El diablo italiano

Capitulo 47

Máximo

Sabia lo que ese sobre significaba esto era inusual así que decidí por dejarlo a un costado y hacer como si nada pasara.
Emma ni siquiera dudo de nada y agradecí que así fuera, según ella el señor que le dio el sobre fue muy amable.
No dejaba de hacer ruido y la intriga me carcomía por dentro al pensar que hay ahí dentro, le dije a Emma que nos fuéramos que tenía trabajo que hacer par la fiesta de mañana y ella accedió sin problemas y agradecí para mis adentro porque no sabría cómo sacarla sino.
Nos fuimos en el auto y todo el tiempo iba mirando los espejos, si alguien me seguís este era el momento de hacerse ver, pero no fue así.
Llegamos a la casa y Emma subió a dejar sus compras y yo fui directo a la oficina, cuando entre tranquis la puerta y sin demorar mucho abrí el puto sobre.
Mierda!
Era otro sobre negro.
Lo abro y al leer lo que decía me hizo saltar una vena en mi frente.
~Tienes una esposa preciosa, y más tentadora se ve al ser la que te ascendió a Capo di cappi tutti, felicidades ~

Apreté mis manos en forma de puño y patie la silla que tenía a mi frente.
Nadie me amenaza, pero nadie la amenaza a ella.
Empecé a caminar de un lado a otra sin saber qué hacer, llame a mi ingeniero en sistema y le di la orden de revisar las cámaras del centro comercial y que identificara a la persona que se le acerco a Emma, segundo llame a Sebas el cual aún estaba con Alessandra, le avise que tenga cuidado que me había llegado otro sobre negro y sentí como se tensó al otro lado.
Si ellos querían llegar a mi era por Sebas o Emma no había otra manera, Sebas sabía defenderse Perfecto pero Emma no.
Me senté a planear la estadía de Emma a mi lado, le asigné una camioneta blindada y un chofer, iba a ser Sebas por mientras que mis otros hombres entrenaban, no podían ser unos ineptos estando a su seguridad.
Sebas no sabía que iba a hacer este trabajo para mí así que en cuanto llegara se lo comunicaría.
Veo cómo la puerta se quiere abrir y me había olvidado que le había puesto seguro.
Me levante y al abrirla estaba Sebastián parado con cara de pocos amigos.
-Que carajos dice ahora?
Se refería a la carta así que me di vuelta y él entró atrás de mí cerrando la puerta, me paré detrás del escritorio y le di la carta que aún no había roto.
-Esto ya es más personal de lo que yo pensaba Sebas, entiendo que se mientan conmigo pero ella que tiene que ver?
Sebas ríe.
-Todo Máximo.
Y lo miro fijo.
-Ella es la razón por la cual serás capo, si ella no se casa tu no tenes puerto pero no fue así.
Se para del asiento donde se había sentado y va a la mesa que está junto al central y sirve dos vasos de whisky.
-Ante los ojos de la mafia ella te dio el puesto.
Me extiende un vaso y me lo tomo de un sorbo.
-Eso es insólito, yo puedo reclamar ese puesto porque mate al infeliz de.....
Sebas niega su cabeza.
-Eso no es así, aunque tú lo hallas matado si no te casabas no lo obtendrías.
Y tiene razón, por más que los matara si no me casaba era lo mismo.
Me serví otro vaso de whisky no sabía que hacer

-Sebastián no puedo arriésgame a que le pase algo a Emma voy a asigna a la mejo persona que tengo para que se haga cago de su seguridad.

El asiente.

-A quien asignaras?.- Me pregunta.

-A ti.- Lo miro fijo y por lo contario a lo que me esperaba el no mueve ni un solo pelo.

-Bien entiendo.

La vedad esperaba que pusiera una excusa este trabajo no era precisamente el que le gustaba, a sebas dale enfrentamientos, ir a los depósitos a torturar algún imbécil que se puso en el camino, dale, amas, muerte, asesinato eso le gusta a el la acción, no ser el guardaespaldas precisamente de Emma pero agradecía que se ocupa de ella por el momento.

Le asiento con mi cabeza en modo de agradecimiento y el se levanta para irse del escritorio.

-Sebas espera.- El frena en seco y se da vuelta pada mirarme.- Me gustaría que Emma no vaya a esa fiesta.