Navidad, la dulce Navidad.
Sí, era Noche Buena y aun no tenía el regalo para Gerard, estaba muy nervioso y asustado. Me mantuve junto a Gerard acostado en la cama, sólo lo hacía para mantenerme calientito, ya que moría de frio. Estaba acurrucado en la sabana y él.
Estaba titiritando del frio que sentía, tal vez eran nervios o frio, o tal vez los dos.-Frankie, ¿Qué te sucede? –Preguntó adormilado Gerard.
-Nada... -Dije apenas.
-¿Tienes mucho frio? –Preguntó abriendo levemente sus ojos.
-No...mucho...
-Deja de temblar entonces. –Sonrió.
-Sabes...que...no...puedo...
-Lo sé... pero sí estás súper congelado, Frankie. –Me abrazó y me pegó más a su cuerpo. –Tranquilízate. –Frotó mi espalda de arriba abajo y viceversa.
-Gracias... -Lo abracé también. Él cerró sus ojos haciendo un gesto de molestia, supuse que enserio estaba muy frio. –Perdón. –Aparte mis manos y las masajeé.
-Tranquilo, está bien. Hoy hace más frio del habitual.-Sí, ya lo creo. –Cerré mis ojos para dormir un poco, Gerard me arrullaba con lo que hacía.
-Pareces bebé. –Bromeó, yo sólo sonreí, estaba muy cómodo. Sentí que su boca me besaba la frente y luego bajó hasta mi boca, allí se entretuvo un buen rato. La sábana nos cubrió a ambos, ahora estábamos bajo ella. Mis manos acariciaron su abdomen, él bajó a mi cuello, sentía que lo mordía y me hacía soltar leves gemidos. –Tú pareces un hielo. –Dijo con una sonrisa, yo reí levemente. Mis manos quitaron su camiseta y tomé el cabello de Gerard para que se dirigiera de nuevo a mi boca. Le di la vuelta y esta vez quede encima de él. No tardó mucho en quitar mi camiseta también, sentí un frio horrible, pero que se estaba pasando de poco a poco. Su pantalón desapareció de forma lenta, formé un camino de besos hasta llegar su ingle, al llegar a dicho lugar él echó un suspiro y mordió su labio. Estaba a punto de introducir su miembro a mi boca, entonces la puerta se abrió.
-¡Buenos días! –Exclamó Debbie. Rápidamente volvimos a nuestra postura normal.
-Buenos días, Debbie. –Dijo Gerard agitado.
-Se toca, malcriada. –Dije molesto, realmente me había sacado un tremendo susto, la verdad es que ni siquiera me acordaba de que ella estaba allí.
-Hay lo siento... -Dijo apenada, luego nos miró. –Eh...sí, creo que llegué en un pésimo momento.
-Mocosa. –Murmuré. –Lárgate de aquí, Debbie.
-Bueno ya, Frankie, tampoco es para que te enojes, además yo sólo venía a decirles que el desayuno está servido. –Salió de la habitación.
-Maldita mocosa. –Me tiré a la cama y eché un suspiro de alivio.
-Creo que eso hubiera sido un trauma para ella si la sábana no hubiera estado cubriéndonos. –Echó una risita. –Pero te juro que la olvidé.
-Sí, yo igual... oye, Gee, ¿cuál es tu hobby? –Pregunté mientras buscaba mi camisa.
-Mmm...aparte de estar contigo, leer, escribir, me gusta dibujar, sobre todo lo último.
-¿Por qué no me habías dicho eso?
-Es que no lo practico mucho, pero me gusta dibujar. Cuando vayas a casa te enseñaré viejos dibujos, ¿te parece?
-Claro. –Afirmé.
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Mis Memorias De Gerard Way. [Fanfic Frerard]
Fiksi PenggemarFrank Iero, un chico de 20 años que estudia psicología en la universidad de New Jersey conoce a un chico de nombre Gerard Way del cual queda cautivado desde el primer momento en el que lo ve. Interesado por si quiera hablar con él, hace lo que sea...