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Todo en menos de un mes había cambiado, Calum estaba actuando raro y sus chicas le habían hecho la vida imposible cada vez que él no estaba cerca.

Ya no podía soportar todo lo que estaba pasando pero sabía que iba a tener un largo descanso de todo esto.

Gala había tomado su silencio a la propuesta de mudarse como un sí, y se mudarían a Carolina del Norte, en el momento que lo dijo todo se veía muy lejano.

Pero el tiempo cada vez se agotaba más rápido y aun no había hablado del tema con Calum.

Luke al enterarse la miro inexpresivo y luego la abrazo con mucha fuerza, pero no volvió a hablarle y eso la había lastimado mucho.

Las maletas ya estaban listas y no podía hacer nada contra ello, era demasiado tarde como para arrepentirse.

Su madre un dia había llegado, feliz a la casa para decirle "En menos de un mes, nos mudamos" y salió corriendo con los brazos hacia arriba para tirarse con ropa en la piscina.

Aleena solo corrió a su habitación y llamo a Calum, que estaba ocupado junto a Dalis en aquel momento.

Miro a su alrededor y todo estaba vacío.

Gala no vendió la casa, ella sabía mejor que su propia hija que en medio año volvería allí y necesitaría un hogar.

—Aleena —Calum apareció en la puerta de la habitación y estaba agitado —Explícame ya mismo todo esto —señalo desesperadamente hacia todos lados y luego dio un paso hacia adelante.

—Nos vamos —apenas murmuro aquello, él cayó sobre sus rodillas y la castaña cerró los ojos.

Nada parecía salir de su boca y ella abrió los ojos, con miedo de se haya ido.

Pero allí estaba.

—Está bien, me iré con ustedes —se arrastro hasta quedar frente a su amiga y sonrió —Imagínate lo que será ir juntos a un lugar diferente —Acaricio el costado del rostro de su amiga y ella negó al instante.

—No, Calum, no puedes venir con nosotras —Negó repetidas veces y suspiro.

—No puedes dejarme ¿Lo sabes? —Junto su frente con la de la castaña—Tu eres mi hogar, mi amor ¿Qué hago si no estás? —Sus manos temblaban a cada lado de la cara de Aleena —No puedes solo decirme que te irás —roso su nariz con la de ella y respiro hondo — ¿Quieres que las deje? Las dejo —su voz sonaba desesperada y Aleena solo quería que deje de hablar.

—Calum, ambos sabemos que eso no va a pasar, las necesitas —El negó.

—No, yo solo te necesito a ti —las lagrimas empapaban el rostro del morocho y ella sintió como su corazón se rompía —Por favor, nena —murmuro mientras la abrazaba con fuerza y ella lo rodeo con sus brazos —No me dejes, juro que puedo cambiar y ser mejor —Gala asomo su cabeza y su hija pudo notar como las lagrimas también mojaban su rostro.

—Cal —el morocho tenía la cabeza escondida en el hueco del cuello de Aleena y se aferraba al cuerpo de su mejor amiga como si su vida dependiera de ello.

—Te amo y eres la única para mí —Aleena cerró los ojos con fuerza —Te amo, te amo, te amo, te amo...—comenzó a susurrar mientras su cuerpo se sacudía fuertemente.

Calum sabía que la decisión estaba tomada y se odiaba a sí mismo por no darse cuenta antes.

Se odiaba por no notar antes como Dalis hablaba despectivamente sobre Aleena, por no darse cuenta a tiempo que estaba perdiendo al amor de su vida por actuar como un estúpido.

—Calum, volveré —Aleena limpio la lagrimas de su rostro y mordió su labio inferior —En medio año voy a volver, solo necesito un descanso de todo esto —Calum volvió a unir sus frentes.

—Te esperare y las voy a dejar, juro que lo voy a hacer amor —susurro y beso los labios de Aleena con desesperación.

+

Estoy en el piso, yo la sufro mas que ustedes, no es justo *se tira por la ventana*


Aleena ; [cth] EDITANDODonde viven las historias. Descúbrelo ahora