Nueve

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9. Luchamos por todas

La mañana siguiente, me miraba al espejo, tratando de ver que tan grande era mi herida en la espalda, parecía cubrir todo mi costado inferior y se extendía hasta la parte media, se veía muy mal. Mientras decidía si cubrir o no mi golpe en el rostro con maquillaje, tocaron a mi puerta.

-Señorita Emma- era Norma el ama de llaves de la casa, me cubrí tan bien como podía el golpe con mi cabello.

-Buen día, señora- me sonríe dulcemente.

-Tiene una visita, señorita, la espera en la estancia.

-Gracias, enseguida bajo- le sonrío- sabe que puede llamarme Emma.

-Lo sé, pero no lo haré- se divierte cada vez que intento que me llame solo por mi nombre en lugar de señorita o niña.

La veo irse y me tomo un minuto para bajar a descubrir de quien se trataba, al llegar a la estancia veo a Cristal y una mujer más grande la acompaña, las dos se ponen de pie al verme.

-Hola- saludo, Cristal avanza hasta mi, con la intención de abrazarme, al no recibir negativa lo hace.

-Emma, ¿como te sientes? - entiendo el significado de aquella pregunta.

-Mejor, más tranquila- respondo.

-Quiero presentarte a mi hermana mayor, Sally - nos damos un apretón de manos. Tomamos asiento y por unos segundos permanecemos en silencio solo mirándonos.

-Emma, lo que te diré quizá sea incómodo y no quieras hacerlo, pero trataré de convencerte.

-¿De qué hablas, Cristal? - se sienta a la orilla del sillón y enlaza sus dedos, me mira directamente a los ojos.

-Puedes denunciar lo que te sucedió. - No tengo una descripción exacta de mi reacción, mi primer instinto fue negarme, denunciar lo que pasó, significaba enfrentarme a ello de nuevo y no quería hacerlo, me daba terror recordar lo que sucedió, anoche no pude dormir por las pesadillas y los recuerdos, agradecí cuando el sol salió a primera hora de la mañana. - Emma.

-No- sentencio, estoy por irme, pero hablan antes de que lo haga.

-Es injusto que tú pagues las consecuencias, cuando nada fue tu culpa- esas palabras de nuevo, no fue mi culpa, volteo, Sally se ha puesto de pie. - Sé como te sientes, también me pasó- la observo, hay dolor en su mirada, dice la verdad, se ve tan fuerte, que pareciera que todo era perfecto en su vida.

-Podemos ayudarte- Sally me ofrece su mano y la tomó.

-¿Cómo puedo denunciarlo?, ni siquiera sé quién es, yo no...

-Tenemos una fotografía de las cámaras de seguridad de la casa- me muestra la impresión que hizo, se ve su rostro, con claridad y me estremezco al reconocer sus ojos - incluso hay videos del ataque. Mis ojos se llenan de lágrimas, devuelvo la imagen. Quiero una explicación de como es que tienen todo esto, Cristal parece leer mi mente pues se apresura a decir...

-La fiesta, fue en mi casa - una ligera sonrisa se aparece en sus labios - estaba tratando de encontrar a mi novia y vi en las cámaras de seguridad que hay por toda la casa, ahí descubrí lo que estaba pasando, corrí buscando a los gemelos, pero encontré solo a su hermana y le pedí que los llamara y les pidiera verme en la cocina, cuando llegué, hice lo primero que se me ocurrió y le empuje lejos de ti.

Viviendo con un Playboy Donde viven las historias. Descúbrelo ahora