Harry y Theo estaban en la playa, completamente sumergidos en la alegría del momento. El sol brillaba sobre ellos, lanzando reflejos dorados sobre las olas que llegaban suavemente a la orilla. Louis observaba desde la ventana, y una sonrisa se dibujó en su rostro al ver a Harry cargar a Theo sobre sus hombros, el niño riendo a carcajadas y aferrándose al cabello de Harry mientras balanceaba sus pequeñas piernas en el aire.
Se había excusado con la intención de preparar unos licuados para los tres, pero su mente vagaba. Parpadeó, sorprendido al notar los vasos ya servidos frente a él, con las bebidas perfectamente mezcladas. Sin recordar claramente el proceso, miró hacia afuera de nuevo y vio a su familia: Harry y Theo, el alfa y su cachorro. Soltó un leve suspiro, sintiendo un nudo de emoción en su pecho, y pasó una mano por su vientre plano, un gesto inconsciente y protector. Sin saber por qué, esa sensación le hacía desear que esa paz durara para siempre.
Con pasos suaves y descalzos, se dirigió hacia la habitación, dejando la frescura del piso de la cocina bajo sus pies. Al llegar, chasqueó la lengua suavemente mientras abría su valija, sacando de entre la ropa un pequeño cuaderno viejo y desgastado en el que había confiado sus pensamientos años atrás. Sosteniendo el cuaderno contra su pecho, volvió a la cocina y se sentó, sintiendo que era el momento adecuado para hablar con alguien que ya no estaba pero cuyo amor seguía acompañándolo.
Abrió el cuaderno con delicadeza. Las primeras páginas estaban llenas de recuerdos: fotos de su madre, de sus hermanas, y de él mismo cuando era apenas un niño. Al ver esas imágenes, Louis sintió una mezcla de nostalgia y paz, recordando la última vez que había escrito en ese cuaderno. Tal vez fue antes de quedar embarazado, en un tiempo que ahora le parecía tan lejano, tan distinto a su vida actual. En aquellos días, escribir había sido su manera de liberar emociones, de hablar con el recuerdo de su madre cuando no tenía a nadie más con quien compartir sus pensamientos más profundos.
Tomó la lapicera con dedos temblorosos. Hacía mucho que no escribía, pero había leído en un libro que a veces, plasmar los sentimientos en palabras podía ayudar a liberar el alma, como una conversación en silencio que no necesitaba respuesta.
Comenzó a escribir despacio, con cuidado, las palabras fluían como si cada letra le permitiera soltar un poco del peso que llevaba en el pecho.
"Hola mamá, soy Boobear. ¿Cómo estás? Espero que allá arriba estés en paz, o al menos quiero pensar que es así. Es una idea que me da algo de consuelo cuando extraño tu presencia y tu abrazo.
Tengo tanto que contarte, mamá. Tal vez recuerdes que empecé a estudiar para ser profesor, ¿verdad? Siempre fue mi sueño, tú lo sabías. La enseñanza era como mi refugio, la idea de ayudar a otros como tú me ayudaste a mí. Pero tuve que dejarlo... no fue fácil, y es una de las decisiones que más me dolió. Mike, mi novio en ese entonces, me lastimó de maneras que jamás imaginé posibles. Sé que no te gustaría escuchar los detalles de todo el dolor que me causó, y yo mismo he luchado por dejarlo atrás. Ahora, gracias a la terapia, he empezado a sanar esas heridas. Mi terapeuta cree que voy bien... y también Harry.
Ese dolor, ese sufrimiento tan profundo que pensé que jamás acabaría, se convirtió en algo hermoso: se convirtió en mi pequeño Theo. Mamá, quiero que sepas que eres abuela. Mi hijo se llama Theo Tomlinson. Hubiera querido que tuviera tu apellido, pero lo importante es que ahora estoy luchando por darle un apellido que le traiga orgullo, un apellido que le enseñe lo que es la resiliencia y el amor. Theo tiene ya un año y dos meses, y es tan parecido a mí... A veces, cuando lo miro, veo mi propia niñez reflejada en sus ojos, y no puedo evitar sonreír. Es el niño más hermoso, el alma más dulce que jamás haya conocido. No lo digo solo porque sea mi hijo, sino porque realmente lo es. Me entiende de una manera que es casi mágica, y me da una paciencia que ni yo mismo tengo conmigo.
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El vecino: Bajo el Mismo Techo
RomanceHarry había vivido casi toda su vida en soledad, atrapado en un vacío que lo seguía a pesar de ser un alfa atractivo y deseado. Muchos se preguntaban cómo alguien como él podía estar soltero tanto tiempo, pero Harry se había aislado tras muros invis...