Viviendo con un Playboy

Dieciocho

18. Antes de Emma

Tyler Everly

Esta era sin duda la noche buena más incómoda en la que he estado, una parte de mi se esforzaba muchísimo para que Emma disfrutara nuestra primera Navidad juntos, tenía un gran día planeado para mañana, por otro lado se encontraba la mejor amiga de mi madre, Karla Black, quien había vuelto a la ciudad después de casi dos años de vivir en Canada.

Esa no era la parte incómoda, sino que había vuelto para quedarse con sus dos hijos, Rebeca y Liam, antes éramos muy unidos, básicamente crecimos juntos, por la cercanía de nuestras progenitoras, no obstante para el momento de su partida, todo había terminado dramáticamente mal.

-¿Tyler, estas bien? – su cálido tacto en mi mano fría me traer de regreso, solo puedo sonreír y asentir, la rodeo con mi brazo y dejo un beso en su coronilla para hacerla sentir más segura, pues estaba siendo entrevistada por Karla y quien  aparentemente conocía a su abuela materna,  Por ejemplo, descubrí que esa parte de su familia había perdido contacto con ella desde que su madre falleció, es decir hace mucho tiempo.

[...]

Navidad siempre fue una de mis festividades favoritas, por alguna razón el mundo parecía ser más amable y feliz por esas fechas. Pero esa mañana no estaba comenzando de la manera más feliz.

-Así que tienes una nueva a novia- me sorprendo de encontrarla tan temprano en mi casa, pero por su apariencia desuso que mi madre los ha invitado a quedarse.

-No estaría mendigando por tu atención siempre- me cruzo de brazos y solo la veo caminar por la cocina- además no es de tu incumbencia lo que haga con mi vida- le doy la espalda unos segundos para servirme agua, pues era lo que venía a hacer.

-Pero Ty- esta detrás de mi, y siento su mano acariciar abiertamente mi espalda, quiero apartarme, pero no puedo moverme, estoy  paralizado- siempre me ha interesado tu vida-su mano se cierra en mi hombro y me hace girar para enfrentarla- se que saliste con Ashley Lucas casi después de irme, estuviste con ella mucho tiempo, hasta que esa...

- No te atrevas a decir algo sobre Emma, - imito su gesto y tomándola por uno de sus hombros la alejo de mi cuerpo, recuperando mi espacio personal.

-Cariño, no importa cuanto te esfuerces- se acerca de nuevo y es más rápida que yo, logra enredar sus brazos en mi cuello, es casi tan alta como yo, acerca su rostro al mío y sobre mis labios murmura- siempre volverás conmigo.

Besa la comisura de mis labios, siento mi corazón agitarse y una parte de mi, que creí había superado, vuelve con intensidad para reafirmar las palabras de Beca, temo por caer de nuevo en su juego, y lucho mentalmente para apartar esos sentimientos. Pasan solo unos segundos, y solo puedo girar mi cabeza para después  alejarme de ella.

-Soy feliz y la quiero- estoy por salir y huir de ese lugar.

-Pero no la amas- casi me vuelvo, pero lo dejo estar y me voy.

[...]

-¿Qué haces aquí?- se talla un ojo, la desperté, solo la abrazo, pegó su cuerpo al mío y dejó que todas esas sensaciones de bienestar que solo ella me provoca me invadan- ¿Esta todo bien?- me ha devuelto el abrazo tan pronto se lo di, casi como leyendo mi confundida mente, simplemente siendo ella con esa dulzura y fuerza interna que me daban seguridad.

-Ahora si- nos separamos, por el rabillo del ojo detectó la melena negra de Rebeca, así que tomó a Emma entre mis brazos y nos refugio en su habitación cerrando la puerta con una patada, no quería que nada rompiera con lo que teníamos.

Tal vez debería decirle todo.

-Vamos, dejare que duermas un par de horas más- nos tumbamos en su cama bajo las mantas, ella no protesta, me da un beso rápido y se acurruca a mi lado.