Treinta y cinco

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35. Evan y Lucy

Mi plan se pone en marcha cuando ponemos un  pie fuera de mi habitación, envío mensajes de texto a mis aliados y recibo una respuesta afirmativa de su parte. Lucy no parece muy contenta con lo que sucedería, pero estaba dispuesta a correr el riesgo para saciar nuestra sed de venganza.

-Solo quiero recordarte, que esto es mala idea, y... que es tu sed de venganza, no la mía- me ha detenido por el brazo antes de ingresar a la estancia donde  se encuentra nuestra víctima y nuestros aliados.

-Pediremos comida china para cenar, ¿quieren que...?-una almohada se estampa en mi rostro antes de terminar mi frase, indignada la sostengo en mis brazos- ¡Eso fue...!- un segundo proyectil me interrumpe, dando justo en el blanco, mi cara.

-¡Shh!- dicen al unísono, abro la boca completamente indignada.

-Solo les iba a preguntar si querían comida- me agacho justo a tiempo para evitar ser golpeada por el tercer almohadón dirigido a mi rostro. -¡Lucy serán tres más!- comienzo mi ataque con agilidad, arrojando un cojín a cada uno de los involucrados en mi reciente ataque.

El primero golpea a Seth en la cabeza, solo se ríe y abraza el cojín en sus brazos, para seguir jugando.

El segundo es detenido por Tyler justo antes de estrellarse en su pecho, me guiña un ojo y siento mis mejillas arder cuando una sonrisa coqueta se extiende en sus labios.

Mi tercer y último almohadón da justo en el blanco, Evan sufre una baja importante, el control remoto cae de sus manos y en el videojuego es asesinado, dandole la victoria a Seth.

-¡Emma!- grita furioso- y devuelve el cojín pero lo esquivo con habilidad huyendo a la cocina, escucho a Seth burlándose de su compañero, mientras el otro se defiende.

-Casi muero ahí, ¿y tú donde estabas?- reclamo dramáticamente, la castaña solo muestra el teléfono de la cocina y su celular.

-¿Pides el especial número tres para mí, por favor?- pasa uno de sus brazos por mis hombros, su perfume huele delicioso y me transporta a recuerdos hermosos que llenan de calidez mi corazón.

Si poder evitarlo, lo rodeo por la cintura, hundiendo mi rostro en el costado de su pecho aspirando sus dulce aroma.

-¿Estas olfateándome?- la sangre sube a mis mejillas de inmediato, dejo mi rostro escondido en su cuerpo y asiento con lentitud.

-Hueles rico- mi voz es oprimida por su cuerpo, pero se que me ha escuchado, siento como se ríe.

-Supongo que, gracias.

-¿Sabes lo que debo pedir para los demás?- Lucy interrumpe la linda burbuja rosa que se estaba formando entre nosotros, estoy por separarme del rubio, pero me detiene sujetando mi cintura.

-Especiales tres y uno- Seth entra en la cocina, y el ambiente se siente incomodo, de nuevo intento retirarme, dando un paso, esta vez Tyler me detiene, me rodea con ambos brazos, pega mi espalda a su pecho y recarga su barbilla en mi hombro, observo a Seth, tiene la mandíbula apretada y descarga su enojo mirando a Tyler, su cuerpo es tenso, me muevo incómoda y es señal suficiente para que el chico detrás de mi me suelte.

Ambos salen de la cocina, casi disparando rayos de sus ojos para aniquilar al otro, suspiro cuando el ambiente se aligera, Lucy juega con sus cejas moviéndolas de arriba a abajo.

Viviendo con un Playboy Donde viven las historias. Descúbrelo ahora