Preso de su ambición, Moon Bin pagó el precio y perdió a la persona que amaba. Está casado, tiene una familia, pero ahora, luego de 15 años, los traumas del pasado cobran vida, incluyendo la suya.
Una historia de amor trágica donde los finales felic...
Si le preguntaban a Jong Sun desde el día que Dong Min se fue, todo se ha convertido en un remolino. Cosas pasando, tristeza, frustración, de todo tipo de cosas mezclandose entre sí y sobretodo, ha visto como su hijo ha pasado un proceso duro.
Y no solo él, ella también.
No hay día en el que la omega no se arrepiente de sus errores, lamentandose con ver a su hijo caer en el alcohol y ahora, convertirse en un fumador que busca liberar el estrés a través de fumar. Valga la redundancia.
Durante el embarazo de Boo, el alfa salía a viajes que ameritaban su presencia como nuevo canciller, casi no estaba en su hogar y mientras tanto, Seungkwan también se daba la libertad de no regresar a casa.
Cuando Bin volvía, iba directo a casa de Jong Sun y se encerraba en su habitación tal cual un adolescente, aquel jardín de la mujer siempre estaba oliendo a nicotina de tanto que fumaba el alfa, pero es que realmente no encontraba qué hacer.
Pero cuando nació San Ha, las cosas fueron un poco diferente.
La barriga del omega fue demasiado grande, tuvieron que hacerle una cesárea, así que su figura preciosa se arruinó un poco, el doctor le dijo que con dietas y cuidado podía recuperarse, pero con lo vanidoso que era, solo se frustró. Desde un comienzo nunca quiso darle de amamantar a su bebé, ni siquiera lo cuidaba como tal por lo que San Ha tuvo siempre a su abuela junto a una niñera para ser cuidado.
Bin discutía con él por supuesto porque tal vez no estaba contento de ser padre, pero el bebé no tenía la culpa de nada y después de todo era su hijo, su primogénito y su sangre.
-¡Dale de comer!
-No quiero, ya te lo he dicho, no me molestes.
-¿Quien te entiende? ¿No quería tener un hijo?
-Si quería tenerlo, pero me arruinó, estoy horrible por su culpa.
-Por su culpa no, no es culpa de nadie. Tú mismo dijiste, somos esposos ahora y después de la boda es normal tener un bebé y esas son las consecuencias de tener un hijo.
-Como no salió de ti hablas.
-Independientemente, Seungkwan. Se supone que debes de crear el vínculo con él y solo lo alejas y te quejas como si no lo quisieras.
-Bin, dame tiempo para recuperarme. -dijo ya molesto.
-Haz lo que quieras. -salió de la habitación directo al cuarto del bebé, entró y lo encontró llorando.
-Señor Moon, el bebé no quiere tomar su biberón. -dijo su niñera.
-No te preocupes, yo me encargaré. -la mujer le entregó el biberón y se marchó mientras él se acercaba a la cuna para ver a su hijo. -Sanhie, deja de llorar.
El pequeño niño ya tenía 2 meses y al tener cierto rechazo de Seungkwan, era excesivamente sensible. En realidad, él era la única persona que estaba pendiente del bebé porque le daba lástima.
Cargó al bebé en sus brazos y tomó asiento, siempre lo hacía puesto a que le daba miedo botarlo o algo, era inexperto en cosas de bebés que se sentía extraño siempre que lo hacía.
Liberó feromonas y en sus brazos el llanto cesó, el pequeño San Ha pudo beber su formula sin problemas y él se encargó de secar sus lágrimas y limpiar su naricita.
La misma rutina de todos los días.
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