Mis Memorias De Gerard Way. [Fanfic Frerard]

Capítulo 6.

Sábado 12:00 p.m.

Matt me había comentado acerca de la fiesta, me dio todos los datos y obviamente me presenté y obviamente también lo primero que busqué fue a aquel pelinegro pero aún no llegaba, tampoco me refiero a que corrí a buscarlo, sólo lo busqué con la mirada.

-¡Enano! –Gritó Billie mientras se acercaba a donde estaba yo.

-Tengo nombre –Murmuré enojado.

-¿Cuál? Ah sí, Elena.

-¿Elena? –Pregunté confundido.

-El enano –Soltó una enorme carcajada. Me mantuve serio mirando como casi se retorcía de la risa. En aquel momento recuerdo lo mucho que me había molestado pero ahora hasta pienso que es creativo.

-Jodete Billie –Desvié la mirada.

-¡Vamos Frank! Es una fiesta, diviértete –Sonrió.

-Frank, ese es mi nombre –Lo miré molesto.

Los chicos de la banda llegaron y pronto el lugar comenzaba a llenarse, permanecí de pie durante mucho tiempo cerca de la puerta de entrada, sólo por si acaso lo veía pasar. Mis deseos se hicieron realidad y lo vi bajar de un hermoso auto color negro, mi vista se enfocó en él sin perder rastro de cada uno de sus movimientos, como de costumbre un guardaespaldas lo acompañaba. Pasó junto a mí, supongo que no me vio puesto que cuando puso un pie lo rodearon los amigos de Bert y otras chicas, pero todos esos perfumes de chicas y las demás lociones no me hicieron perder el encantador olor de su perfume, un perfume costoso, escandaloso pero olía tan bien, no puede evitar olfatearlo y quedarme con ese asombroso olor único de él.

-¡Frank! Vamos ya –Gritó Evan, el guitarrista de mi banda.

-Ah claro.

Rob, quien era el bajista, me entregó mi guitarra, antes de subir hubo un mensaje de nuestro patrocinador o bueno, eso dijo Evan al momento en el que Bert subió al escenario y tomó el micrófono.

-Muy buenas noches, es un placer que estén aquí esta noche en casa de mi amiga Fanny, para comenzar esto, voy a pedir a mi amigo Frank y a su banda que suban a tocar algo de su buena música, en lo personal me encanta, vamos, un aplauso para ellos.

Al decir eso las personas comenzaron a aplaudir, Bert bajó y me dio la mano como símbolo de buena suerte, en serio que no tenía vergüenza. Subimos al escenario y como siempre es mi costumbre sonreí al público y entonces lo vi, estaba en primera fila y sus ojos se concentraban en mí.

-Buenas noches, esta canción es nueva y es algo lenta, espero y les guste se llama She's the petties girl at the party.

Comenzamos a tocar dicha canción, llegó el momento en el que tenía que cantar pero de mi boca no salió palabra alguna, me perdí en aquel chico, me perdí buscando algo dentro de él, tratando de que me dijera algo con su mirada.

-¡Frank! –Murmuró James.

-Oh, lo siento –Sacudí mi cabeza y esta vez traté de concentrarme en la canción, pero era técnicamente imposible.

Esa canción tiene un gran significado sentimental, en aquel tiempo no significaba mucho, sólo era una canción que escribí para que la gente me diera su opinión, después de esa fiesta el significado cambió completamente. Sentía que sabía que esa canción era especialmente para él, nuestras miradas nunca se separaron, fueron tal vez los tres minutos más lindos de mi vida, era tan hermoso, tan perfecto en todo sentido, sonreía levemente y yo también le sonreía, simplemente quería que entendiera que tal vez conmigo no había dolor o maltrato, yo no le haría el daño que le hace Bert, al contrario, lo protegería de todos ellos.
Antes de que terminara la canción Bert apareció detrás de él y lo abrazo, mi mirada se enfocó en ellos, Bert notó todo y para darme celos lo besó de forma desesperada, profunda, casi con necesidad, esa escena me dio asco, ganas de llorar, coraje y rabia, aún la recuerdo y sigo sintiendo lo mismo. Terminó la canción y el público aplaudió haciendo un enorme ruido, pero ni todo ese ruido pudo cubrir el comentario de Bert a Gerard. "Te dedico esa canción". Mi corazón se sintió con una presión que pareciese le costaba latir.