Capitulo 50

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Máximo

Desperté aún vestido tenía a Emma durmiendo sobre mi y lo que pasó a noche no salí de mi cabeza.
Ente los bastardos que entraron a la reunión y el desmayo de Emma otra vez no sabía por donde empezar, me negué a que fuera al hospital el día de ayer pero necesitaba una explicación de su parte.
Y se la pediría cuando estuviera más tranquila.
La verdad ayer cuando la encontré encerrada en ese cuarto no me impresionó, cuando la conocí lo primero que hizo fue encerrarse en un baño, al primer disturbio que hubo en la cafetería.
Así que no, que ayer cuando se armó la balacera no me impresionó, la verdad estaba bastante nerviosa, asustada y con la respiración agitada y cuando me vio con el arma fue el detonante, se desmayó en mis brazos y mi preocupación pasó a ser ella en ese instante, tenía por primera vez mucha inquietud no sabía que iba a decir al despertar, la cargue en mis brazos y Sebas me encubrió para salir.
Tuve que parar detrás de un pequeño muro antes de llegar a la camioneta porque claramente yo me había vuelto en el punto blanco.
Apoye a Emma en el suelo pero sin soltarla y con una mano tome nuevamente mi arma y disparate a todo aquel que se encontraba cerca de la camioneta, mis hombres me ayudaron a limpiar el terreno y —— también me ayudaron cuando me di vuelta estaban parados detrás de mi.
Habían hombres por todos lados y maldije una y mil veces el que Emma esté aquí por dos razones, una y la más importante la podían herir y dos estos bastardos no contarían el cuento estaba completamente libre, pero por e moemnto solo tenía una mano y me sirvió para bajar al menos 5 hombres que se encontraba a merodeando a nuestro alrededor, Sebas por el contrario se lo veía concentrado pero feliz, a él le gustaba más matar a una persona como un niño con un dulce nuevo.
Cuandl llegamos a la camioneta Sebas rápidamente se subió del lado del conductor yo me coloqué rápidamente en la parte trasera con Emma ensima de mi y Sebas arranco el auto recibiendo algún que otro disparo pero sin ningún éxito ya que la camioneta era blindada, no faltó oportunidad para que Sebas se llevara algún que otro Cuellar por delante y lo pasara por arriba sin ningún tipo de remordimiento.
Le dije que pusiera camino al hospital Emma aún no reaccionaba y ya estaba preocupado, capaz tenía alguna herida que siempre cista no logré ver.
Sebas cuando la vio aún inconsciente también puso su cara de preocupado y eso rara vez pasaba. La verdad que no me relajo en absoluto todo lo contrario y empeoro más cuando no puso resistencia al ir al hospital, el siempre decía que mejor era ir a la casa y llamar un médico ahí que estar expuesto a los riesgos de un hospital.
Peor esta vez sin chistar solo puso en marcha la camioneta en esa dirección.
No logramos llegar cuando Emma despierta y a mi me vuelve el alma al cuerpo, estaba reteniendo la respiración y no me di cuenta hasta que ella despertó.
Cuando le dije que se quedara tranquila que iríamos al hospital volvió a ponerse mal y la verdad en este momento era lo que menos quería, me pidió que la llevara a casa y me gustó que llamara la mansión como su casa también, pero me resultó raro que me pidiera por favor no ir a ese lugar cuando rara vez ella lo hace, así que para su tranquilidad y la mía también le dije a Sebas que no fuéramos y que mejor era ir a la casa, el me miro por el retrovisor pero no dijo nada. Emma vino todo el camino en silencio y mirando por la ventanilla, el camino se me hizo eterno y eso que Sebas maneja rápido.
Cuando llegamos Emma subió rápidamente a la habitación y antes de emprender camino tras ella me giré para ver a Sebas, se le notaba preocupado pero a la vez algo más relajado, me informó que había agarrado 5 hombres de los que nos atacaron y una sonrisa se dibujó en mi rostro tenía con quien desquitarme el día de mañana porque ahora necesitaba ir a ver a Emma.
Subí a la habitación rápidamente y al entrar veo sus tacones tirados en la entrada u en el vestidor se había quitado el vestido, quise entrar al baño pero estaba trancado con seguro y por un momento no dude en derribar la puerta pero me contuve por lo menos por esta vez hasta que lograra entender lo que estaba pasando.
Golpee lo más amable que pide la puerta y la llame pero no respondió, así que solo me senté en el puff del vestidor a esperarla, me quite el saco y me arremangue la camisa, me apoye en mis rodillas con mis codos y me quedé pensando en todo lo sucedido de hoy, la única opción que logré llegar es que alguien me había delgado pero era tanta la gente que sabía de esto que se me iba a complicar encontrar al culpable, podía ser desde algún seguridad que claramente no sirven para nada, como hasta un socio, un invitado y porque no alguna de sus rameras o mujeres como ellos le llaman. No lo sé pero algo sucedió y lo iba a averiguar remarse o temprano, por el momento me iba a desquitar con los inútiles que estaban el los depósitos.
Estaba concentrado pensando en las maneras que iba a torturalos, cuando una voz me desconcentra y era Emma que ya había salido y nunca me percaté.
Me paré de golpe al verla ahí parada pero siendo honesta parecía otra persona había vuelto la Emma de siempre se notaba en su cara su tono de piel y hasta en su voz.
Deje un beso en su frente pero aún me preocupaba su impresión por mi arma, esa reacción no fue normal y aunque ella me diga que es por la balacera dudo que eso allá sido el detonante para que se desmayara estoy seguro que fue mi arma.
Mi reloj marcaba las 6am así que me levante lentamente de la cama intentado que Emma no despertara tenía mucho trabajo hoy, lo bueno era que ya había sido nombrado Capo di cappi tutti por la organización.
Todavía sonrió al recordar las caras que hacía Emma al ver varias situación de la reunión de ayer.
Me di una ducha rápida y me vestí con ropa deportiva iba a ir a entrenar y luego iría a los depósitos así que baje a subsuelo donde tenía mi gimnasio y me puse a entrenar, pase allí casi dos horas y una vez mi cuerpo retomó energía me dispuse a salir pero me sorprendí al ver a Emma ahí parada observándome con su bata de baño aún puesta.
-Te ves jodidamente sexy levantando esas enormes barras te lo dijeron alguna vez?
Y sonrió al escuchar sus palabras.
-Alguna vez si.-Y me acerco a ella secando mi cara con una pequeña toalla que tenía en mi hombro, la toma de su cintura u la pego a mi.
-Tú te vez jodidamente sexy con esa bata te lo dijeron alguna vez?.- Y está vez ella sonríe.
-Alguna vez si.-Dice respondiendo lo mismo que y no me gusto mucho.
La subí a mi cintura obligándola a que envuelva sus piernas en mi cintura y suelta una pequeña risita.
-Peeo te aseguro que nunca tuviste sexo con un hombre sudado en su gimnasio?
Y veo cómo ella duda.
-Bueno la verdad es que....
No quería escuchar nada de ella con otros hombres eso me pondría de muy mal humor así que solo la bese y la apoye contra la pared el beso se intensificó y mis manos paseaban por sus piernas hasta que no sentí nada y eso fue literal.
-No tienes nada debajo de la bata?
Y ella se sonroja y niega su cabeza con una sonrisa.
-Joder Emma me vas a matar.-Dije rápidamente agarrando nuevamente sus labios con los míos.
La tumbe sobre la colchoneta que estaba en el centro del gimnasio y empecé a besarla con más desesperación, la besé desde la boca bajando por su cuello y cuando su bata me lo impidió la quite
Sin problema dejando ver su cuerpo completo al desnudo, me quite mi ropa y sin dudarlo mucho me ahogué en ella, empecé con movimientos de caderas lentos y luego poco a poco empecé a aumentar mi movimiento, veía cómo Emma se contraía de placer debajo de mi y me encantaba, me editaba más y más y eso hacía que mis movimientos sean incontrolables, Emma se contraía de maneras inexplicables pero jamás se quejó y eso fue señal de que lo hacía excelente.
Llegamos juntos al clímax y me recosté sobre ella mientras acariciaba mi pelo, cuando creí conveniente me puse de pie y la ayude a ella a hacerlo, u untos tomados de la mano a la habitación y nos dimos una ducha juntos de las que tanto me gustan.
Cuando salimos ella se vistió casual y yo por lo contrario me puse un traje completamente negro, hoy sería el duelo de varios en mis depósitos y eso ameritaba un buen traje, más si iban a ser mis primeras muertes con el nombre de capo eso me encantaba y me encarnizaba cada ves más, y eso que ya estaba furioso al saber que esas estás interrumpieron mi fiesta, y se atrevieron a poner a mis invitados en peligro pero sobre todo a Emma, eso era lo fundamental.
Veo cómo Emma me observa de lejos pero no dice nada así que me anime a hablar primero.
-Tengo que ir a trabajar pero en cuanto venga.-Y gire quedando de frente a ella que se encontraba Prada detrás de mi.-Necesito que me respondas algunas preguntas, está bien?
Y ella asiente sin problemas.
-Me parece Perfecto yo también tengo algunas preguntas que hacerte.
Y eso hizo que me intrigo e inquietud incrementará pero tenía que controlarlo así que solo asentí.
-Me parece bien creo que podríamos llegar a tener algún tipo de acuerdo no te parece?
Y deje un pequeño beso sobre sus labios, sabía negociar y eso lo aplicaría con Emma o eso creo yo.
Volví a besar sus labios y una vez pronto baje las escaleras, tome las llaves de mi coche y salí rumbo a los depósitos. Ya se encontraba Sebas allí preparando el terreno y eso solo implicaba una tarde larga pero placentera de dolor para mis enemigos y cómo diablo de ítalo que mejor que despertar con sexo y luego torturar a las personas que pensaban que podían vencerte? Nada, eso no se comparaba con nada, así que feliz, muy feliz de echo salí directo en busca de mi tranquilidad y felicidad que se basa en torturar y matar.
En segundo lugar claro en primero creo está Emma.


Hola hermosas!!! Espero estén bien aquí dejo el capítulo de hoy espero les guste!! Estoy preparando maratón entonces se me complica un poco con subir en tiempo y forma espero y me entiendan.
Comenten si prefieren maratón y sacrificar un día de capítulo, las leo!!!

El diablo italiano Donde viven las historias. Descúbrelo ahora