Whispers of yesterday: Uncertain change |᯽| Binwoo

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Por supuesto que Bin estaba en shock, su mejor amigo y su ex esposo aliados para hacerle la vida más terrible de lo que era. La única persona en la que había confiado toda su vida, su hermano de otra madre, quien creyó era su compañero fiel.

Todo se había derrumbado por odios y celos estúpidos.

Para Bin fue tan doloroso aquello, mientras que para San fue nada. Algo nulo de lo cual no sentía ni el más mínimo arrepentimiento, solo vergüenza de regresar a casa y que su esposo se enterara de lo que había hecho contra Lee.

Y se quedó en la casa de Moon para estudiar más a fondo de que manera podía darle un golpe duro al alfa y regresó a casa después de dos días, con la mejor de las caras y aparentando que todo estaba bien.

En casa, sus hijos como siempre lo recibieron con  abrazos y besos, sin embargo, cuando preguntó por su esposo, los niños no le dijeron nada de inmediato, pero fue su hija la menor y la más madura de entre los gemelos quien le terminó respondiendo.

—Papi ha estado llorando mucho y no sabemos que tiene.

Aquello le preocupó demasiado y decidido, fue junto a ellos a la habitación para verlo y por supuesto, hablar con él. Lo que no imaginó, fue ver a su omega sentado frente a su tocador, peinando su cabello, que ahora está largo, en completo silencio.

—¡Wooyoungie! —intentó ser dulce como siempre pero... Cuando el omega levantó su mirada, solo había  tristeza en sus ojos.

—Papi, ¿Ya no estás triste? —los tres chicos rodearon al omega y como a un príncipe, miraron a su padre con admiración de tan lindo que era.

No habría problemas más adelante, sus hijos amaban a Wooyoung más que a nadie.

—No, tesoros míos. Estoy bien. —sus lindos niños le dieron un beso a su papi en la mejilla para que se sintiera bien.

—Woo-...

—Nenes, ¿Pueden pedirle de favor a la nana que les haga algo rico de comer?

—Sí, papi. Le pediremos el favor a la nana. —le respondió uno de los gemelos.

—De acuerdo, vayan. Yo los alcanzo. —Los despidió con un beso de vuelta a cada uno y finalmente... Quedó solo con San.

—¿Para mí no hay beso, mi amor? —el omega se levantó para pararse frente a él y enfrentarlo.

—¿Dónde estabas? —Su expresión cambió en cuestión de segundos.

Por más enojado que estuviera, no iba a mostrar su ira frente a sus hijos, ellos debían estar alejados de problemas y crecer sin escuchar cosas feas en el hogar.

—Mi vida-...

—¡Te hice una maldita pregunta, Choi San! ¡¿Dónde estabas?! —le gritó y aunque al alfa no le gustó, trató de mantenerse a raya.

—Estoy llevando un caso y tuve que investigar, tú sabes, procesos, inscripciones-...

—¿Acaso es necesario que duermas en casa de ese infeliz? —soltó porque no quería darle más vueltas al asunto.

—Amor, ¿De quien hablas, mi cie-..?

—¡No trates siquiera de ocultarmelo porque ya lo sé! ¡Sé que eres el abogado de Boo Seungkwan!

Por supuesto que escuchó los rumores en la corte sobre que Boo estaba demandando a su ex esposo. Después de todo, su divorcio no fue algo que se pudiera ocultar y que más da, qué se enteró que su esposo era quien llevaba la demanda por la custodia de los dos menores.