesta te incomoda? ¿No te permite llegar a tu objetivo?- Pregunté al verlo querer acercarse a mí más de la cuenta. Sonreí malvadamente.

-Mmm...- Se relamió los labios, evidentemente mirando los míos con lujuria, con pasión.- ¿Sabes que... puedo hacer esto?- Hizo chasquear sus dedos y al segundo quedé...

Completamente desnuda.
Y cuando digo desnuda...

Me refiero a sin sostén y sin bragas.
Su abrazador tacto me encendió.

-Maldito diablo.- Murmuré entre dientes mientras él me besaba como siempre lo hacía.

-Cuando quieras. Siempre a tus ordenes, princesa.- Mordió mi labio inferior para luego alejarse.

-¡Oye!- Grité llamando su atención. Él hizo una mueca un tanto graciosa. Como si le encantara lo que ven sus ojos.

Obviamente que sí.

Hizo chasquear sus dedos y mi ropa mágicamente apareció.
Estaba vestida como hace rato.

Gracias al Diablo.

-Ven. Debemos irnos.- Kendall me tendió su mano.

-¿A dónde vamos?- Insistí por última vez.

-¿Confías en mí?- Preguntó.

-Sí.- Al decirlo, cogió mi mano y...

Nos desvanecimos en el aire.














***










Una fortaleza de hielo”. Mmm...
😏

Un viaje de descubrimiento y algo doloroso. 😟
Ya verán porqué lo digo. 😏

Lo . Algo corto.
Que alguien me mate...

😞

• Enamorada del diablo • EDD1 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora