Señor y Señora Maldonado💍 Quackity x TU +18 🔥|2/2 ¿Cuánto Vale Tu Amor?

Capitulo 56| bienvenidos.

Señor y Señora Maldonado.

Pov: Alex

Los meses habían pasado tan rápido como no nos habíamos imaginado, habíamos aprovechado cada momento para disfrutar de nuestra soledad, de los dos y de Ela por supuesto, pues cada día era una travesura nueva con ella.

De vez en cuando escondía mis zapatos, cada mañana era una búsqueda constante, si no estaba debajo del sillón estaba debajo de la cama y si no estaba en esos lados entonces decidía por llevarme otros al trabajo, al medio día _______ llamaba diciendo que los había encontrado en un nuevo lugar secreto.

Nuestra rutina era simple, despertabamos temprano, desayunabamos, platicábamos un poco, buscaba mi zapato, le daba un beso a _______ y me iba al trabajo, ella se quedaba en casa sola, cosa que desde mi punto de vista no me parecía, pues podía pasar cualquier cosa, desde un accidente en casa o que el parto se adelantara.

Trataba de mantenerme calmo, pero me era imposible, cada 30 minutos revisaba las cámaras y ahí estaba ella, sentada en la sala mientras con una mano acariciaba su vientre.

No me gustaba decirlo, pero se veía cansada, unas pequeñas ojeras comenzaban a marcar en sus ojos, producto de no poder dormir durante la noche, ya que su vientre era tan grande que no encontraba manera de acomodarse.

En varias ocasiones me había despertado al no sentirla a mi lado, en cuanto me levantaba de golpe podía verla sentada en uno de los sillones de la habitación mientras buscaba una posición para poder estar tranquila.

No podía seguir durmiendo mientras sabía que ella no podía, así que me levantaba y me sentaba a su lado, el amanecer era testigo de como agarraba su mano y le repetía mil veces que todo estaría bien.

Ella no lo decía, pero podía ver su preocupación en su rostro.

Samuel nos había dado una noticia, los cuatitos venían bien, la niña estaba perfecta y el niño también, pero habían crecido un poco más de lo esperado, provocando así que su vientre se hinchara más de lo que debía, entonces Samuel y el ginecólogo optaron por una cesaría antes de tiempo, entrando a los nueve meses iría directo a operación, no podíamos arriesgarnos más.

Esto haría que los pequeños pasarán un tiempo en encubadora y observaciones, pero, todo estaría bien.

Unos días después los cuatro estaríamos en casa, eso habían dicho los dos.

Pero no le preocupaba el parto, seguía temiendo por su padre y mi madre. Gustavo seguía a todas partes a Dany, pero no había nada nuevo, solo era una chica normal que iba a la escuela, regresaba a casa y salía por las tardes con sus amigos, después de eso regresaba a casa nuevamente. Todo estaba bien, no había más rastros de él.

Mi madre había dejado de llamar y acosar con mensajes, Samuel y Josue no habían tenido noticias de ella, pareciera que la orden de alejamiento había cumplido con lo prometido.

El único inquieto era mi padre, pues este rápidamente corrió a ver sus cuentas de banco, pero todo estaba en orden al igual que sus otras casas, no había nada que temer, habíamos protegido todo.

Me sumergí tanto en la montaña de papeles que tenía frente a mi que había ignorado por completo los golpes en la puerta, era como si estuviera en un trance por estar leyendo tantas letras.

Suspiré pesado y retiré mis ojos de aquella demanda, supongo que necesitaba descansar un poco.

—Adelante.

Aquella puerta se abrió, Roier apareció con unas cuantas carpetas en sus manos, entró en mi oficina y cerró la puerta detrás de él.

—¿Todo bien?—pregunté volviendo a ver mis papeles, esta demanda necesitaba toda mi atención.