Whispers of yesterday: Uncertain change |᯽| Binwoo

𝟸𝟻

Y al final del día, se terminó traicionando a si mismo y salió con el alfa de compras. Bin le compró ropa nueva, zapatos, lo llevó a comer y finalmente le compró un nuevo celular.

Por supuesto que él se sentía extraño, pero ko había mucho que podía hacer por su cuenta. Reconoció que realmente necesitaba aquellas cosas.

Mientras andaban en el centro comercial, Bin llamó a Wooyoung para que hablara con Dong Min un rato, después de todo, los omegas no sabían nada del otro y Wooyoung hasta lloró cuando supo que el castaño estaba vivo y con bien.

Llamaron a Sunmi también y la omega le dio la terrible noticia sobre lo que pasó con su bebé, aunque también le pidió perdón.

«Nunca me di el tiempo de entender el dolor que sentías como madre y esposo, solo pensé en mí antes que en ti y tus sentimientos. Perdóname por ser una inconsciente».

Y está de más decir que la omega sabía que estaba con Bin y que aparentemente esos dos días no había tenido crisis ansiosas.

Bin le aseguró que lo cuidaría y que cualquier cosa, le avisaría a ellos.

Regresaron al apartamento ya de noche y fue momento de que se dirigieran la palabra nuevamente a solas y no con el bullicio que los encerró temprano.

-Quiero darte este teléfono para que llames a quien quieras y guardes todas tus cosas. El tuyo ya está algo viejo y supongo que ko quieres perder lo que tienes ahí.

-Está bien, no te hubieras molestado.

-Si quieres puedo ayudarte a pasar todo al nuevo celular y guardar tus fotos en la nube. -E intentó ayudarle, pero el omega se negó.

No podía dejar que viera su galería con todas las fotos de su hija, no cuando él la conoció y Suyeon fue como su mismo retrato.

-N-no, está bien... -Bin soltó un suspiro, después de todo entendía que tal vez Dong Min tenía fotos de Min Hyuk y su hija...

Aveces Bin quería preguntarle sobre eso, sobre cómo fue que terminó teniéndole un hijo a ese hombre, no lo entendía. Quería preguntarle de que murió, sobre cómo se sentía al respecto. Pero las palabras no salían.

-Está bien, Min.

-Mañana iré a la clínica para ver si me van a ayudar o no. Tal vez no me encuentres.

-¿Estas esperando a que venga a verte como hoy? -Dong Min se dio cuenta de su error y negó, aunque era muy obvio... -Dime la verdad, bebé...

-A-aléjate.... -el alfa lo acorraló en el sofá, usando sus feromonas para que cediera a su cercanía y funcionó, porque Dong Min dejó que sus rostros casi estuvieran pegados y sus narices se rozaron.

-Me muero de ganas de besarte esa boquita, bebé... -Y justamente cuando intentó darle el beso, lo empujó. -Min-...

-No es correcto, ya te lo dije. Tienes una familia y no quiero volver a ser tu amante, eso jamás.

No tuvo opción más que dejarlo en paz.

-De acuerdo. Entonces vendré mañana a verte. Descansa.

Dong Min se levantó para despedirlo, fue a la puerta con él y antes de que cerrara la puerta, el alfa lo jaló del cuello y presionó sus labios con los contrarios.

-¡Bin!

-Buenas noches, bebé.

El rostro furiosamente rojo de Dong Min denotaba confusión y enojo también, pero para la vista de aquel chico curioso no era más que una perra satisfecha por el beso que le dio su padre.