Veintiuno

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21. En el momento incorrecto.

Era como estar rodeada por una espesa nube, solo él y yo, no veía nada más allá de nosotros, no quería verlo, aunque la verdad se restregara frente a mi cada día, ya me lo habían advertido, solo que no deseaba aceptarlo, pero la realidad me golpeaba con más fuerza, hasta despejar esa nube.

-¿Nerviosa?- los veo a través del espejo- sus ojos verdes transmitiendo la tranquilidad que necesitaba.

-Algo- suelto el aire que contenía en mis pulmones- ¿Cómo estuvo Mar?- alzan sus pulgares sumamente orgullosos- lo sabía, desearía haberla visto.

-Te enviaremos el video- término de abrochar mis patines y me aseguro que el protector esté bien colocado- lo harás increíble- Mark me abraza y estruja fuerte en sus brazos calmando mi sistema nervioso, su aroma me lleva a un lugar de paz en mi mente. Tocan a la puerta y nos separamos, es el quien abre, mientras su gemelo me abraza imitando los movimientos de su clon.

-Tyler

-Mark- una cortesía hipócrita es el saludo de ambos, aún estoy entre los brazos de Matt cuando el rubio se abre paso en el camerino, evaluándonos.

-Estoy muy orgulloso de ti, serás una medallista nacional- dice a mi oído, sonrió grabando sus palabras en mi mente.

-Gracias Matt- besa mi mejilla y sale siguiendo a su gemelo.

Al cerrarse la puerta, espero para que Tyler diga algo, pero está evadiendo mi mirada. Se ve tenso e inquieto, mis nervios previos están disparándose, aceleran mi corazón y hace que mis palmas suden.

-¿Estás...?- trato de dar un paso pero olvidó que estoy parada sobre navajas y pierdo el equilibrio casi cayendo, pero me recupere, claro que mi torpeza no pasó inadvertida, hizo que el rubio se acercara tratando de frenar mi caída, tomó mi mano como precaución.

-Ven- me ayuda a llegar al sofá, me siento pero no me imita, sino que se pasea frente a mi, como minino enjaulado.

-Estás poniéndome nerviosa y...

-Dijiste que debía decírtelo- mi respiración se detiene unos segundos, y mi sangre se siente helada- si no estaba preparado para una relación- se forma un nudo en mi garganta, la esponjosa y espesa nube de felicidad que me rodeaba desaparece, me doy cuenta de que mi cabeza se mueve negando, no quiero creerlo- Emma, no estoy listo para una relación contigo.

"¿Conmigo?"

-¿Y decides decírselo ahora?- es Julio, camina hasta tomarme de la mano y me guía con tras él- I prudente- murmura lo suficientemente alto cuando pasa junto al rubio.

Me lleva casi a rastras hasta la pista de hielo, casi es mi turno de presentarme en la competencia más importante de mi carrera, así que sacudo la cabeza y trato de concentrarme solo en eso, tomo aire y lo contengo, tratando de calmar la velocidad de mis latidos, sacudo la cabeza, queriendo sacar de mi mente los últimos minutos, ¿pero cómo?

-Julio...- una súplica casi ahogada sale de mis labios, mi entrenador lo sabe y me abraza, tratando de comprimir mis músculos tanto como pueda, relajando mi sistema nervioso.

-Lo sé, jamás dudes de ti, eres asombrosa – son las palabras que mamá decía, escucho que llaman mi nombre, inhalo y exhalo prolongadamente, aferrándome a esas palabras.

Viviendo con un Playboy Donde viven las historias. Descúbrelo ahora