Harry había pagado un taxi hasta el aeropuerto, ambos sacamos nuestras maletas y luego entramos.
-¿estas nerviosa?- me pregunto tomando mi mano al caminar.
-No-reí- amor, hemos viajado en avión juntos antes...
-Lo se, pero este es nuestro primer viaje romántico- el elevo ambas cejas haciendo que soltara una carcajada.
-No estoy nerviosa- asegure.
-¿No estas nerviosa por lo que pasará?- me pregunto mientras me guiaba hasta las filas para revisar nuestras maletas.
-¿que pasará?- le pregunte, exagerando suspenso y el río.
-tendremos sexo en la playa- susurro solo para mis oídos. Hice una mueca de disgusto.
-que asco tener sexo contigo- rodee los ojos, obviamente bromeando. El abrió sus ojos con asombró y se giro en la fila dándome la espalda.- Bebe, es una broma...- le susurré abrazándolo por la espalda, dejando mi rostro contra su espalda y mis brazos sobre su estomago.
-No te creo-murmuró aun dándome la espalda.
-No me da asco, Harry...si me diera asco no lo haría- dije obvia, el se giro para mirarme y sus brazos me rodearon por la cintura.
-¿Entonces te gusta tener sexo conmigo?-me pregunto con una pequeña sonrisa en sus labios. Reí, ahora el solo quiere que yo le diga lo bueno que es... es obvio.
-Me encanta- le dije riendo y escondí mi rostro en su cuello. El me preguntaría cualquier estupidez ahora, y prefería que nadie escuchara.
-¿Que es lo que más te gusta?- susurro y reí contra su cuello, mordi su piel.
-¿Por que me estas preguntando estas cosas?- dije levantando mi rostro de su cuello.
-Por que me encanta saber que te incomoda hablar de esto- dijo riendo y dio unos pasos avanzando en la fila.
-No me incomoda hablar de esto-dijo obvia. Aunque solo un poco.
-¿Entonces di que es lo que te gusta?-me desafío.
-Todo- me encogí de hombros.
-especifico-
-Todo- volví a decir y el rodó los ojos, volví a hablar - me encanta todo, absolutamente todo...no hay algo en especial, es todo tu...tu por completo.
El me miro enternecido y tomo mi rostro entre sus manos para besarme. Sus labios sobre los mios, mientras que mis brazos se quedaban sobre su cintura acercándolo aun más a mi.
-Disculpen, necesitamos sus maletas- nos interrumpieron.
-Lo siento- dijo Harry riendo y le entregó ambas maletas, junto con mi cartera. Luego de ser revisadas y ambos pasar sin ningún problema por el detector de metales continuamos el recorrido.
Ambos caminamos hasta la sala de espera, el lugar estaba repleto de personas esperando su vuelo, al igual que nosotros.
-¿Cuanto tiempo estaremos esperando?- le pregunte y ambos nos sentamos en las sillas, el junto a mi.
-Una hora, no mas que eso-me respondió besando mis labios con dulzura y sonreí sobre sus labios.- te amo.
-yo también, bebé- le sonreí y volví a besarlo, se alejo de mis labios y tomo su celular.
-He estado pensando que al llegar a Hawaii podemos ir a algún lugar a comer, ¿que dices?- me preguntó cuando estaba tecleando en el buscador de Google.