~ Es un secreto ~

212 21 5
                                    

Kendall:


















Un mes después...


Ya no podía soportarlo. Pasó tanto tiempo y Kate ni siquiera...

-Kendall.

Me volteé de inmediato al oírla.
No puedo creerlo.
Está hablando...

-Mi princesa...- Corrí a su lado antes que cayera al suelo. Rompió a llorar con fuerza, como si no hubiera llorado en todo este mes que pasó.

-¡Kendall!- La abracé tan fuerte como mis brazos me lo permitieron.

Lloré junto a ella. Me sentía feliz. Pero a la vez...
Creía que sólo era un espejismo.

Caímos al suelo. Ella encima de mí, acurrucada contra mi pecho. Me mecí de un lado a otro, murmurando palabras conciliadoras para ambos.

Me sorprendí...
Al oírlas también en los labios de Kate.

El mundo pareció detenerse, mientras sólo me dedicaba a mirar sus mudos labios. De repente, me di cuenta que no podía oírla. Ni a ella, ni a mí.
Pero sabía...
Que ella pronunciaba lo mismo que yo.

Esas palabras que nadie podía comprender. Esas palabras que Kate, su alma, mis demonios y yo entendíamos a la perfección.

Algo a lo que Dios ahora mismo...
Nos estaba dando su bendición.
Elevamos los ojos al techo, sintiendo la confianza de Dios sobre nosotros.








***










-Kate.

-¿Mmm...?- Destapé parte de su rostro y me miró, sonriente.

-Me alegra que estés de vuelta.

Se acurrucó más a mi lado y no la solté. No me atrevía a hablar de lo sucedido, y menos hablar de Kira. Se me estrujó el corazón al recordarla.

-Mi... endemoniado ángel de alas negras.- Me miró sonriente.

Quedé sorprendido. De verdad no me lo esperaba.

-Parece que me has encontrado un apodo. Me gusta.- Sonreí, besando su pelo.

Creo que nos entenderemos muy bien...








.....











-Hay... algo que quisiera pedirte. Y mostrarte.- Kate se sentó en la cama y me miró a los ojos. No lucía asustada. Estaba muy... Tranquila.

-Lo que quieras.- Su sonrisa resplandeciente me cautivó.

-Te vas a arrepentir luego.- Le sonreí de lado. Esperaba de verdad que lo hiciera. Porque... -Quiero cuidarte. Protegerte. Y hasta nuevo aviso...

-Hey, ¿qué sucede?- Creo que logré asustarla. -Lo hiciste bien en todo este mes. Me costó salir y...

-No hablemos de ello.- La atajé. -Encontraremos otra manera de afrontarlo. Pero luego.- Sus ojos brillaban de curiosidad. -Quiero pedirte algo y es... Serio.

-Dime.- Tomó mis manos entre las suyas.

Suspiré: -Carlos una vez me dijo...- Tragué saliva y proseguí. -A decir verdad, nunca lo consideré. Hasta ahora. Lo que quiero decirte es...- Kate me dio ánimos, acariciando mis cabellos con suma lentitud. Entrecerré los ojos al sentirla. -No estás segura. Y no importa... Si yo estoy contigo o no.- La miré a los ojos. -Lamentablemente, mi mundo ya sabe de lo sucedido. Incluso mi padre. El... haberte dado una hija, era protección suficiente y ahora...- Me quebré. No podía seguir hablando.

• Enamorada del diablo • EDD1 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora