Tres

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3. Los hermanos Salvatore

No importaba cuanto me esforzara por dejar de llorar, no podía, sentí la necesidad de dejar salir mis sentimientos, así que corrí hasta llegar al colegio y entrar al baño de chicas, por suerte estaba vacío, así que lloré tanto como pude, incluso cuando escuché la puerta abrirse.

Reconocí su perfume cuando se acercó, la dejé abrazarme y ella me dejó llorar un poco más.

-Ya casi es hora de clase- me toma por los hombros y me sonríe cálidamente- arreglemos ese maquillaje.

Me dejo hacer lo que ella dice y  le sonrió cuando me mira con orgullo al terminar, me miro al espejo, definitivamente disimula muy bien el tiempo que pase llorando, de no ser por mis ojos enrojecidos.

-¿Cómo supiste que estaba aquí?- sentí el característico dolor de cabeza que viene después de llorar como lo hice.

-Mis hermanos te vieron entrar corriendo dramáticamente- sonrío antes de salir.

-Suena a algo que ellos dirían- ni bien dimos diez pasos y me vi envuelta en dos pares de brazos,

-Mi pequeña hermana, hija de otra madre, dime quien te ha hecho daño y prometo vengarte.

-Ahora ustedes le hacen daño, déjenla respirar bobos.- Respiro con normalidad de nuevo.

-Que aburrida eres, hermana- ella se encoge de hombros.

-Pero era cierto lo que dije, dime quien te lastimó y yo me encargaré- como obra del destino, Tyler pasó junto a nosotros, lo miré por unos segundos, después le sonreí a mis mejores amigos.

-Tuve uno de esos momentos, no se preocupen- Matt me abraza de nuevo, y me vuelvo acreedora de varias miradas molestas en el pasillo.

A veces me frustraba el estatus de social de mis amigos.

Matt y Mark Salvatore son los hermanos más populares del último año, son los únicos gemelos del colegio, por lo que eran muy exóticos y cotizados entre las chicas, además eran guapos, tenían el cabello castaño y ojos verdes, eran altos y atléticos, muy inteligentes y atentos.De no ser por la diferencia de edad, un año solamente, Mariana podía pasar como su trilliza, ella era le versión femenina de sus hermanos.

-¿Qué me perdí?- Phany va llegando, justo unos minutos antes de que sonara la campana, los cinco nos ponemos en movimiento.

-No mucho- veo a Mark ponerse junto a ella y tomar su mano.

-Estuviste llorando- no fue una pregunta- estamos aquí para ti-aprieta mi mano- cuando estes lista te escucharemos.

Asiento, de nuevo se forma el nudo en mi garganta y agradezco al cielo por mis amigos.

Mariana, Stephany y yo nos conocimos cuando éramos niñas, en clase de gimnasia, ahí nuestras madres se hicieron amigas, nosotras teníamos solo dos años, así que nuestra amistad ya tenía 15 años.

A los gemelos los conocí años más tarde, pero también se volvieron mis mejores amigos, como mis hermanos, como mi familia.

-¿Quieres que vayamos juntas al entrenamiento?- dice mientras tomamos nuestro lugar en el auditorio para el discurso de bienvenida.

-Si, pero, ¿pueden llevarme a casa por mis cosas antes?- Mariana asiente con una sonrisa.

-Le diré a los gemelos.

[...]

-¡Emma!- me tiendo sobre el hielo, era la quinta vez que me caía- hoy has estado muy distraída.

Viviendo con un Playboy Donde viven las historias. Descúbrelo ahora