22. Déjame ser feliz.
Verlos era doloroso, pero lo era aún más ser el motivo de las risas burlonas mal disimuladas, deseó que esto acabe pronto.
-¿Cómo sigue tu mano?- se sienta a mi lado, mientras esperamos a que Tyler termine de entrenar.
-Me quitarán el yeso en unas dos semanas- sonríe, me quita el libro que estaba leyendo, cuidando de no perder la página.
-Harry Potter- de nuevo su cálida sonrisa, le devuelvo el gesto y nos sumergimos en una muy interesante platica sobre los libros y las películas, hasta que somos interrumpidos por el rubio...
-Liam, vamos- ...y su novia, también deseaba con todo mi corazón, que John y Clarie dejaran de castigarnos así.
Desde hace un mes, cuando terminamos , Clarie se ha empeñado en hacernos pasar tiempo "de calidad" juntos, nos lleva al cine, a comer, y otras actividades recreativas que fortaleciera nuestros lazos como familia, no podía ser más incomodo, y estaba John, quien había designado a su hijo como mi chofer oficial, me llevaba a la escuela, mis citas en el hospital, incluso con Mariana para verla entrenar.
-Solo ignóralos- por otro lado había ganado un nuevo aliado.
- Es difícil cuando vivimos juntos y sus padres nos obligan a hacer todo juntos.
-Te invito a salir mañana- lo observo, mientras el auto se detiene, el silencio en la parte delantera me advierte que los nuevos tórtolos nos observan.
-¡Ay sería increíble una cita doble, que buena idea Liam!- su voz, me hace rodar los ojos y no me importa que esté viéndome con esa sonrisa petulante.
-No los invite a ustedes, consíganse su propio plan.
-Pero...
-Pero nada – Tyler es quien se baja del auto primero para despedirse de su novia.
Liam y yo lo imitamos, nos despedimos frente a la casa de los mellizos y después el rubio y yo nos embarcamos en un viaje silencioso hasta la casa Everly, incluso al llegar el camino a nuestras habitaciones es insufriblemente silencioso y justo antes de entrar a mi habitación...
-¿Saldrás con él?- me detengo con la mano en la perilla, me niego a mirarlo.
-No te importa- abro mi puerta y siento que me detiene por la muñeca, me giro molesta y le arrebato mi brazo- ¿Qué?- lo enfrento.
-No salgas con él- parece una súplica, mi ceño sigue fruncido, y quiero descifrar su rostro.- Olvídalo.
-Por supuesto que lo haré- quiero entrar a refugiarme en mi habitación.
-¿Haremos esto toda la vida?- ha detenido la puerta con su pie, ruedo los ojos ya exasperada.
-Quizá...- lo ignoro y camino por mi habitación para dejar mis pertenencias y poner música, que era la forma en la que lograba ignorarlo todo el día, tenía Taylor Swift de fondo.
-Emma, por favor háblame- lo siento detrás de mi y me quedo paralizada un segundo mientras me envuelve su delicioso aroma, hasta que el raciocinio llego a mi mente, me giro y lo aparto de mi cuerpo.
-No, y ya vete – lo sigo empujando hasta mi puerta- por favor, ya déjame, tu decidiste hacerlo, ahora mantente lejos de mi.
-Esperaba que fuéramos amigos, de nuevo- ¡Auch!
-No puedo ser tu amiga- quiero cerrar, pero me lo impide una vez más, ya estaba molestándome.
-¿Por qué?- sigue insistiendo y resistiendo mis intentos de alejarlo, así que exploto.
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Viviendo con un Playboy
Novela Juvenil"Lo reconocieron al mirarse, en el ambiente podían sentir esa electricidad que los invitaba a estar juntos, sus cuerpos sentían la atracción por el otro, no podían negar que estaban destinados a grandes cosas juntos, después de todo... eran almas ge...