Siete

111K 5.8K 662
                                    

7. Eres asombrosa

Lo bueno de tener cierto reconocimiento en la disciplina que practicaba era que podía tener mi propio lugar de preparación en el estadio, algo así como un camerino, de practicar Hockey tendría que compartirlo con el resto del equipo, pero como solo había dos patinadoras representando el estado, pues teníamos cada una nuestro propio lugar.

Estaba terminando de alistarme para mi participación, Mariana compitió ayer, y lo hizo increíble, todos habíamos venido a apoyarla, era mi turno, y mis amigos estaban alentándome desde el camerino.

-Chicas dense prisa hay que ir a...- los gemelos entran sin tocar, habían salido para poder cambiarme y ahora estaban ahí parados observándome con la boca abierta.

-¿Les gusta?- doy una vuelta para que puedan apreciar el precioso traje que había diseñado para este día.

-Emma...te ves... estás... luces- le sonrió con ternura, Matt sale de su asombro- eres preciosa enana- me envuelve en sus brazos y me hace sentir tranquila y  protegida, dejo salir algo de mis nervios en ese abrazo.

-Dios, crecen tan rápido- aún envuelta en los brazos de su gemelo veo a Mark limpiarse una lágrima dramatizando el momento abrazando a su hermana- ven aquí mi bebé grande- sonriendo voy a abrazarlo- los volverás locos- me da el puño para chocarlo y lo hago.

-Más te vale que ganes, aposté por ti niña- dice Matt imitando el gesto del puño de su hermano.

-¡Lo haré!- respondo chocando el puño.

-Iremos a festejar después de eso- Phany me abraza.

-Suerte- Mariana es la última en salir del camerino, han ido a buscar sus asientos, siento el peso de los nervios en mi pecho, como una sensación helada que se expande hasta mis extremidades, las puntas de mis dedos están frías, comienzo a ponerme los patines mientras me repito "lo harás bien, solo concéntrate"

Mis manos tiemblan, pero me obligo a ajustar bien las cintas.

-Es hora- mi entrenador da un golpe a la puerta antes de entrar, estoy lista así que me pongo de pie y lo sigo. Toma mis manos y cierro los ojos.- Tu madre estaría orgullosa y muy feliz de verte ahora, a tu padre también le hará ilusión verte ganar.

Asiento conteniendo las lágrimas, los extrañaba muchísimo y daría lo que fuera porque estuvieran aquí. Respiro profundamente de nuevo y contengo el aire unos segundos. Escucho anunciar mi nombre y suelto el aire, sacudo mis brazos y voy a la puerta de la pista, quito los protectores de las navajas y coloco la mejor de mis sonrisas, patino hasta mi lugar y tomo mi posición.

Localicé a mis amigos apenas entre a la pista, junto a ellos estaba la familia Everly, incluido Tyler, sus ojos azules me miran con algo de escepticismo, le guiño un ojo y cuando la música comienza, solo me dejo llevar.

Mis músculos conocen la coreografía y dejo que mis emociones me invadan, este era mi lugar, esto era lo  que amaba, lo que mamá dejó para mí, de lo que papá estaba tan orgulloso, de mis logros como patinadora, con todo eso en mente y corazón doy todo de  mi.

Mis oídos parecen volver antes que cualquiera de mis otros sentidos, escucho los aplausos y los vítores, agradezco a todos y busco a mi familia en las gradas, ahí están mis amigos y amigas gritando como locos, me esfuerzo por imaginar a papá y mamá junto a ellos, los señores Everly también me aplauden, Clarie grita mi nombre y arroja flores a la pista, de Tyler no había rastro.

Sonriendo recojo un par de los regalos que han lanzado, incluidas las flores de Clarie. Al salir mi entrenador me recibe en sus brazos y me alza felicitándome.

-¡Fue perfecto!- estoy tan contagiada por la emoción que incluso temblaba, lo abrace de nuevo. – Vamos- toma mi mano y me lleva hasta el lugar donde debo recibir mis calificaciones.

-¡Sí!- grito y abrazo a Julio, tenía una calificación perfecta- Mamá lo hice- con lágrimas en los ojos solo puedo alzar los brazos con las flores en mis manos y llorar, sintiendo su abrazo, casi puedo escucharla decir "jamás dudé de ti mi cielo, eres asombrosa", como lo decía cuando era niña- lo hice.

-¡Emma!- Mariana fue la primera en abrazarme- lo lograste- ella también esta llorando, sabe como me siento, y lloro junto a ella, al sepáranos la veo y gritamos a la par- ¡Iremos a las nacionales!- Julio, nuestro entrenador se nos une al abrazo.

Los flashes de las cámaras de los reporteros nos enfocan, posamos un poco juntas y nos entrevistan por nuestro logro. Cuando terminamos fuimos a mi camerino, ahí nos esperaban el resto de nuestros amigos, todos nos abrazamos y me felicitaron.

Prometiéndoles verlos cuando terminará de alistarme para salir, ellos se fueron dando lugar a que los señores Everly entraran.

-¡Linda eso fue hermoso!- Clarie me abraza por el cuello y yo la rodeo con mis brazos, luce emocionada, John solo me da la mano felicitándome y me entrega el ramo de flores, eran preciosas.

-Te tenemos una sorpresa- me extiende su celular, veo por la pantalla a papá- lo llamamos en cuanto participaste, les daremos un momento.

Con un nudo en la garganta asiento, veo a papá sonreírme del otro lado del teléfono.

-Felicidades, mi princesa- su voz sonaba débil, aún así se esforzaba por sonreírme- lo hiciste increíble, jamás dude de ti mi cielo, eres asombrosa- gruesas lágrimas corren por mis mejillas.

-Gracias papi- me siento de nuevo como esa pequeña de 5 años en su primera presentación, tan feliz de ver a sus padres orgullosos- te amo.

-Te amo más, Emma- comienza a toser y antes de que pueda preguntar algo se adelanta a decir- estoy bien, es solo un resfriado- finjo demencia sobre su enfermedad y asiento.

-Te extraño- casi no puedo hablar, tengo un enorme nudo en la garganta y aún sigo llorando.

-Trataré de volver pronto, te amo- cuelga, no me da tiempo de decir nada más, trato de ser fuerte y recomponerme cuanto antes.

-Emma...- abre la puerta, estoy dándole la espalda, pero puedo verlo por el reflejo del espejo, me giro cuando detecto el enorme, de verdad ¡enorme!, ramo de rosas sobre sus brazos.

-Tyler- me acerco, su perfume me invade, veo las rosas recordando a papá en la última competencia a la que pudo acompañarme, también me llevo ese tipo de flores- Gracias- vuelvo a llorar y sin su consentimiento lo abrazo.

Me aferro a él tanto como puedo, se tensa bajo mi acto, pero aún así suelta el ramo para poder rodearme con ambos brazos, me aprieta a su cuerpo reconfortándome, haciendo que me sienta segura.

Viviendo con un Playboy Donde viven las historias. Descúbrelo ahora