Louis había vestido a Theo con una pequeña camisa celeste y unos pantalones negros. El pequeño se veía tan adorable que era difícil resistir la tentación de apretarle los cachetitos.
-No le morderás la mejilla a mi hijo, Harry. No eres un perro -advirtió Louis, con una sonrisa en los labios mientras observaba a Harry acercarse peligrosamente a las mejillas regordetas de Theo.
Harry soltó una carcajada suave, mirando al pequeño con ternura. -Está tan tierno... parece comestible -se excusó mientras le daba un suave beso en la mejilla a Theo.
Louis rodó los ojos, aunque no pudo evitar sonreír ante la escena. Theo, medio dormido, movió la cabeza como si sintiera el cariño de ambos. La ternura del momento le llenaba el pecho, y por un segundo, el mundo se redujo a ese pequeño instante de felicidad compartida.
-Sólo besos, ¿eh? Nada de morder -replicó Louis, divertido, mientras acariciaba el cabello de Theo, mirando a Harry con complicidad.
-Prometido -dijo Harry con una sonrisa traviesa, inclinándose para besar también la mejilla de Louis, mientras el niño seguía descansando entre ellos.
-Voy a sacar el pastel -informó Louis, caminando hacia la cocina, lanzándole una mirada significativa a Harry.
El omega se dirigió con calma, pero con una sonrisa en el rostro, en busca del pequeño pastel para Theo. Mientras tanto, Harry levantó al niño, sosteniéndolo con un brazo con facilidad y ternura, mientras lo seguía a la cocina. Theo balbuceaba suavemente, completamente ajeno a la emoción del momento, mientras Harry lo acunaba cerca.
-¿Seguro que es un pastel pequeño? -bromeó Harry al entrar en la cocina, sus ojos brillando con diversión-. Porque con lo rápido que está creciendo, pronto necesitarás uno gigante.
-¿Le estás diciendo gordo a mi hijo? -respondió Louis con una ceja levantada, fingiendo indignación mientras sacaba el pastel del refrigerador.
Harry soltó una pequeña risa, acercándose más con Theo en brazos.
-No, no, jamás -contestó el alfa, con una sonrisa traviesa-. Solo digo que es todo músculo de tanto gatear y explorar.
Louis sacudió la cabeza con una sonrisa, colocando el pastel sobre la mesa.
-Más te vale -murmuró, acercándose para besar suavemente la mejilla de Theo-. Mi pequeño cachorro es perfecto.
-Ham- murmuró Theo, lo que hizo que ambos le dirigieran sus miradas de inmediato.
-Di "mamá", "mamá"- animó Louis, tomando suavemente los bracitos de su hijo, su voz llena de esperanza.
-Panh- balbuceó Theo, todavía luchando con las palabras, pero su entusiasmo era innegable.
-Mamá- repitió Louis con ternura, tratando de guiarlo.
-Papá- dijo Theo de repente, levantando las manos hacia Harry, como si lo estuviera eligiendo a él.
Ambos se quedaron en silencio por un momento, sorprendidos. Louis miró a Harry con una mezcla de asombro y algo más profundo.
Louis parpadeó, sintiendo una punzada en el pecho. Aunque sabía que Harry no era el padre de Theo, escuchar esas palabras de la boca de su pequeño lo tomó por sorpresa. Theo levantaba sus brazos hacia Harry con la inocencia de un niño, como si en su mundo, todo encajara perfectamente.
Harry, por su parte, se quedó congelado por un segundo, sus ojos se abrieron un poco más, reflejando una mezcla de sorpresa y ternura. Pero pronto su expresión se suavizó y sonrió, recogiendo a Theo en sus brazos con naturalidad.
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El vecino: Bajo el Mismo Techo
RomanceHarry había vivido casi toda su vida en soledad, atrapado en un vacío que lo seguía a pesar de ser un alfa atractivo y deseado. Muchos se preguntaban cómo alguien como él podía estar soltero tanto tiempo, pero Harry se había aislado tras muros invis...