Cuarenta y siete

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47. Felices por siempre.

Tyler Everly

Todo lo que nos tocó vivir nos había traído a este momento, rememoro nuestro tiempo juntos, desde la primera vez que la había visto, cuando mis padres la trajeron para hacerse cargo de su bienestar, no lo había comprendido en ese momento, pero esa adorable chica se apoderó del corazón de la familia en tan poco tiempo.

Me arrepentí de todas esas veces en que mi estupidez la lastimó, se me encogía el corazón a verla tan vulnerable a la perdida de su papá, como me había refugiado en la distancia mientras estudiaba, solo escuchando por mis padres la manera tan triste en que había decidido destruirse.

Pero desde que nos volvimos a encontrar todo en nuestra vida comenzó a tomar algún sentido, estando juntos todo parecía ir bien, si nuestras decisiones nos habían conducido hasta este preciso, entonces volvería a recorrer el mismo camino, solo para volver a este preciso instante.

-Está todo listo- contengo el aire que tomo, mientras me doy una última vista al espejo, asegurándome que todo estaba en su lugar – tus padres te esperan abajo- asiento soltando el aire tratando de controlar el temblor en mis manos, salimos de la habitación encontrándome con la familiar puerta blanca frente a la mía, escucho las risas femeninas dentro y sus voces amortiguadas, el temblor de mis manos vuelve.

-Hermano tranquilo- la mirada castaña de Nick trata de controlar mi creciente ansiedad.

-Solo respira, todo irá bien, solo debes pararte ahí y esperar a que ella llegue a tu lado, después todo pasará a segundo plano- Jason me toma por los hombros mientras me hace volver a tener el control sobre mi cuerpo, los sigo escaleras abajo, mi madre y Emma se esforzaron en planear todo, el jardín de la casa estaba repleto de flores, había un camino de pétalos que guía al lugar donde tomaría lugar la ceremonia bajo el atardecer, a unos metros del pequeño altar una carpa blanca ocultaba una pista de baile y mesas para los invitados.

Papá me recibe un en abrazo apretado que ayuda a relajar mi cuerpo, mamá está conteniendo las lágrimas, alisa las inexistentes arrugas de mi saco, con un movimiento de su mano el cuarteto de cuerdas que había contratado comienza a tocar, anunciando a nuestra familia que la ceremonia estaba por dar inicio.

-¿Estás listo mi niño?- asiento con una sonrisa nerviosa, entusiasmado, todos nuestros amigos están ahí, mi hermana y abuelos en los primeros asientos junto a los de mis papás.

Entonces la música cambia, todos se giran para recibirla, entra en mi campo de visión del brazo de sus abuelos, mi corazón se acelera, las lágrimas acuden a mis ojos, se ve preciosa, con su vestido blanco y esa hermosa sonrisa que me encanta, el tiempo me parece eterno, mientras camina por ese pasillo de pétalos, cuando la tengo por fin frente a mi, su abuelo pone una de sus manos sobre las mías, entregándonos a nuestra próxima vida juntos.

Emma toma mi rostro entre sus manos, limpiando de mis mejillas las lágrimas que recorrían por ellas, une su frente a la mía y me susurra un discreto te amo, sostengo su cintura, mientras nos envolvemos en esa pequeña burbuja de color rosa donde todo puede salir bien.

Alguien a nuestro lado se aclara la garganta, la castaña se sonroja mientras se separa observando al ministro que oficiaría la boda, hay risas de fondo.

-Lo siento-  entrelazamos nuestras manos, aceptando vivir juntos en lo bueno y en lo adverso, en la salud y en la enfermedad, hasta que la muerte nos separe.

[...]

Nos besamos frente a todos nuestros invitados de nuevo, antes de comenzar con nuestro primer baile, oficialmente como esposos, mientras giramos su vestido la hace parecer casi como si flotara, luce como una princesa se aferra mi brazos al recibirla después hacerla girar, recargando su cabeza en mi pecho.

-Este es nuestro final feliz, Tyler- sus ojos grises brillan con intensidad, beso sus bonitos labios rosados que me saben a fresas.

-Este es el comienzo de nuestro felices por siempre, mi reina- vuelvo a besarla mientras escuchamos aplausos de fondo, solo deseo tenerla entre mis brazos por toda la eternidad emocionado por las aventuras nuevas que estábamos por vivir.

Viviendo con un Playboy Donde viven las historias. Descúbrelo ahora