Harry me dejo sobre la cama delicadamente, se subió sobre mí poniendo ambas manos a mis costados para no apoyar todo su peso. Repartió dulces besos por mi cuello y pecho, se acercó a mi boca dándome un tierno y suave beso en los labios. Desabroche los primeros botones de su camisa burdeo, aun sin separarme de sus labios. Harry se separó un poco de mi ayudándome a sacarla lazándola a algún lugar de la habitación, dirigió su vista a mi ojos chocando nuestras frentes.
-¿Estás segura?- pregunto susurrando sobre mis labios. Pase mis manos por su cuello atrayéndolo a mis labios, besándolo. Asentí. Yo sabía que Harry era la persona correcta que él era el único capaz que hacerme feliz y sabía que lo necesitaba. Baje mis manos de su cuello acariciando su pecho pasándolas por sus abdominales marcados.
-¿me amas?- pregunto nuevamente separándose de mis labios.
-Locamente- respondí sincera.
-me gusta volverte loca- dijo acercando sus labios a mi cuello
-me gusta estar loca por ti- murmure riendo leve por su caricia. Harry se movió cambiando de posición, el abajo y yo arriba de el con ambas piernas a sus costados. Remarque con mis dedos el tatuaje de mariposa que estaba sobre su duro abdomen. Harry apretó sus manos en mi trasero acercándome más a él, lo bese brusco. Sus manos se movían inquietas por mi espalda y cintura logrando que un escalofrió corriera por mi cuerpo.
Sentí sus manos pasar por el borde de mi pantalón y sus dedos jugaron con el botón que lo sujetaba, sin pensarlo antes dirigí mis manos a su pantalón desabrochando su cinturón de cuero café oscuro, el me miro sonriente. Quería que él estuviera desnudo primero que yo, me daba un poco de pudor ser la primera, era una estupidez pero sucedía.
Desabroche el botón de su pantalón y él tenía esa típica sonrisa de niño travieso en sus labios y yo ahora podía confundirlo con un ángel, pero dudaba que los ángeles tuviesen tatuajes en el pecho. Harry alzo su cadera ayudándome a bajar su pantalón, movió sus pies bajándolo hasta sus tobillos y luego los tiro. Harry estaba frente a mí solo en un ajustado bóxer negro observe sus largas piernas bien formadas sonriendo, yo aún sobre el en sostén y pantalones. Me acerco nuevamente a él devorando mis labios. Él era perfecto, era perfecto con sus demonios, era perfecto por cientos de razones que no podía enumerar. Era el único que hace que mi corazón palpite tan rápido. Me aleje de sus labios, besando su mentón y arrastrándome con besos por su cuello hasta su pecho, lo escuche reír leve. Amaba su risa, sus tatuajes, sus ojos verdes, sus arrugados labios rosa, su pronunciación tan lenta y la manera en que arrastra las palabras al hablar. Muy simple pero perfecto para mí.
Sentí el peso de sus manos posarse nuevamente en el botón de mi pantalón. Lo desabrocho y lo ayude a bajarlo lentamente por mis piernas volviéndome loca. Nuevamente cambio de posición, como antes, el arriba de mí. Tomo mi cara entre sus manos besándome desesperado, mordía mi labio inferior haciéndome gemir, lo escuche susurrar un leve “te amo” mientras sus cálidos besos recorrían mi hombro izquierdo. Nunca había conocido alguien así en mi vida, y era tan fácil amarlo para mí que me asustaba. Mis manos temblaron cuando sentí pasar las manos de Harry bajo mi espalda desabrochando el sostén, los breteles bajaron un poco sobre mis hombros, Harry lo saco completamente y mis mejillas se tiñeron de rojo inmediatamente.
-¿Por qué te avergüenzas?- murmuro sobre mis labios- eres hermosa- continuo y escondió su cara en mi cuello mordiéndome- y hueles bien- reí y tome su cara entre mis manos dándole un beso, está vez era un beso burlón, por alguna razón no dejaba de sonreír mientras lo besaba. Mordí mi labio inferior al sentir su erección rozar en mi muslo.
-Harry...- murmure sobre sus labios.
-todo está bien- hablo seguro dando un pequeño beso en mi mejilla.
-Lo sé- conteste- todo está bien cuando estoy contigo.
-¿así?-pregunto- ¿entonces porque tiemblas?
-Es lo que produces en mi- susurre mordiendo su labio inferior para luego besarlo tierno. Apreté su trasero juguetón sin saber la consecuencia, su erección se apretó aún más en mi aumentado mis nervios. No era mi primera vez, pero estar con él me hacía poner nerviosa, me hacía parecer primeriza, e incluso en un simple beso. Sus labios recorrieron mi clavícula y recorrieron por mi estómago se alejó un poco de mi observando mis piernas y sonrió pícaro.
-Me gustan- murmuro apuntando mi ropa interior negra después de mirar detalladamente mis piernas- pero estorban ahora- dijo encogiéndose de hombros asiéndose ver tan dulce, sus manos recorrieron mi estómago llegando al borde de mi última prenda, paso sus dedos por todo el borde y luego la retiro lentamente por mis piernas. Me observo completamente sonriente, lo acerque a mi besándolo mordí levemente sus labio inferior y gemí al sentir su lengua delinear mis labios. Sus manos pasaron por mi espalda apretando más mi pecho a su torso asiéndolo gemir en voz baja.- quítalos tu- murmuro sobre mis labios manteniendo la cercanía. Mis manos temblorosas se dirigieron al borde de su bóxer negro, lo baje hasta sus rodillas y continúe con mis piernas hasta sacarlos de la escena- el preservativo- susurro en mi oído.
-no tengo.
-creo que tengo uno en mi bolso- dijo, antes de alejarse me dio un pequeño beso- ya vengo- se levantó de un salto y corrió escaleras abajo dejándome ver su trasero, reí.
A los segundos entro Harry corriendo con un sobre plateado en entre sus dedos, sonriendo camino a la cama y se subió sobre mi nuevamente, rompió el sobre con sus diente, lo observe atenta y ya listo me miro.
-¿lista?- susurro sobre mis labios, asentí levemente intentando sonreír. Entre lentamente en mí haciendo que mis músculos se tensaran, entrelazo nuestras manos poniéndolas sobre mi cabeza. Mis ojos se cerraron y se movía un poco más profundo gemí sobre sus labios besándolo suave. Juraba que nunca antes había estado tan enamorada como ahora y nunca antes había amado tanto a un hombre como lo hago ahora, si me alejaba de él me arrepentiría para siempre. Dio un empujón un poco más fuerte desviándome de mis pensamientos y gemí un poco más alto sobre sus labios, con una de sus manos desocupadas apretó mi cintura acercándome aún más a su cuerpo.
-Harry- gemí.
-¿te estoy lastimando, amor?- murmuro con la voz ronca.
-No- jadee- te amo- susurre costosa. Sus movimientos se hicieron más profundos y su dulzura estaba desapareciendo, se movió circularmente y no podía mantener la boca cerrada marcando mis uñas por sus brazos. Me beso descortinando murmurando algunas cosas que no lograba entender, lo sentí temblar y su respiración caliente por mi cuello.
-también te amo- susurro en mi oído dejando los movimientos, unos minutos quieto sobre mi hombro son su respiración agitada. Después de un rato continuo con sus movimientos, sin sacar sus vista de mis ojos, se separó de mi jadeante- ¿estás bien?- pregunto acomodándose a mi lado, asentí me coloco encima de él abrazándome fuerte y dio un pequeño beso en mi frente con la respiración entrecortada acariciando mi espalda dando suaves caricias provocando un escalofrió. La vida sin él no sonaba como vida en lo absoluto, mi amor por el rosaba la obsesión y ni siquiera me importaba.
(…)
Observe la ventana de la habitación y la lluvia ya había empezado, me moví entre los brazos de Harry, me levante cuidadosamente de la cama para no despertarlo. El frio era insoportable en la habitación, tome mi ropa interior poniéndomela junto a la camisa burdeo de Harry, pase al baño y luego volví a la cama abrazándome a él.
-¿Dónde estabas?- murmuro con su voz más ronca de lo normal aún con los ojos cerrados.
-en el baño- conteste apoyando mi cabeza sobre su pecho, se alejó un poco mirando mi ropa.
-Creí que había sacado todo esto anoche- susurro abriendo sus ojos tocando la camisa, reí.
-lo hiciste- respondí riendo- pero tenía un poco de frio.
-podría hacer que el frio se vaya de alguna manera- murmuro repartiendo besos por mi cuello
-es un poco tarde como para quedarse en la cama- dije intentando separarme de sus brazos. Se subió sobre mí entrelazando sus manos con las mías poniéndolas a los costados de mi cabeza impidiendo mi movimiento. Repartió calientes besos y mordiscos por mi cuello, continuo por mi clavícula, siguió por la piel de mis pechos y termino dando un sube y mojado beso en el costado de mi estómago.- Harry...- murmure.- basta- reí.
-¿quieres que me detenga?-pregunto con su sonrisa juguetona. Al ver que no respondí continúo con su recorrido de besos. Mis piernas temblaron al sentir sus labios morder mi cuello, besando fuerte el lugar, apreté su trasero y Harry me miro sonriente lanzándose a mis labios
(…)
Observe a Harry entrar por la puerta de la cocina solo en sus pantalones negros ajustados y botines cafés desgastados.
-¿no tienes frio?-pregunte desviando mi mirada de la lasaña apretando mi sweater más a mí. El negó sonriendo y se acercó a mi abrazándome por atrás apretando su duro abdomen a mi espalda.
-¿Qué estas preparando?- murmuro acomodando su cabeza en mi hombro y dio un mordisco en mi cuello.
-Lasaña- respondí sonriente.
-Me gusta- susurro en mi oído.
-Losé.- me gire quedando frente a él, me acerque y mordí su labio inferior, Harry apretó sus brazos aún más sobre mi cintura.
-después de comer iré a buscar ropa a mi departamento- me contó dando un pequeño beso en mis labios.
-¿y para qué?- pregunte tratando de ocultar la sonrisa asiéndome la desentendida, sabía perfectamente porque lo haría.
-para quedarme aquí- respondió encogiéndose de hombros-¿Qué no es obvio?
-no recuerdo haberte dicho que te quedaras- dije pegándole a tu pecho con mi dedo índice.
-no recuerdo haber pedido al cielo que dejaran caer a un ángel, pero aquí estas ¿no?
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