El día era cálido, señal de que el verano estaba empezando a instalarse en sus vidas, trayendo consigo la promesa de vacaciones. Theo estaba jugando con sus juguetes cerca de la ventana mientras Louis y Harry descansaban en el sofá, disfrutando del momento de tranquilidad.
-¿En qué piensas?- preguntó Louis, notando la mirada de Harry perdida en la distancia.
Harry sonrió, volviendo su atención hacia Louis. -Estaba pensando en lo bien que nos vendría alejarnos por unos días. ¿Qué te parece si vamos a mi casa en la playa? Podríamos llevar a Theo, disfrutar del aire libre, escapar un poco del caos de la ciudad.
Louis arqueó una ceja, sorprendido. -¿Tienes una casa en la playa?
-En East Sussex -respondió Harry, como si fuera lo más natural del mundo-. Solía vivir allí antes de mudarme aquí por trabajo. Es un lugar tranquilo, perfecto para desconectar.
Louis se acomodó en el sofá, un tanto incrédulo. -Me habías contado que te mudaste aquí por trabajo, pero no que tenías una casa en East Sussex. Debes ser millonario o algo así- bromeó, aunque una parte de él realmente se preguntaba cuántos secretos más escondía Harry.
Harry soltó una carcajada suave, moviendo la cabeza. -No, no soy millonario. Es solo una casa que heredé de mi abuelo. Crecí allí, así que tiene un valor sentimental más que económico. De todos modos, no es tan lujosa como parece.
Louis lo miró con una sonrisa divertida. -Ah, claro, una "modesta" casa en la playa de East Sussex. Lo que sea que digas, Rizado.
Harry rodó los ojos, riendo. -Solo quiero que te relajes, Lou. Theo puede jugar en la arena, y nosotros podemos descansar un poco. La casa está lista para recibirnos cuando queramos.
Louis lo pensó por un momento. La idea de escapar del bullicio de la ciudad, aunque solo fuera por unos días, sonaba tentadora. Además, la imagen de Theo en la playa, con el viento en su cabello y las risas llenando el aire, era demasiado dulce como para resistirse.
-Está bien -dijo finalmente, mirando a Harry-. Vamos a tu casa en la playa.
-¿De verdad?- Los ojos de Harry se iluminaron de emoción, claramente feliz de que Louis hubiera aceptado.
-De verdad. Pero solo si prometes no hablarme de trabajo mientras estemos allí -añadió Louis, poniendo una condición con una sonrisa.
-Trato hecho -respondió Harry, inclinándose para darle un suave beso en los labios-. Será un viaje perfecto.
Louis sonrió, sintiendo una sensación de anticipación creciente. Quizás ese viaje fuera exactamente lo que necesitaban para reforzar los lazos que ya estaban construyendo. Una escapada a la playa, con Theo, solo ellos tres... parecía el plan ideal.
El verano apenas comenzaba, y con él, nuevas aventuras también estaban por llegar.
-Gracias por confiar en mí, en serio, Lou -susurró Harry, dejando que su dedo índice rozara suavemente el dobladillo de la camiseta de Louis.
Louis a veces pensaba que ese alfa, con toda su fortaleza y presencia, era como un niño, tierno y dulce. Llevaban varios meses conociéndose y compartiendo una vida que se sentía natural, aunque sin etiquetas. Las citas casuales se habían transformado en convivir casi todo el tiempo, criando a Theo juntos, besándose de vez en cuando. Pero hasta ahí llegaban.
Louis lo entendía, entendía la delicadeza con la que Harry abordaba todo. Su respeto constante, su gentileza, esa forma de asegurarse de que Louis se sintiera cómodo antes de dar cualquier paso. Harry nunca haría algo sin preguntar, sin asegurarse de que Louis estuviera bien con ello.
Pero en el fondo, Louis quería más. Quería que Harry se animara a abrir su corazón y a decirle lo que realmente sentía, sin necesidad de susurros escondidos o gestos implícitos. Porque, aunque Harry nunca lo había dicho en voz alta, Louis había escuchado. Había escuchado a Harry murmurándole a Theo mientras lo acunaba en las noches, diciéndole que los amaba a ambos. A su "lobito" y a su "mami." Esas palabras flotaban en el aire cuando Harry pensaba que Louis estaba dormido, y aunque su corazón se hinchaba de emoción, el omega anhelaba más.
Harry, cuando creía que dormia, también acariciaba suavemente el cabello de Louis, murmurándole lo hermoso que era, lo orgulloso que estaba de él, de todo lo que había logrado. En esos momentos de silencio, de ternura infinita, Louis deseaba con todo su ser que Harry se sintiera lo suficientemente seguro para decirle esas cosas cuando estuviera despierto. Que le confesara que lo quería, que deseaba ser más que ese alfa que cuidaba de él y de Theo.
Louis suspiró internamente, observando a Harry, quien seguía dibujando círculos suaves sobre el dobladillo de su camiseta. Se dio cuenta de que no importaba cuántas veces escuchara a Harry murmurar su cariño en la oscuridad; él quería más. Quería escuchar esas palabras salir de los labios de Harry a plena luz del día, sin titubeos ni miedos. Quería ser el omega de Harry, oficialmente, sin las sombras de la duda envolviendo lo que compartían.
-Harry... -comenzó Louis, su voz un poco más baja de lo habitual-. Sé que eres increíblemente considerado y respetuoso conmigo, y no sabes cuánto lo valoro. Pero... también quiero que sepas que, si alguna vez quieres decirme algo, algo más... no tienes que esperar a que esté dormido para hacerlo.
Harry lo miró, sus ojos verdes brillando con una mezcla de sorpresa y nerviosismo.
-Lou, yo... -murmuró Harry, visiblemente afectado por las palabras de Louis, pero sin encontrar aún el valor para expresarlo todo-. Quiero asegurarme de que siempre estés bien.
-Lo estoy -respondió Louis con una suave sonrisa, acercándose un poco más-. Y confío en ti. Siempre lo he hecho. Pero quiero escucharte, Harry. Quiero que me digas lo que siento que ya sabes.
Harry tragó saliva, y por un instante, parecía que iba a retroceder. Pero entonces, sus ojos encontraron los de Louis, y el ambiente entre ellos se llenó de una nueva carga de electricidad. Había llegado el momento.
-Te quiero, ¿sí? Mucho... y-yo, bueno, no sabía si sería bueno decirte... -Harry balbuceaba, claramente nervioso-. Has estado con tanto encima, la terapia, tu ingreso a la universidad...
Oh, claro, eso me faltaba decirles: Louis, con la ayuda de su terapeuta y el apoyo constante de Harry, había decidido retomar su carrera para convertirse en profesor. Después de todo lo que había pasado en los últimos años, tomar esa decisión fue un paso enorme. La educación siempre fue algo que le apasionaba, pero la vida lo había empujado a poner sus sueños en pausa. Ahora, con Theo en su vida y el respaldo de Harry, Louis sintió que era el momento adecuado para retomar lo que alguna vez había dejado de lado.
Louis sonrió, casi incrédulo de que ese fuese el motivo por el cual Harry había estado callando sus sentimientos. Se acercó más al alfa, tomando su mano con firmeza.
-Harry, nada de lo que esté haciendo ahora es tan importante como esto -dijo Louis, su voz suave pero segura-. Mi carrera, mi terapia... todo eso es parte de mi vida, pero tú y Theo son mi presente, mi futuro. Y necesitaba escucharte decirlo.
El alfa lo miró con ojos llenos de emoción, como si una enorme carga hubiera sido aliviada de su pecho.
-Lo siento por no habértelo dicho antes, Lou. Solo quería darte espacio, asegurarme de no presionarte con nada.
-No me presionas. Al contrario, siempre has sido mi mayor apoyo, Harry. Si no fuera por ti, no estaría retomando mi carrera. No estaría recuperando partes de mí mismo que había olvidado. -Louis apretó la mano de Harry y lo miró directo a los ojos-. Te quiero también. Mucho más de lo que te imaginas.
Harry sonrió, sus ojos brillando como si todo el peso de sus inseguridades se desvaneciera con esas palabras. Se inclinó hacia Louis y, con delicadeza, le plantó un beso en la frente.
-Esto es todo lo que quería escuchar -susurró Harry-. Vamos a estar bien, Lou. Tú, Theo y yo, lo haremos bien.
Louis lo abrazó, dejando que el calor del momento lo envolviera. Sabía que, a pesar de todo lo que había vivido, su vida estaba tomando un nuevo rumbo, uno en el que finalmente se sentía en control y rodeado de amor. Y con Harry a su lado, todo parecía mucho más fácil.
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El vecino: Bajo el Mismo Techo
RomanceHarry había vivido casi toda su vida en soledad, atrapado en un vacío que lo seguía a pesar de ser un alfa atractivo y deseado. Muchos se preguntaban cómo alguien como él podía estar soltero tanto tiempo, pero Harry se había aislado tras muros invis...