Cuarenta y dos

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42. Seth y Caitlyn

Caitlyn Miller

-Lo sentimos, señorita Miller, pero esto solo empeorara, no sabemos en cuanto tiempo, pero, perderá la vista, pueden ser en meses, días o incluso años, no es posible saberlo con exactitud.

-Gracias, doctor Stevens- el medico sale de la pequeña habitación donde recibí, junto a mis abuelos, la terrible noticia.

-Mi niña- mi abuela me abraza, el abuelo toma mi mano, quiero estar tranquila para ellos, para que no sientan lastima por mi, pero no habría forma de que no lo hicieran, porque después de pasar mi vida entera en las sombras, y de haber conocido la luz hace tan solo un año, de nuevo volvería a mi antigua realidad, donde todo sería oscuridad.

-Tengo que salir de aquí- limpio una lágrima que sale por el rabillo de mi ojo- James me esta esperando afuera- beso la mejilla de mis abuelos y los dejo solos en esa deprimente sala de hospital.

No me siguen, agradezco el gesto, me dan el espacio necesario para procesar mi diagnóstico, veo al rubio recargado en su auto esperándome, puede deducir por mi expresión que no fueron buenas noticias, no dice nada, da la vuelta para subir a su auto y marcharnos del lugar.

-¿Cuánto?- pregunta después de unos minutos.

- No lo saben- respondo mientras veo el reflejo de mis ojos en el retrovisor, eran azules, me los habían descrito muchas veces, pero jamás los había podido imaginar, un suspiro involuntario sale de mis labios- puede ser hoy, mañana o en diez años.

De nuevo silencio, el resto del camino es tranquilo y puedo tomar mi tiempo para pensar, para tratar de aceptar lo que me pasaba, una parte de mi quería que fuese rápido y así sumergirme en la oscuridad sin previo aviso, pero otra parte de mi quería que esto tardara más, hasta encontrarlo, desde que abrí los ojos de mi última operación y fui capaz de ver por primera vez, lo único que había deseado era poder conocerlo, saber que era diferente de él a la imagen que había creado en mi cabeza ese verano, pero ya había pasado poco más de un año de eso, y no había dejado rastro de él, incluso sus hermanos me evitaban.

-Debes tener hambre, conozco un lugar donde venden los mejores hot dogs – sonrío, reconociendo su esfuerzo por hacerme sentir mejor, James Anderson se convirtió en mi mejor amigo, desde que él y Amy comenzaron a salir hace seis meses, los tres hacíamos casi todo juntos, claro que les daba su espacio de vez en cuando, después de todo traban de hacer su relación funcionar, aún en la distancia.

-Entonces iremos- acepté.

[...]

-Podemos buscarlo una última vez- toma mi mano sobre la mesa, para darme ánimo, conoce a la perfección mi historia con Seth, sabe que no he podido olvidarlo, ni amar a alguien más en todo un año.

-Tal vez no quiere que lo encuentre, se fue sin poder despedirse de mi- meto una papa frita en mi boca con mi mano libre, le ofrezco una, acepta de inmediato, suelta mi mano cuando su celular comienza a timbrar, su rostro se ilumina al leer el contacto, es Amy, besa mi mejilla antes de apartarse a contestar.

Mientras me quedo observando todo a mi alrededor, entonces lo veo, hay un chico de cabello negro viéndome, hay algo familiar en él, mi corazón se acelera con la posibilidad de que en verdad sea la persona que busco, él se ve sorprendido me pongo de pie con lentitud, sus labios se abren, camino en su dirección, no se ve mueve, esta como congelado.

-¿Seth?- su nombre sale de mis labios y parece hacer efecto en él, se que no me ha escuchado por la distancia, pero aún así sale de su estupor.

-¡Caitlyn!- es James, me toma por la cintura y despega mis pies del suelo, mientras da un par de vueltas, me pone en el suelo, dando la espalda al chico de cabello negro, me toma por el rostro besa mis mejillas y frente, veo su sonrisa- ¡Amy volverá!...- continúa diciendo algo que no puedo comprender, me deshago de sus brazos y giro para encontrar a Seth, pero él ya no está ahí, odio internamente a James, pero el sigue saltando y gritando que mi prima estaría de vuelta, no se ha dado cuenta de lo que sucedió.

Viviendo con un Playboy Donde viven las historias. Descúbrelo ahora