XXIX

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-¿Por qué sonríes tanto? Me estás asustando- rió Louis, entrando en la habitación, mientras le lanzaba una mirada curiosa a Harry.

Ambos se habían bañado, claramente por separado, después de su cita en la playa. La noche había sido mágica, y ahora, de vuelta en casa, Louis había hecho una pregunta sencilla, pero importante: si podía volver a dormir al lado de Harry. La respuesta había sido clara y sin dudarlo: "Sí".

Harry, acostado en la cama, no dejaba de sonreír con satisfacción.

-Solo estoy feliz- respondió él, su tono sereno, pero lleno de significado.

Louis alzó una ceja, acercándose a la cama mientras lo observaba con una sonrisa juguetona en sus labios. -¿Solo feliz?- repitió, sin poder evitar reír ante la respuesta tan simple.

Harry asintió, su mirada cálida y brillante mientras seguía sonriendo. -Así es. No todos los días un bello omega acepta ser tu novio- agregó, con una chispa de orgullo en sus ojos.

Louis sintió sus mejillas sonrojarse, y su sonrisa se ensanchó mientras se acercaba aún más a Harry, hasta que apenas un suspiro los separaba. -Ah, entonces eso es lo que te tiene tan contento- murmuró, sus ojos entrecerrados, juguetones.

-Por supuesto- respondió Harry, extendiendo una mano para tomar la de Louis, entrelazando sus dedos con los suyos con ternura. -Tú eres todo lo que podría haber deseado, Lou. Y ahora... eres mío.

-¿Soy tuyo?- repitió Louis, inclinando la cabeza y mordiéndose suavemente el labio inferior. -Ser tuyo implica muchas cosas, querido- agregó en tono juguetón, sus ojos brillando con una mezcla de curiosidad y picardía.

Harry sonrió, su mirada se intensificó mientras aferraba la mano de Louis con más firmeza, atrayéndolo un poco más hacia él. -Lo sé- murmuró con voz suave, pero decidida. -Y estoy dispuesto a asumirlas todas... porque no hay nada que quiera más que eso- añadió, su pulgar acariciando la mano de Louis con ternura, mientras sus ojos verdes lo miraban con una devoción silenciosa.

Louis lo observó por un momento, su corazón latiendo con fuerza. Había algo en la forma en que Harry lo miraba, como si en ese mismo momento estuviera viendo todas sus inseguridades, todas sus dudas, y aun así, no le importara. Lo aceptaba por completo, tal como era.

-Eres increíble, Harry- susurró, sintiéndose vulnerable pero a la vez reconfortado por la calidez que emanaba del alfa.

-Voy a besarte ahora mismo- susurró Harry con una sonrisa traviesa, acercándose más a Louis.

El omega apenas tuvo tiempo de procesar lo que había dicho antes de sentir los labios suaves de Harry contra los suyos, firmes pero tiernos, como si el mundo entero se detuviera en ese instante. Louis cerró los ojos, entregándose al momento, dejando que el calor del cuerpo de Harry lo envolviera por completo.

El beso era dulce, pausado, pero lleno de significado. Harry lo sostuvo con una mano en su cintura, mientras la otra acariciaba con cuidado su mejilla, trazando lentamente los contornos de su rostro. Louis suspiró contra los labios de Harry, dejándose llevar por esa conexión tan profunda, una que parecía borrar cualquier miedo o duda.

Cuando finalmente se separaron, apenas unos centímetros, ambos respiraban un poco más rápido, con los ojos todavía cerrados, disfrutando de la cercanía.

-Eres todo lo que necesito, Lou- murmuró Harry, apoyando su frente contra la de él, sin soltarlo ni un segundo.

-Eres tan tierno- rió Louis suavemente, separándose de Harry mientras tiraba de la sábana para cubrir sus piernas desnudas. Sus ojos brillaban con una mezcla de travesura y cariño.

El vecino: Bajo el Mismo TechoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora