Pasaron semanas, quizás meses, en los que Harry y Louis habían encontrado una especie de rutina compartida. Convivían en una calma casi natural, como si siempre hubieran estado allí, uno en la vida del otro. Harry cocinaba para Louis, y tras el trabajo, siempre se hacía un tiempo para pasar un rato con él y con Theo. Era algo que parecía tan sencillo, pero significaba todo para Louis.
Cada tarde, Harry besaba la cabeza de Theo, jugando con él mientras Louis aprovechaba para darse una ducha o tomar un descanso. A veces, Harry lo acunaba hasta que se quedaba dormido, con una ternura que Louis nunca había imaginado ver en un alfa. Se sentía tan diferente del pasado, tan... normal.
Incluso habían salido juntos. Bueno, más que citas, eran simples salidas. Pero para Louis, esas pequeñas salidas eran todo un logro. Por primera vez en meses, había salido a la calle: caminaron hasta el parque, se sentaron en la hierba mientras Theo intentaba dar sus primeros pasos tambaleantes y, una tarde, hasta fueron a tomar un helado. Todo gracias a Harry, que siempre estaba a su lado, asegurándose de que Louis supiera que no tenía que enfrentarse a todo solo.
Louis aún no estaba listo para llamarlo de otra manera, pero esas pequeñas salidas con Harry lo hacían sentir más vivo de lo que se había sentido en mucho tiempo.
Había sido un proceso largo, y a veces ese mismo proceso lo abrumaba. Había días en los que los recuerdos del pasado se agolpaban en su mente como una marea oscura, nublando todo lo demás, haciéndolo dudar de cada paso que daba. Los fantasmas de lo que había vivido le impedían ver con claridad. Pero poco a poco, había empezado a aprender, a aceptar que no todos los alfas eran iguales. Que Harry, al menos, no era como los alfas que había conocido antes.
Harry era diferente. Un hombre dulce y paciente, siempre dispuesto a pasar tiempo con Theo, acunándolo, haciéndolo reír con pequeñas bromas, y siendo una presencia constante y confiable. Le gustaba cocinar para ambos, preparar comidas que Louis apenas podía tocar pero que apreciaba de todos modos. Trabajaba duro y, lo más importante, se preocupaba. Se preocupaba tanto que, a veces, esa preocupación asustaba a Louis.
Pero no era el mismo miedo de antes. Este miedo era diferente, era más bien una ansiedad nueva y desconocida. La ansiedad de saber que alguien realmente se preocupaba por él y por Theo. Que le importaba a alguien. Y aunque eso le daba miedo, también le reconfortaba. Porque después de tanto tiempo, Louis estaba aprendiendo a confiar de nuevo, a dejarse cuidar.
Ahora estaban allí, en el mismo espacio cálido y tranquilo que habían construido poco a poco. Harry estaba sentado en el suelo con Theo en brazos, riendo y haciéndole caras graciosas, como si el alfa se convirtiera en un niño pequeño cada vez que jugaba con el cachorro. Theo lo miraba con fascinación, soltando risitas suaves cada vez que Harry hacía alguna mueca tonta.
Louis, por su parte, estaba en el sofá, con un libro de psicología abierto en su regazo. Se había propuesto entender más sobre sí mismo y su pasado. Leía con interés, aunque a veces le costaba concentrarse con los ruidos de Theo y Harry de fondo. Pero lo intentaba. Oh sí, había decidido comenzar el proceso de sanarse, de tomar las riendas de su propia recuperación. El libro era solo el primer paso, una forma de informarse, de preparar su mente para el viaje hacia la estabilidad emocional.
Era difícil, cada página le recordaba que no había respuestas fáciles ni soluciones mágicas. Pero sabía que debía hacer esto, por él y por Theo. Mientras Harry y Theo reían juntos, Louis se permitió una pequeña sonrisa. Tal vez, solo tal vez, estaba empezando a ver una luz al final del túnel.
-Harry- llamó Louis, reuniendo toda la valentía que pudo. Su voz salió suave, casi como un susurro, pero tenía la firmeza de alguien que había decidido dejar atrás el miedo. Había algo en el ambiente que lo alentaba, una calidez que lo rodeaba y que parecía emanar de la conexión que había ido forjando con su vecino.
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El vecino: Bajo el Mismo Techo
RomanceHarry había vivido casi toda su vida en soledad, atrapado en un vacío que lo seguía a pesar de ser un alfa atractivo y deseado. Muchos se preguntaban cómo alguien como él podía estar soltero tanto tiempo, pero Harry se había aislado tras muros invis...