Capítulo 15.

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Si bien lo había mencionado anteriormente, Bert tenía un plan, realmente no me atrevo a decir que estaba del todo bien elaborado porque no lo estaba, tal vez por su mente pasaban miles de ideas "buenas" para poder separarme de Gerard, pero nunca pensó en los sentimientos de las personas o el daño que pudiera causarles sólo por un capricho.
Gerard y yo no hablamos por una semana, Bert seguramente estaba feliz por ello, pero yo simplemente no lo soportaba, tenía gran necesidad de saber cómo estaba, además también había dejado de asistir a las terapias. Un día, mi estúpida desesperación y yo hicimos algo que no debimos hacer en ese momento, fue como cuando haces algo que es bueno, pero en un tiempo equivocado. Llamé a Gerard al antiguo número que me había dicho que le llamara. Esperé por unos segundos y contestaron.

-¡Gee! –Dije con cierta alegría. –Gee, ¿cómo estás?

-Bien... -Dijo casi en un susurro.

-¿Seguro? –Pregunté incrédulo.

-Sí, adiós. –Volvió a susurrar.

-¡Gerard! No cuelgues, tengo que hablar contigo, por favor es muy importante esto, no quiero estar molesto, por favor te pido perdón por lo que he hecho...

-Ya Frank. –Interrumpió. –Hablaremos mañana en tu casa, ¿sí? Enserio tengo que irme... -Colgó.

-¿Gee? ¿Gerard? –Seguí insistiendo, pero había colgado. Arrojé el teléfono a la cama.

Pasaron aproximadamente dos horas y de nuevo sentí la necesidad de llamarlo. Tomé mi celular y busqué su número, incluso dudé unos sengudos en si debía llamarlo o dejarlo por la paz. Pero marqué el número y esperé hasta que contestaran. Tardó unos segundos en contestar pero lo hizo.

-Gerard.

-No, no es Gerard, ¿desea hablar con Gerard? –Preguntaron del otro lado de la línea.

-¿Quién eres? –Pregunté confundido.

-Soy Michael Way, el hermano menor de Gerard, le pedí su celular para hacer una llamada, él no está en este momento, dejó su celular porque salió con su amigo Bert, pero si quieres le puedo dar un recado para cuando llegue.

-Dile que por favor necesito hablar con él, que es muy importante que nos reunamos mañana en mi casa...

-...Yo le diré, ¿de quién va el recado?

-Frank Iero. –Contesté.

-Bien, yo le diré, nos vemos... -Colgó.

Desde ese momento había marcado algo en mi vida, creo que en ese momento me hubiera gustado recordar las palabras de mi madre. "No hables con extraños" Porque ese ni siquiera era quien realmente decía ser, no era Michael Way, el hermano menor de Gerard, pero ¿qué sabía yo? Estaba emocionado porque tal vez hablaría con él y las cosas irían para un rumbo mejor, pero de nueva cuenta me equivoqué.

Al día siguiente me traté de arreglar, me dirigí contento al colegio y estuve esperando con muchas ansias la salida, quería que ya fuera la hora de salir solamente porque quería hablar con él.
Cuando salimos al receso, me encontraba acompañado de Billie, ambos nos dirigíamos a la cafetería. Al pedir nuestra comida salimos de allí y comenzamos a platicar, pero entonces Gerard apareció de la nada y lo miré, tal vez lucía serio, pero por dentro estaba lleno de emoción.

-¿Podemos hablar? –Preguntó quedamente, miró a Billie. –Es algo privado.

-Claro...Billie te veo después.

Él me dirigió a la cafetería y nos sentamos a platicar.

-Ayer quien contestó no fue Mikey, tú ya sabrás quién fue.

-Bert.... ¡Pero si le dije que nos veríamos en mi casa!

-¿Qué?, ¿Le dijiste eso?, Frank ¿cómo se te ocurre? Ahora veo por qué no apareció en la escuela, estamos metidos en un lío.

-¿Qué hago? –Pregunté desesperado.


-Por eso es que no podía hablar fuerte y estaba susurrando, la única forma de que no sospeche más de esto es que no vaya a tu casa y te olvides de ese número, ya no me llames por nada de este mundo.

-Lo está consiguiendo. –Rechiné los dientes. -¡Bert quiere separarnos y lo está logrando! –Golpeé la mesa con mi puño y bajé la mirada, estaba muy enojado.

-Frank, es sólo por un tiempo, dijimos que íbamos a pelear por nosotros, ¿recuerdas?, yo no abandonaré la pelea si tú peleas conmigo, por favor, debemos de ser fuertes ante esto. –Tomó mi mano.

-Lo sé, Gee, pero es que no soporto saber que él quiere separarnos a cualquier costo, pero tienes razón, no te dejaré solo. –Sonreí.

-Nos veremos hoy a las cinco de la tarde, en el parque más cercano a tu casa, te quiero Frank. –Se levantó y se fue.

Regresé a mi casa, mi madre estaba seria, era raro, más no me dijo nada, mi padre no estaba, seguramente estaba trabajando. Al dar las cinco me arreglé y estaba a punto de salir cuando mi madre desde la cocina me dijo algo que me pareció algo normal, pero no tanto.

-¿Ya te vas con Gerard?

-Pues, algo así. –Contesté. -¿Por qué?

-Ha pasado algo, te contaré después, ve a tu cita...

-¿Es algo importante? –Pregunté entrando a la cocina.

-Nada, nada, anda ve a tu cita. –Sonrió.

Salí de mi casa y me dirigí al parque, busqué a Gerard y lo encontré sentando en una de las bancas, me acerqué y me senté junto a él.

-¿Bien? –Pregunté rompiendo el silencio.

-No lo sé, tú eras quien quería verme...

-Cierto, sólo quería decirte lo mucho que lo siento, por lo de la otra noche, no quiero que sigas molesto conmigo, quiero arreglar las cosas de una forma u otra, pero siempre que intento hacer algo bien aparece Bert, siempre trata de arruinar nuestra felicidad, no entiendo por qué si él no te quiere.

-Me quiere, a su forma, pero lo hace, digan lo que digan de él, ni siquiera me importa... pero yo no siento lo mismo con él que cuando te conocí a ti, con él, la mayor parte del tiempo es sexo, ni siquiera puedo hablar de nada con él porque siempre contesta cosas como "¿y?", "Vaya". Es detestable que haga eso, si él habla tengo que escucharlo, tengo estar allí para él...pero tú eres diferente, me escuchas, me haces sentir que aún tengo valor... por eso te quiero Frank, él día que te besaste con Jamia fue horrible para mí, sé que ocultaste lo de tu gusto por los chicos pero ese beso me hizo recodar tanto a Bert, él hace eso, siempre enfrente de mí, no le importa y yo soy un estúpido porque siempre que me dice algo lindo estoy de nuevo con él... -Suspiró. –Se siente bien desahogarse.

-¿Entonces?

-Lo siento, creo que te interrumpí. Tu disculpa está aceptada. –Sonrió y me besó de manera corta. –Extrañaba besarte, Frankie.


-Sí, yo igual, oye, sabes que me encanta estar contigo, pero noté a mi madre muy preocupada y justo cuando iba a salir me dijo que me contaría algo, necesito ir.

-Te acompaño.

Ambos nos dirigimos a mi casa, realmente estaba muy nervioso, mi madre rara vez se comporta así, entonces seguramente algo muy malo estaba pasando, o sólo se trataba de una pelea que tuvo con papá.
Me atrevía a pensar en muchas opciones, pero nunca en la verdadera y la más peligrosa de todas, nuestra vida estaba en peligro...

-Frank Iero.

Mis Memorias De Gerard Way. [Fanfic Frerard]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora