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Iban en el auto en silencio, Dong Min manejó esta vez para que Bin pudiera tomar aire fresco y pensar con claridad.

-¿No crees que fuiste muy duro con ella?

-Ella jamás me ha apoyado, es como si fuese mi enemiga... -la frustración era su estado, algo que no lo dejaba pensar con claridad y lo atacaba sin anestesia.

-Tal vez ella tiene una razón válida para actuar así.

-No, Minnie. Jong Sun perdió el objetivo, se volvió más ambiciosa qué yo y prefirió mi sufrimiento antes de volver a la pobreza.

-Binnie, no estés así... Solo trata de calmarte, ¿Sí? -No encontró las palabras para consolarlo, sin embargo, su sola presencia le hacía sentir bien.

Y en un silencio más cómodo llegaron al apartamento.

-¿Vas a subir o te irás a casa?

-No, iré a despedirme de mi bebé. -porque estaba tan frágil que buscaba consuelo en su hijo y su omega por supuesto, al menos para sentirse apoyado.

San Ha lastimosamente se quedó dormido en el sofá esperándolos, pero los mayores fueron al muchacho, en especial Bin que se puso de rodillas en el suelo y juntó su cabeza con la de su hijo, acariciando su cabello.

-Duerme bien, mi principito. -Dong Min se sentó a su lado, dándole una caricia al pequeño.

-Bin, hay algo que quiero preguntarte.. -el alfa lo miró fijamente y asintió. -Realmente tú quieres estar con tus hijos o solo lo usas para que yo te acepte otra vez?

-¿Cómo puedes dudar del amor que le tengo a mis hijos? Minnie, ellos no tienen la culpa de nada, son almas inocentes qué no pidieron venir al mundo.

El omega solo siguió su instinto y colocó su rostro en el hombro de su alfa, siendo cariñoso y pegajoso.

-Te lo dije antes, al principio me rehusaba a creer que tenía hijos, que era padre y no sabía llevar mis luchas internas... Y terminé lastimando a mi bebé... Solo míralo, es tan parecido a mí y yo que quería negarlo.

-En su enojo, también negaba el parecido contigo, pero alegra que ahora estén bien.

Y era lo importante, porque San Ha cegado en su odio a su padre no era capaz de ver cuanto se parecían y lo mucho que compartían en cuanto a personalidad.

-Minnie, con toda sinceridad, puedo decirte que maduré y que los amo más que a mi vida. -el alfa desvió su mirada a su omega y sonrió. -Ellos y tú son todo en mi mundo.

Un beso cerró su conversación, pero fue extraño, porque Dong Min correspondió sin problemas, sin sentir culpa, dejándose amar y creyendo en su alma ilusa que todo estaría bien... Que Bin por primera vez hablaba en serio y no lo estaba engañando.

San Ha se despertó y sonrió automáticamente al ver a su padre y a su omega ser tan íntimos y cariñosos. No sabe aun como es que terminó aceptando a Dong Min o como fue que perdonó a su padre después de tanto, pero de lo que si estaba seguro es que ese par se necesitaban hasta en el suspiro.

Que su padre no era él mismo sin su omega y que Dong Min no podía salir de la tristeza sin su alfa.

No era difícil de entender, era tal cual y esperaba, deseaba con todo su corazón que ellos tuviera su final feliz después de tanto vivido.

Vio al omega acariciar el cabello de su padre y notó el anillo en su dedo, se sorprendió porque recuerda haber visto la sortija en su infancia, más no sabía que el dueño de ella era Dong Min.

Ciertamente, fue pensada para él, elaborada para sus finos dedos y blanquecina mano. Algo que decoraba al omega y le hacía entender a todos que el castaño le pertenecía a su padre.

Whispers of yesterday: Uncertain change |᯽| BinwooDonde viven las historias. Descúbrelo ahora