El diablo italiano

Capítulo 30

Máximo

Iba en camino a dejarle su regalo a Emma luego de que dije que era un regalo para ella acepto que la llevara en el auto, creo que ya conozco uno de sus puntos débiles, les gustan los regalos.
Iba ahora vuelta al trabajo, necesitaba saber qué pasó en esa cafetería y lo iba a averiguar hoy, así que me puse en marcha en busca de Sebastián. Él se había quedado en la oficina averiguando todo lo que podía mientras yo viene traer el regalo de Emma. Cuando llegue él ya me tenía noticias.
-Sebastián que averiguaste dije entrando a la oficina.
-Todo Máximo, ya se quien fue y porque.
-Quien?
-Los veltrob.
Cómo era esa posible?
-Los veltrob? Cómo es eso? Porque?
-Bueno em viste el dinero que te pidió Emma a cambio de casarse contigo ?
Asiento lentamente.
-Es para ellos, tenía razón es para Doralia pero porque el difunto esposo la dejó con una deuda que ahora creció enormemente, de todas maneras sabes que esa cantidad es exagerada, se están abusando de la vieja.
-Doralia se llama Doralia.
-Bueno Doralia es lo mismo.
-Que haremos?
-Les daremos una pequeña visita.
-Perfecto voy a aviar a los muchachos.
-No a todos solo algunos.
-Porque? .-Pregunta integrado.
-No matare a nadie importante de su organización, si ellos levantan la deuda Emma no se casará conmigo entiendes?
-Entonces a qué vamos?
-Donde le pase algo a Emma arderá todo, empezando por su edificio con todos ellos dentro.
-Y la vieja?
-Doralia también estará a salvo pero solo si Emma lo está.
-Entiendo tu obsesión es ella ahora.
-No es obsesión, no se que es, mejor vete a hacer lo que tenías que hacer.
-Mmm ya me ya me voy.
A los 15 minutos estábamos en camino a vístale a los Veltrob, estaba tranquilo no iba con ganas de pelear pero si de advertir, y si me buscaban saben muy bien que me encuentran.

Llegamos a su casona vieja donde trabajan todos y hacen sus movimientos sucios. Vine directo a la boca del lobo no me interesa que sean 30 y nosotros 5, pierden de todas maneras.
Entre directo a la oficina donde estaba Riccardo el es el líder de esto y justo con el que tengo que hablar.

-Riccardo! .- Exclame al entrar.
Ninguno de sus hombres se opuso en mi paso pero todo es estaban más que alerta.
-Máximo Salvatore, que es lo que te trae por aquí?
-Bueno quería charlar contigo personalmente.
-En que puedo ayudarte?
La verdad era que nunca tuve problemas con el, el siempre estuvo en sus negocios yo en los míos y nunca nos cruzamos. Había algo de códigos todavía.
-Bueno quería que habláramos de lo que sucedió esta semana en la cafetería del barrio.
El me mira extrañado y sorprendido.
-La que su dueña es Doralia?
-Exacto.
-Porque te interesa eso son cosas de mi negocio.
-Y no vengo a meterme a él solo vengo a advertirte, que mi futura esposa trabaja ahí, y tiene suer te de que ella esta mañana entro más tarde a trabajar.
Veo cómo el queda pálido.
-Emma Smith es tu futura esposa?
Que su nombre saliera de su apestosa boca me enojaba y mucho, quería cortarle esa lengua para que no lo pronunciara más pero aún no, aún me serbia.
-Como mierda sabes su nombre?
Él queda más pálido aún, creo se desmayará.
-Bueno Máximo cuando hago mi trabajo lo hago completo ya sabes.
Escupo al costado en su piso y mi mirada se vuelve obscura nose si me podré contener.
Me afirmó en mis brazos mirando más de cerca.
-Riccardo tu eres inteligente sabes donde te estás metiendo. No juegues con fuego porque no te quemaras, sino que arderás.
Veo cómo traga grueso.
-Déjame que te lo deje claro, no me meteré en tu negocio, pero ten por seguro que si le pasa algo yo vengo aquí mismo y cuelgo tu cabeza en el farol de afuera entiendes? No advierto en vano asistir sabes que hacer.
Me paro irme pero vuelve a hablar.
-Máximo pero yo tengo que cobrar ese dinero.
Sonrió de lado es justo lo que quiero.
-Haz lo que quieras pero no toques mis huevos.
Me doy la vuelta y me voy estaba parado en la puerta por salir y digo algo más.
-Riccardo deja de inflar los números tanto hasta un niño de escuela se da cuenta que ese dinero que le pides es mucho mayor a lo que te debe.
-Ese es mi negocio Máximo.
Vuelvo a reír.
-No toque mis huevos Riccardo, no toques mis huevos estas advertido.
Dicho esto me fui, subí a mi camioneta con mis muchachos y me fui.
Tenía que llegar a bañarme y prepararme para pasar a buscar a Emma.
Mientras baje a tomar mis llaves del coche Greta se asomo a con un hermosa caja llena de rosas que yo había encargado para esta noche.
Me ve con ojos emocionadas pero no dice nada ella siempre fue muy discreta conmigo y eso es lo que me hace quererla más.
Iba en viaje a la casa de Emma y cuando llegue ella ya estaba abajo esperando le había dicho a las 21 y era puntual, me gustaba.
Cuando estacione mis ojos no podía creer lo que miraban era una dios con ese vestido plateado medio dorado que al caminar se le ve si pierna al descubierto de tirantes pero sin dudas elegante, le queda hermoso, ella es hermosa.
-Máximo como estás?
Me había bajado del auto para abrir su puerta ella se lo merecí luego de lucir tan bien ese vestido.
-Emma como estás?.- Dejó un beso en su mejilla con ganada de comerle la boca con un beso y si me deja más también.-Estás hermosa.
-Muchas gracias tú también estás muy apuesto.
-Gracias.- Nos quedamos mirando hasta que ella dice
-Puedo subir o nos quedaremos aquí toda la noche?
-Perdona sube.- Le hice un ademán con mi mano indicando que suba y ella lo hace, cerré su puerta y pensé en marcha el auto, ahora si estaba algo nervioso, joder.