Entre Lados: Amor y Ley

48 Reivindicación

El hospital estaba tranquilo esa mañana cuando la madre de Yoko apareció abruptamente en la puerta de la habitación. Con un rostro serio y gesto de desagrado, echó una rápida mirada a Faye, quien permanecía al lado de la cama de Yoko, velando por ella.

"Quiero que te retires", exigió la madre de Yoko, con tono cortante. "No eres familia, no tienes derecho a estar aquí".

Faye la miró en silencio por un instante, procesando sus palabras mientras sentía cómo el ojo iba creciendo dentro de ella. Sin embargo, cuando finalmente respondió, su voz era fría, controlada, y su mirada intensa e imperturbable. "Soy mucho más familia de Yoko que tú. Además, soy su novia".

La madre de Yoko, sorprendida y ofendida, levantó la voz, visiblemente molesta. "¿Novia? ¡Eso es absurdo! Tú no eres nada, no tienes derecho a decidir nada sobre mi hija", gritó, provocando que algunos médicos y enfermeras se detuvieran y miraran la escena con preocupación.

Faye, sin inmutarse, la observar con una mirada tan gélida y penetrante que incluso aquellos que estaban cerca sintieron un escalofrío. Con voz baja y sin apartar la mirada, le dijo: "Le sugiero que baje la voz, a menos que quiera que llame a seguridad para que la saquen".

El tono de Faye era tan serio que la madre de Yoko retrocedió un poco, notando la fuerza en su presencia. En ese momento, el médico de Yoko llegó al lugar y se interpuso, tratando de calmar la situación. "Por favor, mantengamos la calma. Esta es una sala de hospital, y Yoko necesita reposo", dijo, mirando de forma significativa a la madre de Yoko.

La madre de Yoko, visiblemente molesta pero consciente de que Faye no retrocedería, murmuró algo en voz baja antes de salir de la habitación, fulminando a Faye con la mirada. Mientras se iba, Faye suspir, volviendo su atencin a Yoko, quien continuaba descansando.

Le tomó la mano y le susurró: "Estoy aquí, mi amor, y no voy a dejarte sola. Pase lo que pase".