Salio de darse una ducha y no se sorprendió en lo absoluto al encontrar a Calum sobre su cama, dormido.
—Cal — suspiro y rio al ver como sostenía el celular ya sin fuerzas.
Estaba profundamente dormido.
Ajusto el agarre de su toalla, salio de su habitación y se acerco a la de su madre.
—Vino Calum — murmuro y su madre levanto la vista del libro, asintió y le tiro un beso —Hasta mañana — la saludo con la mano y volvió a caminar hasta su cuarto.
Abrió la puerta y la cerro detrás de ella, apoyándose sobre esta y mirando al morocho con ternura.
En estos momentos podía permitirse fantasear con distintos tipos de situaciones.
Suspiro luego de estar casi diez minutos mirándolo sin apartar la vista y agarro el pijama junto a la ropa interior que había dejado encima de la silla del escritorio.
Se metió en el baño y mientras se cambiaba escuchó como la puerta de su habitación se abría.
Calum se había despertado.
—Aleena — a los pocos minutos pudo volver a escuchar a su mejor amigo caminando por el cuarto.
Salio ya lista, con el cepillo entre sus manos y se sentó en la cama.
—Hola Cal — sonrió y el se posicionó detrás de ella.
—Peine — le dio el objeto y el comenzó a pasarlo con delicadeza por el pelo de su mejor amiga.
Esa era una de las cosas que mas amaba de Calum.
Tenia esos pequeños detalles, que la habían enamorado.
Las cosas ya estaban descontrolándose y Aleena temía cometer algún error.
—Dime que ya pensaste lo de la gargantilla — Aleena rodó los ojos y bufo.
Mordió su labio superior y lo pensó por un par de minutos, sintiendo como cepillaba su cabello.
—No se que hacer Calum, no insistas — El morocho soltó una pequeña risa.
—Esta bien, vamos a dormir — Aleena se quejó y suspiro al ver que ya había terminado de cepillarle el cabello.
—Tienes que hacerlo mas lento — Calum sonrió y negó divertido ante la actitud de su mejor amiga.
Sabia que ella amaba eso.
—La próxima, te prometo que voy a hacerlo por horas si quieres — se corrió un poco y se acosto, tapándose y haciendo espacio para que Aleena se recueste a su lado —Ahora señorita, debe dormir — hablo haciéndola reír y ella se arrastró hasta quedar al lado de su mejor amigo.
Calum paso uno de sus brazos por encima de su amiga y apoyo la cabeza sobre el hombro de ella.
Cerro los ojos y suspiro tranquilo al sentir como Aleena le acariciaba el cabello y el brazo.
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Aleena ; [cth] EDITANDO
Fanfiction« Calum marca a sus chicas con una gargantilla grunge de la que cuelga una pequeña C. » Libro #1 de la serie "A" © kidlalagus, 2015.