Viviendo con un Playboy

Cuarenta y uno

41. Sé que somos jovenes

Tyler Everly

Pasábamos la mayor parte del tiempo juntos, o al menos el tiempo que teníamos libre, corrijo... el tiempo que ahora ella tenía disponible, que tratándose de su último año de universidad no era mucho lo que podía compartir. Aun así decidí que pasaría las vacaciones antes iniciar mi internado con ella, porque no podríamos vernos durante mucho tiempo, ambos estando tan ocupados.

-Tú nunca fallas- se inclina para besarme, y se sienta junto a mi.

-Te conozco perfectamente- cierro su libro y deslizo frente a ella la comida que había traído.

- Lo siento, he estado ocupada, tengo un examen pronto y cubriré doble turno en la clínica para poder... ya sabes...- una sonrisa triste aparece en su rostro, mientras lo recuerda.

-Estaremos bien, vamos a lograrlo.

Paso mi brazo por su cintura atrayéndola, consolándola, la fecha de nuestra separación se acercaba y no estaba siendo sencillo para nadie. Pero aun así me esforcé por cambiar el tema y asegurarme de que comiera algo, la ayudé a estudiar para su examen y prometí ir por ella la tarde siguiente cuando terminara su trabajo en la clínica.

De vuelta en el departamento, me encuentro con el caos que conlleva mudar a tres personas, cajas por todos lados a medio empacar, libros que no sabíamos si llevarlos o heredarlos a la biblioteca de la universidad, Evan tenía muchas cosas innecesarias que se negaba a dejar y Lucy por su parte se trataba de mostrar comprensiva, y en secreto vendía o regalaba cosas suyas, para que él pudiera llevar más.

No parecía molestarle, siempre procuraba cuidar de él y ser un gran apoyo, su relación había tenido un inicio muy difícil, pero se mantenían luchando para hacerse sumamente felices, y estaba tan orgulloso de ellos.

Mi habitación estaba casi vacía, de no ser por la cama y algo de ropa en mi armario, en la soledad la incertidumbre se arremolinaba en mi mente y la pregunta de si lo lograríamos al final de todo también me hacían temer, no ponía en duda lo que sentíamos, pero la distancia sería mucha y ni hablar del poco tiempo de calidad que tendríamos.

Mi internado en cirugía se tomaría un año, los internos no tienen mucho tiempo libre, tenía que hacer muchísimas cosas en el hospital y Emma estaba iniciando su último año en la carrera, uno de los más difíciles, ademas también cubría turnos en la clínica para pulir su práctica con pacientes.

Y todo estaría bien, podríamos buscar un tiempo libre para ambos, pero... yo volvería a casa, fui aceptado en uno de los mejores programas de cirugía en Ámsterdam, quería estar más cerca de mi familia, pero estaba dejando a Emma atrás, de nuevo.

"Esto es diferente, ella será aceptada en el mismo programa el siguiente año y volverán a estar juntos, se positivó Tyler."

Me aferro a esa esperanza, ha sido mi único soporte estos días. Evan y Lucy viajarían conmigo, nuestro vuelo sería en dos días y ya teníamos que haber enviado todo por paquetería, pero nos atrasamos con eso.

La mañana siguiente termine de enviar las cajas faltantes de mi mudanza, quería evitar que Emma pensara más de lo necesario en mi partida, teníamos aun dos días para compartir y planeaba hacerlos contar, pasaríamos los días juntos haciendo nuestras actividades favoritas, todo estaría bien.

[...]

Todo estaba mal, el destino había decidió que tendríamos que adelantar nuestro vuelo, arruinando por completo nuestros planes, saldríamos en un par de horas, y mi plan de fin de semana estaba arruinado, lo peor es que ella no lo sabía.