~ Ángel del demonio... ~

221 22 5
                                    

Katelyn:

Días después...


Era inevitable. No paraba de escuchar a mi alma. Decía cosas... sin sentido. Y hasta la oí querer desprenderse de mi cuerpo.

Suena raro. Lo sé. Ni siquiera yo misma entiendo cómo es que percibo estas cosas.
Y mi pequeño vientre abultado no me dejaba en paz.

Me tenía confundida.
¿Estoy embarazada o no?

No he visto a Carlos desde esa noche y me preocupa.

¿Qué... clase de protección puede darme estando lejos?
Maldito duende.

Gruñí internamente.



.....




Estacioné mi auto en el aparcamiento de la escuela y suspiré.
Tomé mis cosas y bajé del auto.

Había sonado el timbre.

Me moví a paso veloz para no llegar tarde.

-Creí que era mentira. Y ahora lo reconozco.

No volteé de inmediato. Cerré los ojos, sostuve mis libros con fuerza entre mi pecho y avancé hacia las escalinatas de la escuela.

-Me cuesta creer que quedaste embarazada. Podría ser mío. Pero no. Resulta ser que es de ese... Asqueroso diablo.

Le hice frente.

-Vete por donde viniste, James.- Gruñí en su cara. Ni crea que va a incomodarme.

-¡Uy! La pequeña ángel muestra sus garras...

Tragué saliva al verlo acercarse a mí tan repentinamente.

-Kate. Ve a tu clase. Llegarás tarde.- Oí la voz gruesa de Carlos a sus espaldas.

»Gracias a Dios.«

Una sonrisa maliciosa curvó la comisura de los labios de James.

-Kate.- Desvié la mirada para ver a Carlos a los ojos.- Ve. Me haré cargo de esto.

Opté por no discutirle y me jugué el pescuezo al escabullirme de la vista de James.
No volteé a mirar a mi espalda.

Iba a necesitar de toda mi fuerza de voluntad para no pensar en cómo terminaría aquel encuentro entre Carlos y James...






***





Encontré a Carlos sentado junto a mí en mi tercer hora.
Historia.

Suspiré de alivio. Creí...

-Estoy bien. Descuida.- Murmuró contra mi oído.

Obviamente no podríamos hablar demasiado en un salón repleto de alumnos y en medio de una clase...




.....



-¿Dónde está? ¿Se fue?- Perseguí a Carlos hasta su casillero. Caí en la cuenta que era el casillero que ocupaba Kendall.

O tal vez lo compartían juntos.
Enmudecí de tristeza.

-Digamos que... logré hacerlo desaparecer con un pequeño chasquear de dedos.- Sonrió satisfecho.- No te molestará por un tiempo.

El corazón me dio un vuelco.

-Gracias, ¿no?- Preguntó captando mi atención.

Pero...
Apenas pude escucharlo.

Mi atención se vio interrumpida.

Al mirar a mi alrededor, me di cuenta que estabamos solos.
Pero no... tanto.

Los pasillos se encontraban vacíos sin saber cómo ni porqué.
No es que haya escuchado el timbre de cambio de hora, sino que...

Unas criaturas con alas se arremolinaban a mi alrededor.

¿Con... alas?

¿Estoy soñando?

Aquellas cosas...

Se arrodillaron frente a mí.

Quedé en estado de shock. Busqué a Carlos con la mirada. Él pareció no inmutarse.

-¿Porqué lo hacen?- Les pregunté. Dudaba que me dieran una respuesta.

-Ángel del demonio.- Dijo uno de ellos en mi dirección.- Pero Ángel al fin.

Todos me hicieron reverencia.
¿Ángel del demonio pero... Ángel al fin?

• Enamorada del diablo • EDD1 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora