Viviendo con un Playboy

Diecinueve

19. Lo prometiste.

Me detengo justo frente a mi puerta al escucharlos reír, estaban en la habitación frente a la mía, de nuevo pasando tiempo juntos, quisiera entrar y exigir que me den un momento a solas con Tyler, pero me parece egoísta hacerlo, teniendo en cuenta su relación, después de todo fueron mejores amigos desde la infancia y estaban recuperando el tiempo perdido.

-Emma- estaba por cerrar mi puerta cuando me interrumpe.

-Hola, Liam- le sonrió y el me devuelve el gesto.

-¿Quieres acompañarnos?, bajaremos a ver una película- escuchamos risas de nuevo y dos segundos más tarde Rebeca y Tyler salen de la habitación, no me habían notado ahí de inmediato, cuando el rubio lo hizo soltó la mano de ella y retrocedió un paso.

-Vamos, Liam- su hermana lo arrastra lejos de la puerta, dejándome a solas con Tyler.

-¿Nos acompañas?- se le notaba incomodo, como lo había estado desde hace un par de semanas, cuando llegaron los mellizos.

-No quisiera incomodar- sabe perfectamente porque lo digo.

-Emma...

-¿Dirás que solo lo imagino?, ¿Qué solo son viejos amigos poniéndose al día?- me cruzo de brazos y siento las correas de mi bolso de gimnasio en el hombro.

-Es que lo somos- me encojo de hombros y me adentro a mi habitación para guardar mis cosas.- Por favor, no quiero que esto sea un motivo de discusión.

-No debería serlo- lo enfrento, cansada de la situación- ya lo habíamos hablado.

-Si y te dije que era mi mejor amiga y es importante para...

-Yo soy tu novia- lo interrumpo, ambos estamos comenzando a elevar la voz.- Debe respetarme como tal.

-No te ha hecho nada- avanza hasta mi lugar pero no retrocedo, esta a escasos centímetros de mi.- Además yo nunca he reclamado tu amistad con Matt.-Ignoro lo que dice, porque es absolutamente diferente a lo que esta sucediendo.

-Actúa como si ella fuera la persona más importante en tu vida, siempre busca la oportunidad de ser el centro de tu atención, incluso en la escuela me hace a un lado para estar pegada a ti todo el tiempo- le reclamo casi a gritos, sus ojos azules me observan detenidamente, me toma por las mejillas acercando nuestros rostros.

-Tu eres lo más importante para mi- trata de besarme, evadiendo lo que he dicho, así que solo debo girar la cabeza para que su beso quede en mi mejilla, se separa de mi resoplando y rueda los ojos, molesto.

-Entonces díselo- no le doy oportunidad de responder y le esquivo para salir del cuarto.

Me persigue, llegamos hasta la puerta y me detiene por un brazo antes de salir, me suelto de su agarre con una expresión de molestia, se sorprende, tiene el ceño fruncido, al igual que yo, estábamos muy tensos.

-¿A dónde vas?- exige saber.

-Con Matt- trato de irme pero de nuevo me detiene- ¿Qué?- le digo exasperada, no me responde, solo me mira como tratando de descifrar mis pensamientos- diviértanse juntos.

-Lo haremos, querida – es Rebeca quien responde, colgándose del brazo del rubio, quien le pasa el brazo por el hombro, obviamente provocándome, no les doy la satisfacción de ver mi expresión, pues lejos de hacerme enojar, me había lastimado, contuve las ganas de llorar y fui a buscar mi auto.

No es como dijiste que sería el amor mamá.

Conduzco en dirección a casa de mis mejores amigos, tal vez podría quedarme con ellos.