Diecisiete

81.5K 4.6K 2.7K
                                    

17. Los hermanos Black

-¡Déjalo!- se lo arrebató de las manos antes de llegar a la caja.

-Sinceramente pienso que Phany lo adoraría- dejó al pequeño oso en uno de los estantes.

-Los odia y lo sabes- le recuerdo mientras tomo una botella de agua- el único motivo por el que quieres llevarlo es para tenerlo en tu colección. - Escuchamos unas risitas al voltear nos encontramos con una peli negra escuchando nuestra conversación, decide irse cuando es atrapada.

-Solo me haces quedar mal- me susurra.

-No mentí- respondo de igual forma- a todo esto, ¿Dónde esta tu clon?- vemos a nuestro alrededor y encontramos a Matt con una montaña de ropa entre los brazos.

-No creo que sean obsequios, pero no me quejo- dice Mark mientras toma una camisa y se la mide sobrepuesta.

-¿Quién dice que es para ti?- como puede le arrebata la prenda a su gemelo- No me juzgues Emma, necesita un gran outfit para estas fechas- me encojo de hombros sabiendo que no ganaré esta batalla.

-Ya tengo en mente los regalos de las chicas y sus padres, les encantarán, solo hay que ir a buscarlos y podremos volver a casa.

-¡Mark!- chilla uno de ellos

-Dejen de pellizcarse el trasero, simios. – Los empujo hasta la caja registradora para que pagaran por todo lo que llevaban y mi botella de agua.

[...]

Salir de compras con los gemelos debería considerase un deporte extremo, eran las personas más indecisas del mundo, podía tardar horas eligiendo ropa y accesorios, incluso se usaban como maniquí para ver como se verían en  ciertos atuendos, mi función ahí era evitar que estuvieran todo el día en la tienda, en especial hoy que es Noche Buena, claro todo sacrificio tenía recompensa y la mía era un helado de fresa.

Cuando llegue a casa había un mar de gente pululando por aquí y por allá, se preparaban para la fiesta que habría en la noche, al ver todo decorado con tanta elegancia, comencé a arrepentirme del sencillo atuendo que había elegido para la ocasión.

La familia no se encontraba, estaban de visita con Maddie para comer con ella y los demás niños de la casa hogar. Así que decidí darme un día de spa, comencé por dejar mis piernas y axilas libres de cualquier bello, hice una rutina para que mi piel quedara bonita, la había encontrado en internet, así que lo estuve intentando estos días, parecía funcionar.

Pasé un buen rato consintiéndome y relajándome, cante, baile, incluso imaginé dar un concierto, un rato agradable, casi estaba lista cuando escuché que llamaban a mi puerta, al abrir podía escuchar levemente canciones navideñas  en instrumentos de cuerda, pero no había nadie fuera de mi puerta, solo una caja de regalo con la nota "Esperamos que te guste, ábrelo ahora" con una caligrafía hermosa.

Llevé la caja dentro y la puse sobre mi cama, dentro se encontraba un vestido rosa precioso, y venía acompañado del par de zapatos ideales para él, terminé de arreglarme para no hacer esperar a la familia, después de todo éramos anfitriones del evento.

[...]

Tyler Everly

Estaba ayudando a mamá y papá a recibir a los invitados a la fiesta de noche buena que estaban, cada año se hacía una fiesta enorme con el fin de recaudar fondos para alguna de las asociaciones benéficas que tenían las empresas de la familia, este año, sería en nuestra casa, por lo que todo estaba decorado a la perfección, inclusive yo.

Daba la mejor de mis sonrisas a loa amigos y socios de la gran familia Everly, siendo tan cordial como mis padres esperaban que fuera, a Emma por otro lado se le había otorgado el beneficio de aparecer cuando la mayoría de los invitados estuviesen presentes.

-Por favor- hago una seña para que sigan el camino navideño hasta el jardín de la casa- sean bienvenidos, y disfruten de la fiesta.

-¡Karla!- mamá da una especie de brinco cuando reconoce a su amiga de la infancia, y me quedo congelado al reconocerla.

No puede ser

-Pero mira, cuanto han crecido- me niego a girarme y enfrentarme a ellos. No obstante no se me permite hacer un desplante tan grosero y papá es quien me obliga a saludar, la primera en abrazarme es Karla, pongo la mejor de mis sonrisas.

-Cariño, eres tan guapo- vuelve a abrazarme, y puedo sentir el peso de la mirada de la peli negra detrás de ella- niños saluden, por favor- se hace a un lado y al fin veo a los hermanos- ¿Aún recuerdas a Liam y Rebeca?, eran inseparables.

-Lo éramos- digo más para mi, él es quien se acerca primero y me da un choque de puños- Liam.

-Tyler- mera cortesía es lo que emana de nuestro ser, desvía la vista, a un punto más alejado, casi pude ver como se dilataban sus pupilas, pero no identifico el objeto de su agrado pues repentinamente su hermana me envuelve en un efusivo abrazo atrayéndome a su cuerpo.

-Rebeca- mi voz sale casi estrangulada, y no sé si son los nervios, o su llave a mi cuello. Escucho como aspira y siento que hunde su cara en mi cuello.

-Tyler- susurra en mi oído, trato de apartarme lentamente, embriagado por su perfume dulzón.

-Emma, linda acércate- la voz de papá me trae de vuelta a la realidad, mis pensamientos vuelven a la tierra de inmediato, la busco con la mirada, sabiendo que solo ella me hace poner los pies en la tierra.

Se ve preciosa, lleva puesto el vestido que mamá ha elegido para ella, el color rosa hace que su piel se vea muy blanca, en su muñeca izquierda lleva la pulsera que le regale, incluso lleva una especie de tiara, adornando su cabello suelto. Ella eclipsaba la habitación.

Sin pensarlo me acerqué a donde estaba, sentí un pequeño tirón a mi brazo, cuando Rebeca me soltó, no lo dude y abrace a la castaña, incluso me atreví a besarla frente a todos, provocando un sonrojo inmediato.

-Vamos Ty, deja que la conozcan- papá es quien nos guía frente a sus invitados- ella es Emma Daniels- solo sonríe, tan dulce como suele ser- Emma, ellos son la familia Black.

-Es un placer- la castaña es quien se adelanta para estrechar las manos de los Black.

-¿Entonces eres amiga de la familia?- Rebeca Black es quien pregunta, y barre a Emma de pies a cabeza, adivino sus intenciones, así que solo puedo apartarlas.

-Es mi novia- me adelanto a decir, sosteniendo la mirada retadora que nos daba.

-Tu novia- la sonrisa que se dibuja en su rostro solo puede significar problemas, pero quiero ignorarla tanto como sea posible después de todo solo estaría aquí una noche, ¿Qué podría salir mal?

Nota de la autora
Vestido de Emma:

Nota de la autora Vestido de Emma:

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Gracias por leer.

Viviendo con un Playboy Donde viven las historias. Descúbrelo ahora